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Última visita a ARCO: galería de imágenes

Pues para ser honestos, hay que reconocer que en algo ha mejorado el pabellón 9 con respecto a lo que vimos juntos el otro día en el 7, gracias sobre todo a la presencia de Perú. Pero sigue habiendo mucho camelo.

Diversos cuernos estratégicamente situados.

La moto de Maroto

El mercadillo de Manilva.

Al menos se esforzaron en modelar la cerámica

Gavin Turk, el de los 90´, el de en su día de los Young brithis artists, es uno de los éxitos de la feria, con un par de huevos, perdón, de hueveras, una en rosa y otra en una especie de azul, junto con un cubo de basura. Le debió de parecer muy fuerte poner las hueveras tal cual, y nos cuentan los galeristas que en realidad tiene mucho trabajo porque son como de bronce, me ha parecido entender. Con un par.

Salvados por Tàpies.

Mi reconocimiento y respeto a quien, en esta era de monotonía, consigue ser original e identificable.

También nos dijo algo.

Recargando ecológicamente para que funcione y a la vez reciclando en una especie de reloj de arena. Vidrio de Ecovidrio.

Original Brinkmann de Anita Bekers. Frankfurt.

El genial Guillermo Pérez Villalta, aunque siento decir me parece que ha perdido un poco esa luz suya tan brillante y cegadora de Algeciras.

Esta chorrada sí que está bien calificada moralmente con tres rombos, como cuentan había al inicio de la tele…

Y dos retrovisores enfrentados, que hasta se pueden balancear.

Menos mal. Las huellas en Uruguay de nuestro inolvidable Manuel Pailós.

¡Y el pabellón de Perú, el merecido rey de esta edición!

Fantástico todo. La relación de su frescura actual con la grandeza de su civilización, como entronca sin esfuerzo con sus más puras esencias, piezas de siglos que parecen hechas ayer, piezas de hoy que parecen arcaicas…¡una gozada!

¡Además, la galería Gimbergs de Lima, nos sacó del marasmo! Y de qué manera. Hay cosas que no se ya si es que se hacen mejor, pero al menos de forma más desinhibida que en la pacata Europa (o al menos así lo veo yo).

Y no podía faltar un Pizarro muy, muy conseguido, esta vez como criador de cerdos (con perdón).

Con su particular visión de Miami y otras curiosidades.

Muy conseguido, y perdonen la calidad de la foto, el glande sobre la calavera no se aprecia muy bien. Intentaré mejorar, disculpen.Se agradece también Audemars Piguet, Le Brassus, instalación de neones y coreografía con sonidos cuasi gregorianos.

Tal parece que en la galería Forsblom, de Helsinki, nos conocen bastante bien….

De la misma galería, el brillo de la tapa del piano mejor que en el mismísimo Auditorio.

 

Por si tenías dudas.

Más feos aún.

La Marlbourough, siempre un referente.

Calatrava, que no solo hace obra pública.

Y el gran, grandísimo, Genovés, con más fuerza aún, con relieve.

Interesante (e inquietante) Dis Berlin, Conversación.

En la misma galería, original.

En Guillermp de Osma, Picasso, WesselmannChillida.

Nuestro queridísimo Equipo Crónica, que tanto nos ayudó a sobrellevar el maldito franquismo, aquí con reminiscencias del Bosco y un buen jerez (Sandeman, el hombre de la capa).

Y le clou de la soireé, que diría un francés.

Les prometo que el señor no faltaba a la verdad en si disertación, con lo cual nada pude alegar, me mordí la lengua pero es que no encontré nada que objetar: que el artista mide casi dos metros, y que su obra deja traslucir su personalidad; que sin lugar a dudas no encontraríamos en la feria una obra que transmitiese mas paz y tranquilidad.

Pues eso.

La gente con la boca abierta, muy serios.

Delenda est Moscardó.