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Ecuador: la presidencia está vacante

Es el año 2017, el mes de mayo el día 24; estamos en Ecuador, hasta ese año en nuestro país se celebraba “La Batalla del Pichincha” por ser el día de la gesta libertaria liderada por el “Mártir de Berruecos”, que expulsó definitivamente de nuestras tierras a las huestes comandadas por el General Aymerich.

Aymerich defendía el enclave del Conde Ruiz de Castilla en el Palacio de Carondelet, y la permanencia de la monárquica explotación de las riquezas y la opresión a los nativos “indios”, los criollos o “pelucones de aquella época”, los mestizos o proletarios, y “la última rueda del coche” los esclavos negros; ahora, antes de seguir desviándome de lo que quiero escribir, iré al grano.

Ahora en el Ecuador cuántico de Boltaire, esta fecha, el 24 de mayo se ha convertido en un día negro para la Revolución Ciudadana, pues en este siglo XXI, los verdaderos revolucionarios rememoramos el día en que se consumó la más grande de las traiciones desde la época en que Leonidas Plaza Traicionó al General Alfaro.

Es más, podemos afirmar que se trata de la re-edición de la misma traición, pues igual que hoy hace el traidor Boltaire, lo hizo Plaza, denostando y acusando falsamente a su predecesor y mentor, con el apoyo de los empresaurios, banqueros, la prensa y los políticos conservadores, antecesores de los actuales derechistas neoliberales, traición aquella que terminó en la “hoguera bárbara” de El Ejido, y la de ahora, con el lawfare en contra del líder de la “canalla enzapatada” es decir la gente, el pueblo de la Revolución Ciudadana que espera con paciencia y sin rencor pero con memoria.

¿Porqué me siento como pollo de granja? Ah, cierto es porque aún no voy al grano; lo que he querido decir desde la primera línea que empecé a escribir, es que desde el 24 de mayo de 2017, la Presidencia de la República del Ecuador está huérfana, la silla del Barón de Carondelet está vacía, es decir está vacante el cargo, no tenemos presidente, queremos a Rafael.

Por eso, el 2021 la Revolución Ciudadana volverá a vencer con Correa candidato o con el candidato que él decida acompañar, sea que corra para vicepresidente o para la Asamblea Nacional, vamos a recuperar la Patria en las urnas, con el voto del pueblo y a terminar con la barbarie iniciada por Boltaire y sus promotores y lacayos, la fanosa “descorreización” del país.

Que ha consistido en el cambio de logos de todas las obras del gobierno de Correa, y el apego irrestricto a las órdenes de la secretaría de estado imperial y la receta del FMI, la infame, planeada y proyectada decisión de acabar con la institucionalidad de estado en beneficio del apetito empresaurial que está a punto de alzarse con las empresas públicas más rentables a cuento de la antigua declaración de que el estado no sabe administrar.

Afirmación impúdica y lujuriosa que solo persigue apropiarse de la inversión estatal para llegar de lleno a la explotación de recursos técnicos, administrativos y laborales para meterse en los bolsillos grandes sumas de dinero.

Esto es lo que he querido decir: no hay presidente en el Ecuador, país que actualmente está gobernado por un colectivo invisible de chulqueros disfrazados de banqueros, de sicarios de tinta disfrazados de periodistas, de explotadores empresaurios de sobacos perfumados, de políticos infames y unos cuantos esbirros uniformados y otros lacayos desnudos de inteligencia, ataviados únicamente con el atrevimiento y la arrogancia embriagados con las mieles efímeras del poder.

Cuando la Revolución Ciudadana concurra a las urnas el 2021, Boltaire y sus huestes, tal como Ruiz de Castilla y Aymerich, serán expulsados de esta tierra, ya no por el Mártir de Berruecos, esta vez lo hará el Héroe del Pueblo si, ese mismo, el que dejó la oficina de la presidencia, pero aún en Bélgica sigue siendo presidente de los ecuatorianos.

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