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Crónicas del confinamiento por el coronavirus [Día 6]

Tengo mil pensamientos que me dan vueltas en la cabeza, todo el día, a toda hora. Trato de ordenármelos en cosas que puedo hacer y dejar a un lado lo que no me permite el estar encerrada, eso me está ayudando muchísimo aparte de estar activa constantemente.

Hoy me levanté a las 7, estuve viendo las noticias, leyendo y mirando qué hacía la gente que sigo en redes, cada uno está viviendo lo mismo que yo pero de diferente manera, cada persona lo lleva como quiere y como puede, nadie esta acostumbrado a tener que estar 24 horas en casa sin poder salir y sin tener la certeza de cuándo saldremos de esta.

A las 8 desayuné con la gente de casa, porque ya tenemos una rutina diaria, cada día que pasa más me da la sensación de que se somos una familia, decidimos qué comer, qué actividades hacer y cómo reorganizar del departamento para estar mas cómodos.

Me parece muy divertido, espero que sigamos así después de un tiempo la verdad. Después de desayunar salí al balcón a fumar a ver quién se asoma del balcón del frente, pero por lo general en la mañana nadie sale.

Fui al baño y me puse a hacer la primer parte de la comida, hoy era mi turno de cocinar, decidí hacer ñoquis, a la gente de casa les pareció excelente idea.

A las 10 ya estaba vestida para el ejercicio, sí también hacemos deporte, el verano llega y por más que estemos en casa eso es un hecho, en casa lo necesitábamos, todos lo quieren hacer por salud pero es lindo pensar que quizás tenemos un cuerpazo para lucirlo en la playa si todo termina, y si no bueno mi balcón estará orgulloso de verme en bikini con el abdomen plano.

A las 12 ya bañada y después de comerme 4 fetas de jamón cocido y un puñado de anacardos, que no tengo ni puta idea qué son porque no los había visto ni probado nunca, pude ponerme con la segunda parte de la comida, pero antes necesitaba saber si los hacía directamente sobre la mesa o con el ule puesto.

Entonces decidí preguntárselo a la dueña de casa, que me contestó que la mejor idea era hacerlos en la cocina, no podía hacerlos en la cocina, discutimos, los hice en la mesa con el ule, y me di cuenta de que a ella le había afectado muchísimo la discusión.

Las 3 horas que estuve haciéndolos estuve pensando en esa discusión y llegué a dos conclusiones; primero ella se había levantando con paranoia, algo normal en una persona acostumbrada a solo estar en casa para disfrutar de una peli, una serie, comer, dormir y poco más, como la mayoría de la gente.

La presión por no poder salir a pasear con el hermoso día que hace afuera, la llevó por el lado de entrar en paranoia y encima le salí yo con lo de ensuciar la mesa y probablemente el suelo, que está limpio porque ayer nos tocó limpieza a fondo.

La pobre explotó y la segunda fue no volver a hacer ñoquis hasta después de que pase la cuarentena,p orque la discusión que tuvimos fue una en la cual ninguna de las dos iba a entender a la otra porque ambas teníamos razón, pero ninguna el poder de entendimiento en ese momento.

A las 15 cuando terminé con los ñoquis, la salsa y las burguers de pollo con espinacas llamé a toda la gente a comer y yo me fui a fumar, lo necesitaba, salió ella y hablamos. Le comenté de mis dos conclusiones y me dijo “gracias hoy no estoy en mi mejor día”.

Me llenó de amor y ternura, no todos tienen el poder de aceptar y decir que no están en el mejor momento, me pareció maravilloso y todo esto lo estoy contando porque aparte de que fue algo de mi día, porque quizás a alguien le pase lo mismo y no tenemos la suerte de decir, “bueno me voy a caminar a despejar la mente“.

No queda otra que entender la situación de cada uno y cómo lo vive cada uno internamente. Hoy, ahora más que nunca hay que tener la empatía y el punto de ponerse en los zapatos del que tenemos al lado.

A las 16 terminamos de comer, me enteré de que hoy podía darme el lujo de comer un postre de chocolate, fue una de las mejores cosas que me pasaron estos últimos días, hace tres días atrás no podía comer nada, estaba mal de la panza entonces he ido agregando cosas de a poco, así que mi nivel de felicidad superó los límites.

A las 16:30 pusimos la quinta peli de Harry Potter, con otra de las chicas estamos viendo la saga, una por día, ayer no vimos porque como les dije antes nos había tocado limpieza a fondo, en el medio voy escribiendo, relatando mi día.

Son las 19:30 terminé la peli, estoy terminando el relato y ya no me queda mucho por hacer en el día de hoy mas que salir a fumar, merendar y ver qué me toca de cena hoy, con suerte me toca calabacín o pepino con jamón, porque como me parecía poco hacer ejercicio todos los días a la mañana, también decidí ponerme a dieta y comer sano.