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El invierno europeo y el gas Ruso, España dice no al recorte

La negativa del gobierno español ante este escenario, responde a la preparación técnica y en infraestructura que ha desarrollado.

Las últimas declaraciones públicas realizadas por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ante la solicitud por parte de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de realizar un recorte obligatorio del 15 % del consumo de gas en la eurozona; han sido una rotunda negativa.

En palabras de la ministra Ribera: “No permitiremos propuestas que nos hagan sufrir por encima de lo que se exige a otros socios comunitarios”.

Del racionamiento

Las razones de la solicitud del recorte energético por parte de Bruselas descansa en dos claves, la cercanía del invierno europeo y las sospechas sobre un posible incremento en los problemas con Rusia y su red de distribución de gas.

Bruselas

Von der Leyen, ha hecho públicas las preocupaciones de la comunidad ante posibles cortes programados por parte de la red de gas rusa y ha planteado una serie de reducciones en dos direcciones, la gubernamental y la ciudadana.

En el caso de la esfera gubernamental, ha solicitado una serie de medidas destinadas al control en el uso de la calefacción en las oficinas y espacios públicos.

En la esfera ciudadana, el aporte está de igual manera en el recorte del empleo del gas a favor de un bien mayor superior. Para ello se deberán hacer una serie de ajustes en la vida privada de las familias europeas que incluyen uso de calefacción, artefactos eléctricos, tiempo de ducha, entre otros controles.

Esto no es nuevo 

Este escenario de austeridad al que estaba acostumbrada la Europa posguerra, había sido superado en parte por la producción y distribución de la red de gas que desde hace décadas viene desarrollando y tecnificando Rusia.

Sin embargo, el conflicto con Ucrania y las diferencias políticas generadas por parte de los miembros de la comunidad europea, han obligado a los líderes de los países más dependientes del gas ruso, como Alemania, Austria o Bulgaria, a asumir un escenario en donde es un objetivo estratégico disminuir su dependencia energética con el Kremlin.

España ante este escenario

La negativa del gobierno español ante este escenario de guerra fría, responde a la preparación técnica y en infraestructura que ha tenido durante las últimas décadas el país.

España cuenta con una de las mejores plataformas en generación de energía por medio de gas en el continente europeo. Las redes de distribución, transporte y almacenamiento le permiten hoy día estar un 10 porciento por encima de casi toda la media europea y además está en total capacidad de ofrecer parte de su producción al continente.

“Debate constructivo y activo”

En palabras de la tercera vicepresidenta, Teresa Ribera:

“Nuestra solidaridad es mucho más útil si podemos hacer uso de nuestras infraestructuras para poder aportar gas al resto de los europeos, pero no a costa de unos consumidores domésticos e industriales que vienen pagando desde hace mucho una factura muy elevada”.

La negativa de España ha traído como consecuencia una serie de movimientos diplomáticos que han separado a la Unión Europea en dos grupos: unos a favor del recorte (principalmente Alemania) y otros en contra (entre ellos España y Portugal).

En las próximas horas continuará el debate hasta que logre llegarse a un acuerdo formal. Para ello, esta debe ser una decisión consensuada entre los quince miembros de la unión.