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La Cumbre del Clima – COP25

Entre el 2 y el 13 de diciembre se celebra en Madrid la conferencia sobre el cambio climático, conocida como COP25. Representantes de todo el mundo se reúnen para encontrar métodos para reforzar el cumplimiento del Acuerdo de París. Según parece, su mero cumplimiento es lo que les resulta complicado y tienen que reunirse durante dos semanas para encontrar la manera de que los países que se comprometieron, por voluntad propia, cumplan las medidas que estipularon realizar y no han ejecutado.

El contexto mostrado por los datos que recientemente se han hecho públicos, es desolador: olas de calor excesivo, polución atmosférica, incendios cada vez más numerosos en los bosques, inundaciones y sequías. La emergencia climática se intensifica cada día, por ende, también las vidas de las personas que viven en la tierra. Los impactos del cambio climático se sienten en todas partes y están teniendo consecuencias muy reales en la vida de las personas.

Se ha debido llegar a una situación en la que resulta complicado tapar las consecuencias climáticas de las políticas capitalistas. Tanto es así, que las economías nacionales están viéndose afectadas, el cambio climático resulta caro y lo será más en el futuro. Y bien se sabe quién paga siempre los desastres que los Gobiernos provocan. Los mismos responsables que se negaban a aceptar la realidad, o lo hacían con la boca pequeña, reconocen ahora que existen estrategias factibles que aplicar.

El reparto

En un principio, fue Brasil el país elegido para que albergara la 25º edición de la cumbre climática, pero la elección de Jail Bolsonaro como presidente hizo que Brasil retirara su oferta. Chile fue el segundo país elegido para realizar dicho evento, pero el contexto social actual que vive Chile determinó que la ONU se decantara por aceptar la oferta de España. Aun así, es Chile quien preside la cumbre con el apoyo de España.

La foto que se pudo ver ayer en el IFEMA de Madrid está compuesta por diferentes representantes de todo el globo terráqueo. La COP está formada por los jefes de Estado y de Gobierno, también de los ministros de los Estados miembro. Un total de casi doscientos países están llamados a  acudir a esta edición. La cumbre del clima empezó a celebrarse en 1995 en Berlín y continuó su celebración anual hasta esta vigésima quinta edición. Las cumbres más significativas han sido la de Kioto en 1997 y la de París en 2015.

Asistentes

Más de 25.000 miembros de diferentes países, entre ellos 1.500 periodistas de todo el mundo, empresas y ONG acuden a este evento presidido por Carolina Schmidttitular de Medio Ambiente chilena-. De Europa han acudido una quincena de primeros ministros, entre ellos el francés Édouard Philippe, y el de Portugal, António Costa. Desde Latinoamérica, entre otros, el aún presidente argentino, Mauricio Macri, y el ecuatoriano Lenin Moreno.

Antes de que se celebrara la cumbre, Estados Unidos ya se había desvinculado del Acuerdo de París, aunque eso no ha impedido que una delegación de los EE. UU. haya acudido a la cita en la capital española. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y tercera autoridad del país, ha sido la persona elegida para representar a su país en esta cumbre junto a una delegación de 16 congresistas y senadores.

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Entre el lunes y el martes, el rey Felipe VI realiza una ronda de recepción a los jefes de Estado y de Gobierno asistentes. No será hasta los días 10 y 11 de diciembre, cuando se den las reuniones de “alto nivel”, en los que se darán encuentros  entre ministros de Hacienda, Energía, Ciencia y Agricultura. Los dos últimos días de la cumbre serán en los que los plenarios de cierre den a conocer las conclusiones llegadas en la misma.

Greta Thunberg no pudo llegar puntual al cambio de sede, esperan su presencia en Lisboa a lo largo de esta semana. Quiere llegar a tiempo para participar en la manifestación del próximo viernes, 6 de diciembre, que recorrerá las calles de Madrid. A su vez, otra marcha recorrerá también las calles de Santiago de Chile.

Las críticas

El desarrollo de la cumbre se da en medio de una colosal falta de liderazgo internacional en la lucha climática. El actual presidente de EE. UU., Donald Trump, ha comenzado el proceso para sacar a su país del Acuerdo de París; China no da indicios de ampliar las estrategias para disminuir los gases de efecto invernadero; Rusia no ha presentado ningún programa para la disminución de dichos gases; los veintiocho no han acordado la meta de cero emisiones para el 2025. La COP25 resulta, en parte, una manera de los poderosos de enseñarle a la sociedad que siguen “preocupándose” por el cambio climático, cuando el objetivo principal debiera ser tomar decisiones contundentes y efectivas.

Por otro lado, también se les recrimina que por la falta de acuerdos entre los países firmantes, aún no se haya acabado de desarrollar el Acuerdo de París y tampoco se hayan marcado los criterios para poder poner en funcionamiento mercados de emisiones. Una de las críticas más públicas para con estas cumbres, o más bien por no trabajar en las medidas aceptadas en estas cumbres, ha sido la de Greta Thunberg, quien tiene un altavoz mediático, algo curioso en lo relativo a dar voz a quien recrimina al poderoso, y habla -alguien le habrá dado permiso- en nombre de la juventud mundial. Se dirige a los políticos para decirles que la juventud estará en frente y nunca perdonarán que les fallen.

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La gran crítica, y posiblemente la crítica más extendida en parte de la sociedad, es que se van a juntar los responsables del desastre climático que padece el mundo para decirle a la sociedad qué debe hacer para salvar al planeta. Algo irónico viniendo de los mismos organismos que, aun comprometiéndose a cumplir las medidas que ellos mismos han decidido, convierten ese compromiso en papel mojado. Un claro ejemplo de esto fue el Protocolo de Kioto, su incumplimiento, por parte de los países más contaminantes, trajo reproches y discusiones. Un protocolo creado a finales de la década de los 90 que no cumplió sus objetivos por la falta de voluntad de los participantes.