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Los 10 puntos con los que la oposición hondureña busca la unidad frente a la dictadura

El escenario político está cambiando en Honduras hacia unas posiciones que favorecen a la oposición dirigida por el líder progresista Manuel Zelaya. Juan Orlando Hernández (JOH) no ha sido capaz de mantener la estrategia del golpismo: un cambio de caras cada cuatro años para sostener una pátina democrática que impidiera el desborde social.

Sin embargo el continuador de la dictadura que iniciaron Romeo Vásquez Velásquez y Roberto Micheletti Bain con ayuda de la embajada de Estados Unidos (EEUU), no ha sido capaz de abandonar el poder tras una legislatura, y vulneró la Constitución de 1982 que impide la reelección, mostrando en el proceso que todos los poderes del estado los maneja él.

>>¿Quiénes son los presos políticos de la dictadura hondureña?<<

Las políticas neoliberales que inció Micheletti en 2010, y que han continuado Pepe Lobo y Juan Orlando Hernández, han llevado a Honduras a ser un Estado fallido en palabras del candidato demócrata Bernie Sanders. La realidad social del país provoca que se originen constantemente caravanas de miles de personas que huyen de la pobreza, que alcanza ya al 80% de la población, la mayor parte de ella constatada como extrema.

Las privatizaciones y la corrupción heredadas por Juan Orlando Hernández, que ha profundizado en las primeras, y participado en la segunda, han abocado al Estado a iniciar una serie de recortes en la salud y en la educación públicas que han supuesto la superación de los límites de la ciudadanía hondureña, asfixiada ya por la pérdida de poder adquisitivo, los aumentos en el combustible, transporte público y electricidad.

La represión de las protestas ha terminado por agotar a la Policía Nacional, que se sublevó contra las órdenes de JOH, expresando que ellos ya no cargarían más contra el pueblo, a lo que el dictador respondió usando a los militares, contraviniendo la doctrina de los Derechos Humanos.

Tras perder a su principal fuerza de defensa, JOH ha visto como la Conferencia Episcopal de Honduras, y gran parte de la patronal también lo han abandonado. No por no apoyar sus políticas, ya que durante todos los años desde el golpe de estado esos dos sectores han acompañado a la dictadura sin presentar críticas, sino porque el régimen está cerca de caer y no quieren que se les identifique como parte de él.

Precisamente con la patronal se reunió el líder de la oposición hondureña, el bolivariano Manuel Zelaya, para presentar los diez puntos con los que su formación, el partido Libertad y Refundación (Libre) quiere construir la unidad social y política como consolidación de un polo de poder, lo suficientemente fuerte, como para ser capaz de derribar a la dictadura y vencer en las consiguientes elecciones generales que se celebren tras el fin del régimen.

Los 10 puntos para la unidad frente a la dictadura

Tras la experiencia política adquirida por la dirección de Libre con los acuerdos de unidad basados en sumar liderazgos independientes, en esta ocasión los acuerdos se han buscado por la base. La militancia de Libertad y Refundación ha estado debatiendo durante semanas sobre los diez puntos básicos para la caída de la dictadura, y la reconstrucción de Honduras, como base para el acuerdo con el resto de fuerzas y movimientos que se oponen a Juan Orlando Hernández.

Propuestas

  • Consultar al pueblo de manera inmediata, para que exprese su voluntad sobre cuál debe ser la forma de construir el pacto social.
  1. Una Asamblea Nacional Constituyente Originaria
  2. Una Asamblea Nacional Constituyente Derivada
  • Cumplir urgentemente con la reforma constitucional vigente desde el 15 de mayo pasado, sobre la creación e integración del CNE, TJE y RNP. Discutir y aprobar las leyes en 60 días.
  • Desmilitarizar de manera inmediata la sociedad. Poner fin a la represión e intervención militar en todos los campos del Estado. La Paz es quehacer fundamental para concretar cualquier proceso.

Acciones que deben discutirse y aprobarse junto a los aliados

  • Fortalecer la MACCIH para investigar y judicializar todos los crímenes de lesa humanidad y casos de corrupción cometidos hasta la fecha.
  • Derogar de inmediato el nuevo Código Penal (aquí existe acuerdo con la patronal), la ley de ZEDES, las leyes de privatización del sector salud y educación, y las aprobadas irregularmente durante la hemorragia de 45 días, otorgándole facultades dictatoriales a Juan Orlando Hernández, y suspender los fideicomisos que representan un riesgo para los derechos elementales de la población o violen principios de verdadera libre competencia.
  • Cancelar las cargas impositivas y las formas de recaudación que afecten al pueblo y la producción nacional, auditar de inmediato la deuda pública, los fondos de la tasa de seguridad social, la OABI y Coalianza e intervenir la SAR.
  • Reformular el Presupuesto Nacional en favor de los sectores de salud, educación y energía.
  • Subsidiar a más de 700,000 familias pobres que no pueden pagar energía eléctrica, así como a sectores productivos; revisar las tarifas y cancelar onerosos contratos de generación y administración.
  • Detener los procesos de privatización y poner fin a la tercerización y entrega de los bienes nacionales de uso público y los recursos naturales.
  • Libertad Inmediata para Raúl Espinal, Edwin Alvarenga, David Romero y Rommel Baldemar Herrera Portillo, presos políticos por la dictadura.

Para Libre solo hay un punto innegociable: la salida de JOH y el desmantelamiento de la dictadura. Además el líder revolucionario ha expresado que “no se acepta el tutelaje de Estados Unidos ni de organismos internacionales, excepto para fines eminentemente técnicos. La unidad de los sectores políticos, económicos y sociales, deberá determinar los mecanismos para alcanzar y cumplir consensos, mediante un Programa Político Común para la Transformación de Honduras“.