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Los aciertos de AGE que Yolanda Díaz busca replicar

Marco de ruptura, primarias abiertas, liderazgo compartido son algunos de los aciertos de Yolanda Díaz.

Yolanda Díaz lleva más de una década surcando el terreno político español y actualmente ha sido valorada como una de las lideresas con mayor potencial.

La ciudadanía percibe la eficacia que ha tenido en el desempeño de sus funciones y al pertenecer a la izquierda, con su carnet del Partido Comunista de Galicia y de Esquerda Unida, se posicionó como una de las candidatas por excelencia de este espectro ideológico.

Sus labores se remontan a fungir como Ministra del Trabajo del primer Gobierno de coalición desde la Segunda República que armó el PSOE y Unidas Podemos, destacando en el Consejo de Ministros de La Moncloa.

No obstante, los tiempos cambiaron y es necesario que aplique una estrategia similar a la que tomó durante su acción dentro de la Alternativa Gallega de Izquierdas (según su traducción al español).

Antes de su ascenso, la política gallega trabajó de la mano de Pablo Iglesias, quien asesoró a la AGE, herramienta que sirvió tanto para Díaz como para Beirás y los llevó al Parlamento gallego en medio de una España sumergida en la crisis.

Para dicho momento, el país estaba en el ojo de una economía bastante deficiente que quebrantó el sistema bipartidista estable que había y permitió el nacimiento del partido morado.

Tras hacer frente desde su gestión a las catastróficas consecuencias sociales y laborales de la pandemia, la funcionaria se posicionó como la apuesta más apropiada del bloque progresista para sumar nuevos electores.

Lo cierto es que la aspiración de Yolanda Díaz de crear una plataforma política que trascienda el ámbito de Unidas Podemos, y agrupe de manera transversal a fuerzas de izquierda, ecologistas y feministas no es nueva, pero sus esfuerzos han dado resultados.

Una vez logrado el marco de ruptura, replicando la táctica del pasado y ajustándola al presente, se prevé que los espacios no estén limitados por una estructura vertical. Se trata más bien, de una composición orgánica (distinta a la de UP), que en materia electoral posea un programa dogmático dentro del marco ideológico.

En pleno año 2021, Díaz es la dirigente nacional con una excelente valoración en casi todas las encuestas, mostrando la receptividad de los ciudadanos en su actividad.

Mientras que, Íñigo Errejón, quien es una cara mucho más “conocida” dentro del espectro político, es su principal rival a la hora de liderar ese proyecto.

Es necesario un liderazgo compartido

En el escenario entran dos posibles candidatas, ya que Íñigo Errejón está concentrado en convertir a Más País en fuerza hegemónica en el espacio ecologista y feminista, al estilo de los verdes alemanes, y difícilmente se abrirá a un pacto en el que él no sea el líder.

De esta manera, nos dejaría ante los perfiles de Ione Belarra e Irene Montero, quienes han trabajado exhaustivamente para mantener la dirección de Unidas Podemos.

Es así que, Yolanda Díaz debería disponerse e intentar asumir el reto pero es propicio que reciba un gran apoyo y forje alianzas a través de este liderazgo compartido. Por ahora, una de sus prioridades es trasladar el modelo creado en su día en Galicia a la política nacional.

Aunque la retirada de Pablo Iglesias y el fin del hiperliderazgo que representaba en Unidas Podemos ayudan a ese plan, permitiría la ampliación del espacio que ocupa la izquierda en el gobierno.

Se puede corroborar a través de la buena valoración que recibe Díaz por votantes de centro y de derecha, lo que abre y deja la puerta abierta al debate.

En distintas ocasiones ha manifestado que “las cosas internas no le interesan a nadie“, instando a “abandonar las etiquetas” y crear un espacio “con una nueva mirada“, que pueda “cooperar” con el PSOE.

Yolanda Díaz rompe con muchos arquetipos y alega que practica la socialdemocracia, no obstante, sostiene que es difícil gobernar con el PSOE.

Hasta la fecha, la vicepresidenta del Gobierno de coalición continúa con la premisa de que “las bases del PSOE son de izquierdas pero su cúpula es del régimen” y se empeña por cambiar esa estructura heredada.