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España: ¿Democracia o Monarquía con tintes autoritarios?

¿Qué es una democracia ?

La definición de democracia viene del griego antiguo DEMOS-KRATROS, donde DEMOS significa “pueblo” y KRATOS “gobierno” o “poder”. Por tanto en una democracia el poder está en el pueblo. La democracia es un sistema político que defiende la soberanía del pueblo a elegir y a controlar a sus gobernantes.

En una democracia se da una sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexo o creencias religiosas. Una democracia está basada en la división de poderes que establecía Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial.

El poder legislativo (Parlamento) es elegido por el pueblo, el cual a su vez elige al poder ejecutivo (Gobierno). El poder judicial (Tribunal Constitucional) ha de administrar las leyes en nombre del pueblo

Ahora que conocemos un poco la teoría es hora de llegar a la práctica.

¿Es España un Estado social y democrático? Es más que evidente que no. España no es un Estado social y democrático.

  • En España tenemos una Monarquía impuesta por una dictadura. Sin duda en este caso no se respeta el derecho del pueblo a elegir. Se llevó a cabo una “simulación” de transición de la dictadura a una supuesta “democracia”  en el 78 y es más que evidente que se ha demostrado con los años que todo fue una farsa.
  • Existen innumerables incumplimientos de la Constitución. Una gran contradicción  ya que en una democracia la Constitución tiene un gran poder.
  • El poder judicial está claramente secuestrado por el poder ejecutivo. En una democracia han de ser independientes.
  • La soberanía no reside en el pueblo. Por mucho que los representados sean elegidos por el pueblo, el verdadero poder está en manos de las oligarquías. Además las listas de los representantes son cerradas.
  • La existencia de la corrupción institucional. Las instituciones están instrumentalizadas en beneficio de los poderes fácticos.
  • Existe una enorme carencia de cultura democrática, un vestigio heredado del franquismo.
  • La escandalosa impunidad del franquismo nos aleja mucho de un Estado democrático  El incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica es sistemático.
  • La existencia de una “policía política” que está al servicio del poder ejecutivo es incompatible con un Estado democrático.
  • El dominio del cuarto poder, los medios de comunicación están al servicio de los poderes fácticos.
  • No se lleva a cabo un debate sobre el modelo de Estado y no obviemos la cuestión republicana, es un tema sin duda tabú.

Por todos estos puntos anteriores, España obtiene un escandaloso suspenso en democracia. Entonces, si España no es una democracia, como algunos se jactan de afirmar, ¿ante qué sistema nos encontramos pues? Pues bien España podría ser considerada como una monarquía parlamentaria con tintes autoritarios.

¿ Y porqué de esta afirmación? Vamos a verlo a continuación.

Un país que abandona la libertad de expresión y opta por la represión es sin duda un país autoritario  La “Ley Mordaza” así lo reafirma. Se persigue a tuiteros, raperos, titiriteros y se les aplican las leyes interpretándolas al antojo de los gobiernos, mediante una simbiosis entre el poder ejecutivo y el poder judicial para ejercer represión contra la disidencia.

Otra razón por la que España se parece más a un Estado autoritario que a una democracia, es que se encarcela a personas por sus ideas políticas como ocurre con comunistas y anarquistas. Con presos políticos no hay democracia.

Y desde luego no olvidemos los presos políticos por el “procés“. Caso en el que emana un fuerte olor a simbiosis entre el poder ejecutivo y el poder judicial.

En definitiva. Un Estado: que castiga a la disidencia, que tiene secuestrado el poder judicial y al cuarto poder, que no permite que la soberanía resida en el pueblo sino en los poderes fácticos jamás puede ser considerado una DEMOCRACIA. En este caso, Monarquía parlamentaria con tintes autoritarios.