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Crónicas de confinamiento por coronavirus. ¡El ángel!

La segunda partida de parchís la perdí y ya era hora de cenar. Este confinamiento me está ayudando a comer mejor y aprender a que comer, bueno el confinamiento sumado al ángel que es el que nos enseña qué se debe comer, qué no y el por qué de todo eso.

Lo volvemos un poco loco con las preguntas pero nos tiene paciencia. Mi amiga cenó una ensalada que había quedado del otro día, le agrego un poco de salteado de verduras del mediodía y un pepino, el ángel cenó champiñones con jamón cocido y yo me hice una tortilla con el salteado que quedaba acompañada de un pepino.

Nos sentamos a cenar mientras veíamos Naruto, anoche nos vimos 4 capítulos, hemos roto una nueva marca y cerca de medianoche nos fuimos a la cama.

9:00

Sonó mi despertador y con un un ojo abierto y el otro no, miré el teléfono. Tenía varios chats, entre ellos uno del ángel que me decía que iba a hacer la comida él porque mañana tiene que ir a comprar y es mejor que yo cocine mañana. Como no tenía que levantarme para cocinar me quedé un poco más en la cama.

10:40

Ese poco no fue tan poco, me quedé profundamente dormida y no había puesto otra alarma. En cuanto vi la hora salí corriendo de la cama, obvio que todos ya habían desayunado. Estuve un rato pensando en qué hacerme hasta que opté por dos tostadas con jamón cocido y un té de manzanilla.

11:30

Me senté a trabajar, tenía unos mensajes de mi profe de inglés con tarea para hacer, y cuando abrí el mail también tenía cosas importantes. Organicé mi mañana de tal manera que me alcanzara para hacer un poco de todo.

12:15

Me llamaron para hacer ejercicio. Hoy el maldito bastardo nos cambió la rutina de pesas, la nueva es tan pesada que la media de repeticiones que estamos haciendo es 4 por cada ejercicio, con la otra hacíamos una media de 12 repeticiones, una locura, pero al menos la hemos completado.

14:30

Estaba con bastante hambre así que fui a la cocina para ver cómo iba la comida y si necesitaban mi ayuda para algo, pero no. Llegué en el momento indicado, faltaba muy poco para que la ensalada de papas, atún, palta y queso que estaba preparando el ángel estuviera lista.

15:00

Por fin nos sentamos a comer. La ensalada estaba genial, después nos pusimos a ver un poco del programa mexicano Exponiendo infieles, mientras mi amiga nos traía los tés, y cuando vino pusimos un capítulo de Brooklyn nine nine.

16:00

Hoy tenía clase de inglés, ¡fue estupenda! Hice un listening y respondí unas preguntas. Mi profe me explicó un par de cosas y nos pusimos a completar unas actividades que me había dado. Todo muy bien la verdad, estoy muy contenta, empezar a estudiar inglés fue una de las mejores decisiones que he tomado.

18:00

Después de la clase me fui a ver qué hacia mi amiga y a ver si merendábamos. Ella ya se estaba comiendo un trozo de brownie con helado, entonces yo me comí una copa de avellana que llevaba en la nevera bastante tiempo, pero sorprendentemente no estaba vencida.

Mientras me la comía, mis amigas y yo decidimos tirarnos una partida de ludo y salí en segundo lugar.

19:00

Vuelo a mi habitación tenía que trabajar, una vez que me puse al día con lo que tenía propuesto hacer me puse a ver unos vídeos de YouTube para informarme un poco más de lo que voy haciendo en el trabajo y para ver si me había saltado algún detalle.

20:00

Vino el ángel a buscarme para salir a aplaudir. No me había dado cuenta de la hora, estaba muy concentrada en los vídeos y haciendo anotaciones. Hice un mapa conceptual que quedó tan bien que lo pondría en un cuadro.

Aplausos una vez más, los viejitos nos siguen saludando y no puedo creer que ya estemos en el día 33 de confinamiento.

Un día más de confinamiento, un día menos para poder salir a la calle.