The news is by your side.

El pueblo de Ecuador es la Revolución Ciudadana

La Revolución Ciudadana para Boltaire Moreno es un enemigo al que hay que destruir, para la “prensa corrupta” es una mordaza, para los empresaurios es la condena pagar impuestos y cumplir con las obligaciones laborales, para la banca es un freno a su apetito inmoral, y para todos ellos en su conjunto una pesadilla que no los deja dormir, pero todos se equivocan en el momento de aplicar la que creen es la solución a “su problema”.

La persecución iniciada a los líderes de esa Revolución, a través del lawfare, no ha hecho nada más que reivindicar que se estuvo haciendo lo correcto. Cada uno de los perseguidos, injusta e ilegalmente enjuiciados, y otros tantos encarcelados y refugiados políticos en embajadas extranjeras, son los mártires del pueblo que se siente identificado en sus auténticos líderes, y por eso la equivocación de los perseguidores, creyendo estigmatizar y desvalorizar, solo han logrado posicionar en el tablero político a esos perseguidos y a revalorizar el proyecto político traicionado.

La Revolución ciudadana no es un persona, no son su líderes estigmatizados o encarcelados, ni siquiera son los cientos de miles y hasta los millones de ecuatorianos que han apostado por ese modelo de estado que prioriza al ser humano sobre el capital, tampoco los servicios sociales de calidad, hasta podría decir que ni siquiera es un sentimiento colectivo.

Ni una suerte de “encantamiento digital” ejercido desde un ático en Bélgica con un “chulla* teléfono” que es capaz de mover masas e incrementar el porcentaje de intención de voto y añoranza de un sueño que se estuvo desarrollando y ejecutando durante diez años.

El Jaguar de América” solían decir del Ecuador de aquella época sin parangón en el ayer y muy difícil de igualar en el mañana.

Hoy día ese Jaguar se ha convertido en menos que un gato callejero que camina rengo y desnutrido en las frías y oscuras callejuelas del antiguo “Quito Luz de América”, hoy emporio de traiciones y deslealtades.

Un tatuaje en lo profundo de las mentes y los corazones de los cholos, de los montubios, de los indígenas, de los negros y de los mestizos “patalsuelo**”, que durante esa “Década Ganada” tuvieron acceso no solo a educación básica, media y universitaria, sino también a becas en las mejores universidades del mundo, a salud y educación de calidad totalmente gratuitas, a disfrutar de la recuperación de los valores de la nacionalidad, como El Tren y la infraestructura vial que nos hizo descubrir ese Ecuador profundo para muchos desconocido.

Esto es lo imperdonable, que dejamos mirar a los blancos como los “patrones” y nos empezamos a ver iguales, ya estudiábamos, ya trabajábamos, ya teníamos acceso a lo mismo que “los ricos”.

Hoy, los ecuatorianos tenemos otros referentes de buen vivir, no como aquellos que se miden por el precio de la nutella o de los viajes a “mayami”. Hoy sabemos que la seguridad social, la salud, la educación y la infraestructura de calidad, no son privilegios de aquellos sobacos perfumados que miran por encima del hombro con desprecio, sino que nos corresponden a todos. ¡Eso es la Revolución Ciudadana! Un pueblo agradecido de que lo hayan despertado del letargo centenario para ser tratados como personas, como seres humanos, como ciudadanos iguales aunque no tengas una cuenta bancaria.

Esto es la Revolución Ciudadana, la herencia de Rumiñahui, de Epiclachima, la sangre de los mártires del 2 de agosto de 1809, el legado de Manuela Sáenz, de Alfaro, de Encarnación Colcha, de Dolores Cacuango, de Tránsito Amaguaña, y de tantos otros héroes anónimos del Ecuador que desde siempre y por siempre se han revelado ante las explotadoras imposiciones imperiales sean estas culturales, ideológicas o económicas.

Por eso, por más que lo intenten no lograrán desaparecer esta revolución porque ya esta marcada a fuego y sangre en las mentes y en los corazones del Ecuador. ¡Hasta La Victoria Siempre!

* Chulla, palabra derivada del quechua que significa uno solo o impar,
** Ecuatorianismo para designar a la gente pobre que no tiene como calzar sus pies.

ElEstado.Net no tiene por qué compartir todo el contenido de los artículos de opinión publicados en su Sección de Opinión.