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La izquierda ecuatoriana contiene la respiración por un posible fraude electoral

La Revolución Ciudadana ha arrasado en las elecciones seccionales de Ecuador, un proceso electoral que nunca se le había dado especialmente bien a la izquierda, pero la traición política de Lenín Moreno, mantenida en el tiempo y en la actualidad mediática por la lucha virtual del expresidente Rafael Correa, ha impulsado a la victoria a los candidatos correístas.

La importante capital del país, Quito, y la prefectura que la engloba, Pichincha, han quedado en manos de los revolucionarios, representados en la alcaldesa Luisa Maldonado y la prefecta Paola Pabón. Otras muchas importantes plazas como Manabí han sido conquistadas por el voto de la izquierda. Igualmente el capital Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), estará integrado por la mayoría de los candidatos apoyados por Rafael Correa.

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Al menos en base a los primeros datos revelados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que ha tenido unos problemas que han puesto a temblar a los votantes, que han empezado a salir a las calles para evitar un posible fraude electoral. El poder electoral ha dejado de transmitir los datos en los que la izquierda vencía de manera clara, en base a unos problemas técnicos en el sistema.

Después de ello, el embajador de Estados Unidos en Ecuador ha aparecido como observador electoral en el mismo centro de conteo del CNE, que se quedó sin luz por lo que tuvo que suspender el recuento. Una situación que sucedió de la misma manera en Honduras durante las elecciones presidenciales de 2017: antes de irse la luz ganaba la izquierda, y al volver ya estaban todos los votos contados y desaparecidos, dando la victoria a la derecha.

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Por miedo a que esta misma situación pueda suceder en Ecuador, varios dirigentes políticos de la Revolución Ciudadana, han llamado a los ciudadanos a movilizarse para garantizar que la voluntad popular expresada en las urnas se respete.