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Valle de Cuelgamuros y el disfraz socialista

A poco de cumplirse los 100 primeros días de la llegada de los socialistas al Gobierno, -una llegada tragicómica por unos nombramientos más típicos de una película de Berlanga que de un asunto de estado-, Pedro Sánchez jugó una carta que nadie, desde la muerte de Franco, ha sacado de la baraja de la Transición: la exhumación de los restos del dictador. Y la conversión del Valle de los Caídos en un lugar para el recuerdo de todas las víctimas de la Guerra Civil, dejando de ser lo que es, un mausoleo a los vencedores. Una opción ésta última que el mismo Pedro Sánchez ha desechado en favor de las propuestas de Ciudadanos y el Partido Popular.

Pero a los que no comulgamos desde hace años con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), nos surge una pregunta: ¿Son sinceras las intenciones de Pedro Sánchez al respecto o volvemos a encontrarnos ante un show que desvíe las miradas sobre su agenda neoliberal de gobierno? No hace falta indagar mucho para averiguarlo. El propio partido y el mismo Sánchez nos han dado la respuesta a base de medidas dignas de extrema derecha.

Apenas dos semanas después de estrenar su cargo, Pedro Sánchez, como llamada de atención a sus socios de Europa, aceptó que el barco Aquarius fuera recibido en España dando trato preferente a los 630 inmigrantes que iban a bordo. Sin embargo, más de dos meses después, y para perplejidad de quienes aplaudimos aquella decisión, debido a los saltos masivos en la valla de Ceuta, decide expulsar a Marruecos a 116 inmigrantes y, poco después, son detenidos 10 subsaharianos por planear un salto violento en Ceuta. Cabe mencionar que estas decisiones fueron celebradas por la extrema derecha española y europea.

¿Alguien cree de verdad que la decisión del ejecutivo de exhumar los restos de Franco es por convicción ideológica? Más bien es una decisión -de tantas otras- que le sirven para seguir manteniendo viva la falsa creencia de que el PSOE representa a la izquierda. Una izquierda que te da las de “cal” y no las de arena. Siguen estando de acuerdo en muchas políticas con el Partido Popular (PP), algo que se constata con el mantenimiento de la Ley Mordaza, las Reformas Laborales, el cambio del artículo 135 de la Constitución y la amenaza constante de la aplicación del 155 en Cataluña.

Bien sabe Pedro Sánchez que el Valle de los Caídos seguirá siendo un lugar de peregrinaje para el franquismo existente, porque la cruz seguirá allí, porque los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera seguirán allí, porque se le seguirá llamando “de los Caídos“, de los de un bando, porque allí, bajo aquella inmensa cruz por la que unos golpistas derramaron tanta sangre, hay republicanos asesinados. Por eso aquello seguirá siendo un monumento en honor y en memoria de un dictador y de un bando.

De nuevo, una gran mentira.