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Albert Rivera y la Constitución de 1978

El pasado lunes 8 de abril, el candidato a la Presidencia del Gobierno Albert Rivera, líder de Ciudadanos, propuso, entre otras medidas, la creación de una asignatura obligatoria en la que los alumnos deberían aprenderse la Constitución Española de 1978. Pero, ¿conoce realmente dicha Constitución el propio Rivera?

Si nos fijamos solo en el preámbulo de la Constitución, encontramos frases como “proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones“, así como “colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas […] entre todos los pueblos de la Tierra”.

Por lo que al primer punto se refiere, es evidente que Ciudadanos, con Albert Rivera a la cabeza, lo incumplen, puesto que su partido nació con el único intento de destrozar el sistema de inmersión lingüística en Cataluña, hecho que afectaría gravemente en la salud del catalán. Ni que decir que, en el programa del partido, no se hace ninguna mención al resto de lenguas que no sean la castellana, de manera que no estarían protegiendo los pueblos de España, ni sus culturas y tradiciones ni lenguas.

Con la recentralización del país, además, estaría atacando las instituciones propias de cada Comunidad. Rivera ya ha defendido en más de una ocasión su interés en aplicar indefinidamente el artículo 155 en Cataluña, amenazando otras comunidades con la misma suerte si no cumplen con su voluntad -este artículo sí que lo conoce bien-.

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En relación a la frase sobre las relaciones pacíficas entre todos los pueblos de la Tierra, el apoyo de Rivera a Juan Guaidó y su intención de apoyar un ataque armado en Venezuela chocan frontalmente con dicha disposición que, no debemos olvidar, se encuentra en el preámbulo de la Carta Magna.

Si nos fijamos en los artículos de la Constitución, parece evidente que Albert Rivera no se ha leído el artículo 1, que dice que la soberanía nacional reside en el pueblo español, no en la justicia española. En su primera disposición, este artículo afirma que como valores superiores a su ordenamiento jurídico están la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

No parece conocer especialmente el artículo número 3, en el que se expresa que “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección“. Como se expresaba en relación al preámbulo, en el que también se incide en este tema en particular, Ciudadanos ha destacado siempre por su ataque a todas las minorías nacionales de España, priorizando en todos los casos el castellano.

En el artículo 6, relativo a los partidos políticos, se expone que la estructura interna y su funcionamiento deben ser democráticos. Por lo que expresan distintos miembros del partido Ciudadanos -pasados y presentes-, la democracia no parece ser la mejor definición si hablamos de su funcionamiento interno. Vaya, que Albert Rivera es una figura autoritaria que hace y deshace a voluntad dentro de Ciudadanos.

Otro artículo curioso es el 13, en el que se expone que los delitos políticos quedan excluidos de la extradición, así que no se comprende porqué se enfadó tanto con Alemania por no extraditar a Carles Puigdemont. La propia Constitución Española asegura que no se pueden extraditar personas por motivos políticos -esta disposición se instauró para proteger a las personas que sufrían persecución política en otros países-.

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Artículo 16: “Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias“. Cuántas veces ha exigido Albert Rivera en público a políticos de otros partidos que se definan en uno u otro sentido, principalmente en función a su ideología.

Artículo 35: “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo“. Con las medidas neoliberales de Ciudadanos será más barato el despido.

Artículo 47: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada“. Tampoco parece interesarle.

Artículo 97: “El Gobierno dirige la política interior y exterior“. Rivera haciendo campaña electoral en Venezuela o reconociendo a Juan Guaidó como presidente de ese país sin consultar con el gobierno español.

Artículo 128: “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general“. No al IBEX 35.

Albert Rivera tampoco debe haber leído los artículos 167, 168 y 169, puesto que sigue afirmando que la Constitución no se puede modificar -cosa que, por otro lado, hicieron Partido Popular y PSOE sin aplicar los mencionados artículos-.

Finalmente, es necesaria una referencia al artículo 10, en el que se expone que el libre desarrollo de la personalidad forma parte de la propia dignidad de la persona, así como al artículo 27, donde se reconoce la libertad de enseñanza. Con sus constantes intentos de establecer una educación que uniformice a los alumnos, evidencia que Albert Rivera, en este caso tampoco tiene conocimiento de la Constitución Española.