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Coronavirus en Ecuador: después del terremoto

Un terremoto es una tragedia que no avisa, radicalmente distinto a lo que ocurre con la pandemia del Coronavirus, que sabemos inició en 2019.

El 16 de abril del 2016 ocurrió lo impensable, un terremoto de 7,8 en la escala de Ritcher afectó a Manabí y Esmeraldas en Ecuador. 671 personas perdieron la vida, miles se quedaron sin casa, millones sin trabajo.

Recordemos lo que hizo Jorge Glas la misma noche del terremoto:

  • Solicitó la declaratoria de emergencia nacional al Presidente Rafael Correa que estaba fuera del país.
  • Dispuso la movilización de 10 mil miembros de las fuerzas armadas.
  • Solicitó la activación de créditos CAF y BID de emergencias, negociados anteriormente para contingencias. La misma noche los recursos fueron asignados a los ministerios de Salud, Defensa, Interior, Electricidad, Transporte, Telecomunicaciones, etc.
  • Dispuso la movilización de 5.000 miembros de la Policía Nacional.
  • Declaró la movilización total del sistema de salud pública.
  • Movilizó a todos los trabajadores des sector eléctrico con equipos y repuestos para recuperar el servicio de energía. En 5 días el 70% de la red estaba operativa.
  • Movilizó la maquinaria del Ministerio de Obras Públicas, tanto la estatal como la privada, así como la maquinaria de los Gobiernos Provinciales y Municipales, para habilitar carreteras y sistemas de agua y alcantarillado.
  • Activó todo al parque aeronáutico militar para transporte de personal y provisiones.
  • Dispuso la activación gratuita de todos los servicios de mensajería de telefonía móvil en Manabí y Esmeraldas.
  • Garantizó el suministro de combustibles en Manabí y esmeraldas.

A las 7 A.M. del domingo ya estaba en Manta, recorrió Portoviejo, Pedernales y Jama, mientras organizaba las actividades de rescate, atención médica de emergencia, y el doloroso entierro de centenas de ciudadanos. Durmió en Pedernales en contra de las recomendaciones de seguridad, mientras Rafael Correa llegaba al país.

A los dos días tuvo dos centros de acopio y distribución de alimentos en Manta y Portoviejo. Se recuperaban servicios esenciales como electricidad, telecomunicaciones, vialidad, agua potable y alcantarillado. Nunca faltaron ni medicinas ni médicos. El sistema de salud pudo responder, al igual que lo hicieron servidores públicos de las empresas eléctricas y telefónicas, además del Ministerio de Obras Públicas.

A las dos semanas del terremoto, el Presidente Rafael Correa le encargó la reconstrucción, un plan de 4 años muy agresivo, y hubo que empezar la planificación desde los estudios hasta las fuentes de financiamiento. La decisión política hizo aprobar la Ley de Solidaridad para la Reconstrucción y Reactivación, la cual generó recursos para levantar a Manabí y Esmeraldas.

Creo que las diferencias son obvias. Todos sabían que esta pandemia iba a llegar, no se hizo nada.

El mensaje de quedarse en casa (que hay que hacerlo) no basta. A diferencia del terremoto, esta era una crisis anunciada.

La demencia y la codicia les hizo desguazar el sistema público de salud a tal punto de que cada hospital se ha convertido en centros de corrupción y asalto político, decenas de miles de servidores públicos despedidos por orden del FMI y su esbirro el Ministro de Finanzas, asalariado de las Cámaras y Bancos, el resultado es este descalabro nacional.

Ahora que el FMI los ha abandonado, lo que quedan son médicos y enfermeras sin mascarillas ni alcohol, cero equipos de respiración nuevos, y la ausencia total de un sistema de emergencia frente a millones de ciudadanos que en pocos días clamarán por alimentos.

>>Sin presupuesto para el coronavirus, Ecuador no merece este gobierno<<

Y así, tenemos a un ministro de finanzas negando fondos para la epidemia, la ministra de salud renunciando por falta de fondos y por no poder trabajar con pipones, el ministro de cultura repartiendo 200 USD a artistas, el ministro de telecomunicaciones hablando de telemedicina (sin saber lo que es) pero cerrando infocentros, y un vicepresidente ilegítimo dando la cifra de contagiados sin responder cómo se va a enfrentar esta pandemia y la crisis económicas de millones de ecuatorianos que en cuarentena no tienen para comer.

¡Pero no olvidemos al Presidente! Invitando a visitar museos online.

En medio de esta crisis nos preguntamos ¿Dónde están Rafael Correa y Jorge Glas para ayudarnos?

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