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Crónicas de confinamiento por coronavirus. Las semillas florecen

8:30

Me sonó la alarma y me desperté de buen humor, sorprendida me levanté, en casa no había nadie levantado, así que desayuné sola y me fui a fumar. Volví y ya estaban los dos preparándose sus respectivos desayunos.

10:00

El maldito bastardo empezó su rutina y yo me puse a charlar con mi amiga. Esta mañana estábamos todos con buenas energías pero no se porqué andábamos un poco lentos.

11:00

Nos tocaba a nosotras hacer cardio, empezamos y mi amiga le dolían las rodillas, así que no pudo terminar la rutina. Yo la hice con mucho esfuerzo, me sigue pareciendo una mierda porque es un motón pero bueno todo sea por despejar la cabeza y llegar bien al verano. Los resultados ya me los empiezo a notar, me está creciendo un musculo en la pantorrilla que no sabía de su existencia.

Creemos que el dolor de rodillas de mi amiga es algo temporal y se le va a pasar en unos días, veremos en la siguiente rutina de cardio si ya se le alivia, porque al final solo le duelen cuando salta.

12:30

Bañada y lista para ponerme a trabajar, me senté frente a la compu, tenía cosas nuevas que hacer de trabajo y estoy aprendiendo un montón de cosas.

Me van surgiendo nuevas oportunidades que, a pesar de estar en cuarentena, están empezando a funcionar, lo cual me pone muy contenta. El simple hecho de empezar a ver los frutos de las semillitas que voy plantando me parece fantástico.

13:30

Fui a la cocina, tenía que calentar el almuerzo que ya había adelantado ayer, pero debía que esperar a que mi amiga saliera de ducharse, así que me quede mirando redes sociales por el celular, ¡extraño tanto a mis amigas de Mendoza!

14:30

Hora de comer, nos sentamos todos, hoy vinieron rápido a la mesa, estaban con hambre así que me dejó muy tranquila que se sentaran rápido.

Empezamos a ver otro capitulo de Brooklin nine nine pero lo paramos porque mi amiga no estaba bien, le había agarrado un bajonazo por el confinamiento, extraña mucho poder salir a pasear, sumado a que no pudo hacer ejercicio, se rayó, así que salimos al confesionario a charlar.

No podía darle muchos ánimos más que: “no queda otra que aceptar esta situación y tener la esperanza de que pronto terminará y que vamos a ir a buscar a Simba para tenerlo de nuevo como siempre“.

Tenemos un lugar en Montjuic en el cual íbamos cuando teníamos tiempo, nos pasamos tardes enteras en ese sitio, le prometí que cuando todo esto terminase iríamos con Simba.

16:00

Me senté de nuevo en la compu, tenía que mandar un par de emails y empezar a escribir el relato de hoy cuando me llamó una amiga de Londres.

Nos partimos el culo de risa, la extraño un montón, ella es la encargada de la cafetería en la que trabajaba allá, pero nos hicimos muy amigas.

Es de Bolivia, entonces nos entendíamos muy bien y nos seguimos entendiendo muy bien, me contó un poco de la situación actual de allá, que las medidas impuestas por el coronavirus no son drásticas, que ha cerrado todo menos supermercados, igual que acá, pero el confinamiento no es obligatorio entonces la gente anda por la calle paseando, familias enteras van a hacer las compras en los supers, terrible.

Ella está en casa desde hace una semana y está bien porque ha estado trabajando mucho, con mi partida a Nepal se quedó sin compañera de trabajo por lo que estaba entrenando a la que iba a ser mi reemplazo. Justo cuando ella estaba contenta de que le estuviera agarrando la mano y que por fin iba a tener día libre, pum, cuarentena, así que bueno ella esta descansando y haciendo cosas en su casa.

Ahora tiene tiempo y lo está aprovechando pero tiene miedo de que esto se extienda por meses, lo cual me parece totalmente lógico que este así, tranquila y a la vez con miedo.

Hablamos como dos horas, me puso al día de todo y yo a ella, quedamos en hablar más seguido porque tenemos muchas más cosas que contarnos pero tenía que ir a comer y yo terminar de trabajar.

18:00

Salí a fumar, está lloviendo, el cielo está súper negro, ya llevamos varios días con este clima de mierda, se supone que mañana estará soleado, eso espero, porque encima de estar en confinamiento sumarle lluvia y frío no me gusta para nada.

19:00

Hora de merendar me comí una manzana y me puse con mi amiga a jugar a la Xbox One y a esperar que sean las 20 para salir a aplaudir, ¡qué divertido es por lo menos desconectar conectándonos en un mundo virtual!

20:00

Aplausos un día más, con la lluvia me sorprende que la gente salga igual, acá no son como en Londres que están acostumbrados a que llueva todo el santo día, acá en Barcelona caen dos gotas y ya no queda nadie en la calle, ahora con confinamiento me pareció increíble que alguien más aparte de nosotros saliera a los balcones.

Un día más de confinamiento, un día menos para poder salir a la calle.