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Científicos presos por protestas en la sede de BMW en Alemania

Integrantes de Rebelión Científica han ingresado en BMW Alemania para protestar contra el cambio climático. Han pegado impresos en automóviles de lujo y los han rociado de pintura negra.

Continúan las protestas en Europa por parte de activistas, algunos de ellos científicos, de organizaciones ecologistas. Estos hechos suceden a pocos días del inicio de la COP 27, un evento de la Organización de las Naciones Unidas. En él se crea un espacio para que los Estados participantes tomen acuerdos en torno a posibles soluciones para enfrentarse al cambio climático.

Las protestas han buscado llamar la atención por esta realidad que amenaza la existencia de todas las especies, y el agotamiento de las condiciones de vida de las sociedades humanas.

Las formas de protesta han generado controversia en la opinión pública, y es que en algunos casos han atentado contra obras de arte de reconocimiento histórico y cultural.

La nueva protesta

Esta vez, la protesta salió de los museos y llegó a la sede de la BMW en Alemania.

Dieciséis activistas de una organización denominada Rebelión Científica (entre ellos, cinco de nacionalidad española), ingresaron a la empresa y procedieron a pegar impresos en los automóviles de lujo, rociándolos además con pintura negra.

Los activistas españoles son: el ambientólogo Víctor de Santos, el doctor en Física y Matemáticas, Mauricio Misquero, los ingenieros Fernando Rojas y Joseba Sáenz de Navarrete, y la artista y activista Marta Moreno Muñoz.

Los activistas han sido detenidos por sus acciones Según información de la organización Rebelión Científica, van a seguir en tal condición hasta el viernes 4 de noviembre, a excepción de dos activistas que serán liberados el 1 y 2 de noviembre.

El motivo de la protesta

Los activistas afirman que las promesas que han surgido de las organizaciones internacionales, forman parte de una farsa. Alegan que no existe voluntad política para avanzar en los acuerdos planteados. Esto, días antes de iniciar, en Egipto, la cumbre contra el cambio climático.

Los científicos plantean que el compromiso del Acuerdo de París, donde los Estados se comprometen a mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5º, ya está agotado. Afirman que no queda tiempo para cumplirlo.

“Todos aquí formamos parte de la comunidad científica y conocemos los datos actuales de primera mano. Seguir diciendo públicamente que el reto de 1,5°C sigue vivo, ya no es defendible. Sin embargo, los políticos, los principales académicos y también gran parte del movimiento ecologista, persisten en hacerlo. Además de una falsedad, es un enorme error. De esta manera, industrias contaminantes y responsables políticos, son alentados a resistirse a la rápida descarbonización”, afirma Nathaniel Rugh, científico medioambiental.

Apoyo de diversos sectores

Los científicos han recibido el apoyo de distintos sectores de la sociedad que acompañan los argumentos de la protesta.

La iglesia alemana ha sido uno de los actores más importantes de entre los que se han manifestado. A través de una carta a los responsables de la iglesia católica en este país, 102 integrantes exigen que sus compañeros se unan a las acciones.

Igualmente, académicos de cuarenta países solicitan en carta abierta a su gremio “compartir con el público lo que comparten entre ellos sobre la respuesta del mundo al cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.

Finalmente, Rebelión Científica pide al Gobierno alemán que exija al banco mundial y al FMI, la descarbonización masiva del transporte. También piden la cancelación de la deuda de los países del sur.