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Candidatura de Hugo Chávez en 1998: el contexto sociopolítico venezolano (I)

Tras el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, el Teniente Coronel del ejército venezolano Hugo Rafael Chávez Frías entra en la palestra pública.

Su candidatura a la presidencia y posterior victoria representa el fin a un régimen bipartidista políticamente moribundo y abre paso a un importante proceso constituyente que refundará la República otorgándole el nombre a ésta de República Bolivariana de Venezuela.

En las siguientes líneas se mencionará desde el punto de vista del marketing político, los elementos más resaltantes de la campaña presidencial de Hugo Chávez de la manera más puntual y concreta posible.

Esta fue sin dudas una de las campañas electorales más polarizadas que se ha desarrollado en el país. Los medios de comunicación, artistas, empresarios e incluso gobiernos extranjeros (como el de Estados Unidos), expresando su candidato favorito abiertamente.

La propuesta de Chávez era transformar Venezuela a partir de cambios profundos tanto en la dinámica de las instituciones del Estado como en el sistema de partidos, todo esto bajo el concepto de “Revolución Bolivariana”.

Respecto al posicionamiento del candidato Hugo Chávez  en comparación a sus oponentes,  resalta particularmente su  tono de voz. El espectro utilizado por Chávez era amplísimo, puede hablar con un volumen de moderado a bajo para llamar la atención sobre un punto particular, utilizando gestos simétricos y al momento siguiente elevar el tono de voz dramáticamente como un llamado a la acción, esta vez con gestos asimétricos.

Chávez indiscutiblemente domina su lenguaje corporal, a través de una cuidadosa selección de gestos, logra adaptarse a su discurso verbal en cada situación, asegurándose de reafirmar su carácter revolucionario, en unos casos, conciliatorio y progresista.

En las elecciones nacionales efectuadas en Venezuela el domingo 6 de diciembre de 1998 para elegir al presidente de la República, resultó ganador Hugo Chávez del MVR, con el segundo mayor porcentaje del voto popular en 4 décadas (56,20%), sucediendo a Rafael Caldera en la máxima magistratura de la nación.

Inicialmente dichas elecciones fueron convocadas para el período constitucional “2 de febrero de 1999 – 2 de febrero de 2004” bajo lo establecido en la Constitución de Venezuela de 1961, pero la vigencia de una nueva constitución creada mediante el Referéndum Aprobatorio de la Constitución de 1999, se recortó el período constitucional inicial.

En el contexto de los comicios de 1998, los actores relevantes con peso e influencia en la decisión de los votantes, a favor o en contra del candidato Chávez fueron los medios de comunicación, los cuales son esenciales para las elecciones democráticas.

Una elección libre y justa no se trata solamente de votar en las condiciones adecuadas, sino que también es necesario contar con información relevante sobre los partidos, las políticas, los candidatos y el propio proceso electoral, a efecto de que los electores estén en condiciones de hacer una selección ajustada a sus necesidades y demandas.

Durante las elecciones presidenciales de 1998, los medios de comunicación se inclinaron más en apoyar al candidato Hugo Chávez. Sin embargo había muchos temores, ya que surgió un matriz de opinión la cual aseguraba que, de ganar Chávez, se iba a generar una “guerra civil”.

El surgimiento de movimientos electorales de izquierda en Venezuela, causa de la profunda crisis de representatividad de los partidos políticos tradicionales, ha generado un nuevo escenario político que pone en entredicho la supuesta “estabilidad democrática” que había tenido el país desde 1958.

Entre las condiciones objetivas que ofrecía el contexto político venezolano durante dicha contienda electoral destaca la tasa de crecimiento promedio anual poblacional para el período 1998-2004 era de 1,85%. Se proyecta que para el año 2010 la población total alcance la cifra de 28.833.845 habitantes y será de aproximadamente 31 millones en el año 2015, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE).

Por otra parte, está la libertad de culto. Dependiendo de la fuente, entre 70% y 90% de la población del país se considera católica, aunque sólo un pequeño porcentaje asiste a servicios religiosos. El resto de la población alrededor del 6% es protestante (unión de diversas sectas), 1,5 de otras religiones y el 6% no profesa ninguna religión.

La libertad de culto está protegida por el artículo 59 de la Constitución Nacional de Venezuela; las relaciones entre las diferentes religiones y el Estado son coordinadas por la Dirección de Cultos del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia.

El factor económico también fue altamente considerado en las diferentes estrategias planteadas por las organizaciones políticas en estas elecciones. Cabe destacar, que la economía de Venezuela tiene su base fundamental en el petróleo y sus recursos minerales. Mientras la extracción del recurso ha ayudado al desarrollo de la economía industrial, la nación continúa siendo vulnerable a fluctuaciones del mercado mundial.

Los altos precios del petróleo a comienzos de 1980 le proporcionaron al país la mayor renta per cápita de Sur América. Sin embargo, a comienzos de 1990, la reducción global del mercado petrolero junto a la inestabilidad política y crisis en el sistema bancario, generó un impacto económico para el país. Después del ascenso en los años ochenta, el producto interno bruto (PIB) empezó a caer en los años noventa debido al aumento de la inflación.

En 1998 Venezuela presentaba diversos problemas sociales, económicos,  de desempleo, culturales, etc. En ese contexto la Republica poseía un sistema de gobierno presidencialista multipartidista, caracterizado por un gran número de partidos políticos. Pero estos la mayoría de las veces terminan aliándose a las grandes cúpulas económicas para formar coaliciones de gobierno.

Ruptura definitiva con el modelo tradicional de partidos. El 6 de diciembre de 1998, con el triunfo en las elecciones presidenciales de Hugo Rafael Chávez Frías, se evidenció definitivamente el rechazo del pueblo venezolano al modelo tradicional de partidos que habían dominado la escena política durante 40 años (desde el 23 de enero de 1958, hasta el 6 de diciembre de 1998).

Para sacar a Venezuela de la situación crítica en que se encuentra, es preciso transformar el marco institucional dentro del cual los diferentes actores políticos, económicos y sociales se desenvuelven y toman sus decisiones.

Todas las decisiones de carácter e interés nacional son sometidas al tutelaje de las direcciones partidistas, sin que sobre éstos exista ningún control efectivo por parte de la sociedad venezolana.

El alto grado de concentración del poder, combinado con un Estado que ha manejado grandes recursos provenientes del negocio petrolero, trajo consigo la generación de corruptelas, compadrazgos y clientelismo, erosionándose el desarrollo democrático de la vida nacional.

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