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La dependencia de los países latinoamericanos a EEUU genera hambre y miseria

Pese a la cantidad de información que se publica sobre Venezuela, muy pocos consumidores de esas noticias sabrían decir cuándo se inició ese proceso político, qué apoyo real tiene en el país caribeño, ni las razones por las que está en una situación especial.

En esas informaciones, generadas en medios de comunicación cuyos accionistas tienen determinados intereses en la nación suramericana, tampoco se explica con detalle el contexto electoral que se vive. No se conoce el estado del campo progresista, ni cuáles son sus prioridades políticas en la AN. Las cuales se podrían llevar a cabo si el Gran Polo Patriótico consigue la mayoría de nuevo, perdida en las pasadas elecciones de 2015.

El actual legislador venezolano, y candidato a la reelección Saúl Ortega, ofrece explicaciones a esos interrogantes que se quedan fuera de las noticias que tratan los asuntos de Venezuela.

No solo es un progresista activo en política desde 1974, sino que fue uno de los redactores de la actual Constitución Bolivariana de Venezuela, aprobada por un 71% en referéndum durante el año 1999; ha sido parlamentario y Presidente del Parlamento del MERCOSUR y actualmente funge como diputado a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y a la AN de Venezuela.

Por ello, muy pocos en Venezuela podrían explicar como él cuáles son las prioridades legislativas de la izquierda de la que forma parte: “son abrirle camino a la Revolución Bolivariana, fortalecer el Estado, así como los mecanismos de participación del pueblo en la toma de decisiones, sustentando la autonomía y los derechos fundamentales conquistados por el pueblo en estos tiempos de revolución“.

Derechos como tener identidad legal ante el Estado, el acceso gratuito a la salud y a la educacióndeben ser blindados, así como los avances” con el objetivo de que “no haya retorno contrarrevolucionario o acción restauradora de la oligarquía en el caso de Venezuela, de modo que podamos construir un faro de luz para los trabajadores y los pueblos que sufren en nuestro continente, así como en el mundo“.

Saúl Ortega pone voz a uno de los valores que más enorgullecen a los bolivarianos y chavistas, la solidaridad internacional. Él lucha en Venezuela para “que los parias de la tierra sigan soñando que otro mundo es posible y que el socialismo es la alternativa frente a los proyectos neoliberales que hemos conocido“. Considera que “la revolución bolivariana es la única alternativa para construir en paz una sociedad que le garantice la mayor suma de felicidad y la mayor suma de estabilidad posible al pueblo de Venezuela, Latinoamérica y el Caribe“.

En la Revolución Bolivariana“, profundiza el legislador, “está el concepto de la patria grande, del ideario bolivariano, el cual propone la integración y la unidad política para romper los lazos del colonialismo y el neocolonialismo imperialista de estos tiempos“.

Por eso, según el candidato a la reelección, “con mucha razón, el imperialismo ataca de manera despiadada todos los esfuerzos de lo fue la arquitectura política en los tiempos de oro latinoamericano con Chávez, Lula, Evo, Tabaré en el marco de la construcción del Mercosur, la CELAC, UNASUR, el ALBA y Petrocaribe como un proyecto liberador de nuestros pueblos“.

Esos proyectos “no solamente son una necesidad, es que no tenemos otra alternativa, en el marco de la dependencia y el neocolonialismo, nuestros pueblos están condenados históricamente al hambre y a la miseria“, culmina.

Saúl Ortega sabe que la mayoría de las personas de fuera de Venezuela consideran que las actuales condiciones de vida de los venezolanos son a causa de la gestión de Nicolás Maduro. A ellos les gustaría decirles que “nuestro país fue saqueado durante décadas. El pueblo venezolano conoció la calidad de vida, la inclusión y los Derechos Humanos. Asimismo, conoció la educación, la salud, la vivienda y la seguridad social, estos son considerados por la revolución como Derechos Humanos también“.

Sostiene que el proceso que inició Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992 visibilizó al pueblo, que pasó a “ser sujeto político, económico y social“. Como ejemplo, el histórico dirigente de izquierdas sostiene que “las comunidades indígenas no eran consideradas grupos de personas, es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela quien les da el rango y el estatus que merecen como pueblo habita nuestra patria“.

Precisamente por esa ruptura con el pasado político, que produjo cambios de calado, “el pueblo venezolano ha conocido la calidad de vida” con la Revolución Bolivariana, expresa Ortega, que lamenta que “muchas de estas conquistas han sido anuladas hasta cierto punto, todo ello debido el bloqueo y la guerra económica“.

La sanciones, llamadas en Venezuela Medidas Coercitivas Unilaterales, suponen una complicación de enormes alcances, “no hay país que pueda soportar un ataque tan bestial a su economía como la soporta el pueblo de Venezuela” pero aun así, “con la escasez y con la precariedad, la revolución sigue garantizando la construcción de viviendas al igual que la salud y educación para todos“, explica el candidato.

Saúl Ortega sostiene que “eso no ocurre en ningún país del mundo, ni siquiera en los denominados “países desarrollados. Reivindica que allí, “en lo que respecta a la educación, se atienden integralmente a los niños niñas, jóvenes y adolescentes“.

Constatando que las informaciones mayoritarias sobre la Revolución Bolivariana siempre contienen un lenguaje negativo, quisimos preguntarle a Saúl por los principales aciertos del proceso político, para ofrecer un cambio en el paradigma. “Los aciertos de la revolución bolivariana están en el proyecto de construcción del país. Nosotros estamos sobrepasando las 3.000.000 de viviendas con interés social entregadas a los venezolanos. La educación universitaria ya es universal, está transversalizada en el país.

De igual forma, son obligatorios todos los niveles de la educación. La salud sigue siendo gratuita, también los niveles de soberanía e independencia son plenos. Asimismo, la unidad cívico-militar como proyecto de futuro y la integración de nuestros pueblos. Estos son objetivos estratégicos en los cuales seguimos trabajando“, resalta.

Sobre los asuntos pendientes, el dirigente del PSUV considera que hay uno que destaca sobre los demás, “la construcción del socialismo, algo que a día de hoy en Venezuela “es una experiencia de gobierno societaria, de participación ciudadana, de incorporación del pueblo como sujeto económico, social y político“, comenta.

Considera que ese escenario articulado tras varios lustros de trabajo, “da las posibilidades, a partir de las experiencias tanto positivas como negativas, de ir construyendo una sociedad mucho más inclusiva que se perfile dentro de la política socialista. Todo esto está pendiente, la construcción del socialismo, seguir avanzando en la integración latinoamericana y caribeña y el relacionamiento que necesita la revolución bolivariana con todos los pueblos del mundo“.