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Unidas Podemos arremete contra Sánchez ante la polémica cárnica

La tolda morada lamenta que el jefe del Ejecutivo, varios de sus ministros y dirigentes de su partido, como Javier Lambán o Emiliano García-Page, no muestren una actitud más "leal" hacia sus socios.

Unidas Podemos señala directamente a Pedro Sánchez por no defender al ministro de Consumo, Alberto Garzón, de las acusaciones de la oposición. La formación morada ha salido en tromba contra el presidente del Gobierno y el PSOE por una actitud que consideran “decepcionante” y “desesperante”.

Quien más contundente ha sido en este inicio del año político ha sido Pablo Fernández, portavoz de Podemos y candidato a la Junta de Castilla y León, ha afirmado que las palabras de Garzón en fueron tergiversadas y convertidas en un “bulo” por la “extrema derecha“. Ha lamentado que sus socios en el Gobierno central se las crean porque “favorece al mentiroso“.

Por su parte, Unidades Podemos lamenta que el jefe del Ejecutivo, varios de sus ministros y dirigentes de su partido, como Javier Lambán o Emiliano García-Page, no muestren una actitud más “leal” hacia sus socios. Y lo han comparado con su forma de actuar cuando han surgido crisis en la coalición. “Siempre que han surgido bulos hemos defendido al Gobierno en su conjunto“, ha defendido Fernández. Ha pedido “lealtad” a los socialistas.

En la misma línea se ha pronunciado Jaume Asens, de los comunes. “La polémica no la ha generado el ministro Garzón, sino la extrema derecha propagando bulos. Lamentamos que el presidente esté más preocupado en perder votos en Castilla y León que en defender a los ganaderos frente a las macrogranjas“, ha afirmado el presidente del grupo confederal en el Congreso.

Incluso la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha trasladado un mensaje en sus redes sociales en el que ha defendido que “nuestro país debe seguir apostando por la ganadería sostenible, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y el F2F, y denunciar aquellas prácticas minoritarias que agravan la crisis climática. Un Pacto Verde Europeo socialmente justo repercute positivamente en la salud pública“.

El ministro de Consumo, que ya se enfrentó a las críticas de la oposición y la industria cárnica cuando pidió “reducir el consumo de carne”, ha respondido que las acusaciones vertidas por los miembros del PP son “mentira” y ha destacado el que califica como “justo elogio de la ganadería extensiva”, afirmando que personas como Mañueco “están desesperado por los votos de ultraderecha y por eso recurre a la mentira y manipulación de los lobbies”.

Por otra parte, los permisos de los gobiernos regionales para la construcción de nuevas macrogranjas ha sido objeto reciente de crítica por parte de asociaciones medioambientales como WWF, Greenpeace o Ecologistas en Acción por la contaminación que suponen a causa del nitrato que contienen los purines de los cerdos.

Cabe destacar que la ganadería en España es un sector clave desde hace muchos años. Ha sido tradición el uso de la ganadería extensiva, realizada con disposición total o parcial de una base territorial con aprovechamiento de pastos, prados, pastizales, hierbas y rastrojos, propios, ajenos o comunales, de forma permanente o temporal para alimentar el ganado.

Las metodologías de producción agrícola han mutado con el tiempo a formas más industrializadas e invasivas con el medio ambiente. Este es el caso de la ganadería intensiva, en la cual, el ganado no se alimenta con aprovechamiento de pastos o prados de la base territorial de la que disponga la explotación, lo cual es la razón diferenciadora con respecto a la explotación extensiva.

Se está produciendo, de manera silenciosa, una sustitución de las explotaciones de la tierra por grandes corporaciones y fondos que acaban transformando a los ganaderos en trabajadores a bajo coste de una cadena de producción.

Este tipo de ganadería necesita grandes inversiones en instalaciones, tecnología, mano de obra, etc. El gran incremento de la población en el mundo durante el siglo pasado unido a que cada vez se come más y la disminución de los costes de explotación han hecho que este tipo de ganadería, también llamada industrial haya crecido mucho en los últimos años.

La producción intensiva y en ascenso lleva a que las emisiones de efecto invernadero de solo 20 grandes corporaciones europeas equivalgan a tres cuartas partes de todo el CO2 liberado por España en un año, o a la mitad de potencias como Francia, Gran Bretaña o Italia. La producción industrial y sin freno de solo un pequeño puñado de grandes empresas europeas de la carne y los lácteos emite tantos gases invernadero como países enteros de la UE.