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Cocito, la última morada de Lenín Moreno

Quién se puede imaginar que, dentro del infierno, ese horrendo lugar que supone tormentos relacionados con el fuego y el aceite hirviendo, albergue en su último círculo – según la descripción del propio Dante y su compañero Virgilio – un enorme lago de hielo, en el que pagan sus culpas los traidores, lo que hace perfecta consonancia con la frialdad de sus corazones y sus mentes.

Este lago eternamente congelado es el Cocito, el que está “parcelado en cuatro zonas“. La que tiene que ver con el tema de este artículo, es la cuarta, la llamada Judeca, que debe su nombre a Judas Iscariote, traidor de Yeshua. Aquí están las almas de los que traicionaron a sus benefactores, inmersos totalmente en el hielo, en distintas posiciones, unos yacen, otros de pie, unos cabeza abajo otros doblados sobre sí mismos.

El mismo lucifer es el encargado de castigar a los traidores, masticándolos entre sus tres bocas. Es tan malo incluso para traicionar el presidente traidor, que ni siquiera estará en las fauces centrales del demonio castigador, sino que estará compartiendo lugar en una de las dos fauces laterales con Marco Junio Bruto con la cabeza hacia fuera a fin que nadie olvide el rostro de los traidores.

Latinoamérica entera reconoce a Moreno como traidor no solo a su mentor Rafael Correa, sino al proyecto político de la Revolución Ciudadana y a la esperanza del pueblo que confiadamente le entregó el voto, a fin de continuar con el proceso iniciado por Correa, pero que por sus propias ambiciones torció el camino y se entregó a la banca anatocista, a la empresa explotadora y evasora, y a la prensa vendida por unas cuantas pautas.

Hoy en día el gobierno se sostiene “pegado con baba”. En medio de la pandemia surgieron graves y grandes escándalos de corrupción a costa de la emergencia, compras públicas con sobreprecios de hasta el 5000% según los propios voceros del gobierno, administración de empresas públicas, instituciones y hospitales a cambio de votos en la Asamblea Nacional, permisividad para que la clase trabajadora una vez más sea vulnerada, explotada e incluso despedida de sus trabajos desconociendo todos sus derechos.

Los que han aupado todo este tiempo al traidor se van distanciando, y al irse van dejando como un adiós de limpieza las denuncias de la corrupción en las que participaron, y comienzan a salir “los cueros al sol”. Alcaldes, prefectos, asambleístas, aliados políticos. Todos embarrados en la hez de sus ambiciones.

Así los socialcristianos toman distancias y ahora dicen ser oposición, los banqueros aún no del todo, pues siguen esperando aprobación de algunas leyes en su favor. Las ratas de siempre salen en fuga al verse descubiertas, pero hasta los aviones en que se van, se caen y los capturan.

Pierden la memoria, acusan, lanzan vivas a la patria, se victimizan, se autoexilian. Pero el pueblo que los conoce y ha sufrido en carne propia tres y más años de este lujurioso devaneo los señala y los apunta en el paredón de la infamia, esperando la orden de “fuego” y así exterminarlos definitivamente en el 2021 con los disparos de sus votos, que los acribillarán para siempre.

En medio de toda esta trama, surgen los primeros nombres que piden reemplazar al traidor de Carondelet. Pablo Campana, un ex tenista de medio pelo, que tuvo la suerte de convertirse en el yerno de una mujer que heredó una gran fortuna y gracias a eso fue ministro de moreno, dedicándose a pasear por el mundo y a promover negocios para su consorcio económico.

Otto el usurpador de la vicepresidencia, el pueblo lo identifica como un “figureti” que no es ni fotogénico, a pesar de las miles de fotos con las que inunda la prens, cada vez que inaugura una obra realizada en la década ganada durante el Gobierno de Rafael Correa. Surgen los mismos de siempre. El traidor Páez, el banquero Lasso, el dictador Gutiérrez y quién sabe que otros que aún no aparecen esperando el momento oportuno.

Ninguno tendrá oportunidad frente a la aplastante avalancha de votos revolucionarios que una vez más darán el triunfo al proyecto político liderado por Rafael Correa, aún cuando a él no le permitan ser candidato.

Lenín Moreno, la moneda para que pagues a Caronte la puedes tomar de la cuenta de INA PAPERS, a fin de que no extravíes el camino de tu viaje solitario, por que a ti no te acompañará Virgilio.

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