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Bolivia: la diplomacia de los Pueblos

El próximo domingo 20 de octubre, Bolivia elige presidente y vicepresidente hasta el 2025, la composición del parlamento, cámara de diputados (130) y el senado (36). Son algo más de 7 millones los ciudadanos habilitados a votar. Para ganar en primera vuelta, alguno de los candidatos debe lograr más del 50 % de los votos válidamente emitidos o un mínimo del 40% con una diferencia de 10 puntos frente a la segunda alternativa más votada. Si no, se irá a una segunda vuelta electoral.

Evo Morales es el presidente que más tiempo estuvo al mando en la historia de Bolivia y podría renovar hasta 2025.

Evo, como lo llama su pueblo, trasciende el liderazgo partidario, es el máximo referente político del país, hace palpables las aspiraciones de las clases populares, reivindica al movimiento indígena originario al campesino boliviano, marginado por siglos.

>>¿Existe recambio para Evo Morales en 2025?<<

Evo Morales sintetiza las luchas anticoloniales, las luchas anticapitalistas libradas durante la Guerra del Agua y del Gas. Evo revaloriza el plurinacionalismo, lleva adelante una economía pujante, en crecimiento continuo, se destaca en la gestión del Movimiento al Socialismo (MAS).

En el gobierno fortalece la justicia social, mediante hechos con los que logró que las mujeres se empoderen en la acción política. Evo expresa un antiimperialismo forjado en su lucha contra la DEA y la USAID en el Chapare, contra la injerencia de la Embajada de Estados Unidos que hizo que lo expulsaran del Congreso cuando era Diputado. Evo Morales se define como anticapitalista y se muestra a favor de la soberanía alimentaria.

La conciencia antiimperialista en la política exterior boliviana es parte de una nueva doctrina de las relaciones internacionales y una nueva visión geopolítica del mundo multipolar que Bolivia viene construyendo, y que se puede definir bajo el nuevo paradigma de la Diplomacia de los Pueblos.

Diplomacia de los Pueblos

Uno de los componentes estructurales de la política exterior boliviana es la “Diplomacia de los pueblos”, según la propia cancillería. La misma busca dar cobertura real a las instituciones de la sociedad civil de los países para debatir los problemas globales y las alternativas de solución.

Busca promover la escucha, el diálogo y el trabajo para todos y no solo para algunos sectores o países, anteponiendo los intereses de la humanidad y las Naciones. La propuesta de este rumbo en la diplomacia busca incorporar como valores la solidaridad, la complementariedad, la igualdad y la reciprocidad. Y pretende promover la ayuda oportuna.

La Diplomacia de los Pueblos se instituye como garante e instrumento de control social de la propia diplomacia oficial. El clamor de los pueblos del mundo es el espíritu del ejercicio de la Diplomacia de los Pueblos como instrumento importantísimo en la política internacional.

>>Por qué Evo Morales no puede perder las elecciones<<

Bolivia viene acumulando experiencia en la construcción de un nuevo paradigma de relación con la naturaleza. El modelo boliviano impulsa una política de desarrollo que no implique crecer a costa de la explotación de los pueblos, las personas o la naturaleza.

Es para destacar la aprobación de la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien, que debe convertirse en un modelo para una humanidad en la búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo. Busca revalorizar los sistemas y tecnologías agrícolas ancestrales basadas en la sabiduría comunitaria, respetando los ciclos de la naturaleza y cosmos. Este principio pretende garantizar la vida y alimentar al pueblo entero, pretende cubrir las necesidades individuales, además de garantiza la soberanía y seguridad alimentaria.

Evo Morales es uno de los principales impulsores de la integración latinoamericana, Bolivia se incorporó al ALBA y fue un pilar importante de la constitución de la UNASUR y CELAC.

Bolivia mantiene relaciones efectivas con todo el mundo, con diferentes intensidades y afinidades pero adapta cada relación con el otro según cada necesidad, sin renunciar a sus principios. Tiene claro el límite para defender su soberanía.

La política exterior boliviana teje alianzas con países de creciente peso en el concierto internacional, sin embargo, no descuida los vínculos ni con las naciones europeas, ni tampoco, aunque con reservas con EEUU. Traza relaciones más complementarias y menos dependientes, construyendo un nuevo lugar para Bolivia en la geopolítica mundial.

Multipolaridad

Bolivia ha incrementado su representación diplomática en el exterior durante los últimos años, contando actualmente con 36 embajadas, según los datos del propio Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.

La diplomacia boliviana apuesta a la multipolaridad emergente y busca ser un jugador relevante, procurando fortalecerse de cara a las tensiones crecientes que hay a nivel regional e internacional. A su vez, asume un rol en la esfera internacional que hasta ahora no había jugado, venciendo a su condición de mediterraneidad, liderando nuevas dinámicas en las relaciones extrarregionales y manteniendo la apuesta regional. Refuerza en el enfoque de la complementariedad derivado de la cooperación Sur-Sur ha sido el que ha articulado todos los acuerdos alcanzados.

Bolivia apuesta por la construcción de una nueva geopolítica, marcando directrices para novedosas formas de relaciones a nivel regional y global.

Evo Morales como Presidente de Bolivia sin levantar la voz habla en Naciones Unidas y dice: “El mundo está siendo controlado por una oligarquía global. Sólo un puñado de multimillonarios define el destino político y económico de la humanidad. Veintiséis personas tienen la misma riqueza que 3800 millones de personas, eso es insulto, es inmoral y es inadmisible” y afirma que la razón de fondo de las pronunciadas desigualdades en el mundo es el modelo de producción y consumo, la propiedad de los recursos naturales y la distribución inequitativa de la riqueza. Evo con su parsimonia sostiene: “Digámoslo con mucha claridad: la raíz del problema está en el sistema capitalista”