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Apuntes sobre la historia de la India y la lucha del pueblo indio (II)

La Revolución Verde en la India. Etapa Nehruniana

Según lo expuesto en el libro de Flavoni, más de 7 de cada 10 indios viven en el campo actualmente (700 millones), el nivel de natalidad durante 1901 fue de 210 millones de personas. Entre 1950 y 1955 se da la abolición del sistema de los Zamindari -una aristocracia parasitaria que vivía de los que cultivan la tierra-. Estaban financiados por el Imperio Británico,  mediante una ley llamada Cornwallis Sttlement Act.

Esta ley les permitía adquirir tierras. Hasta el año 1793 los Zamindari estaban dentro de la administración mohol. Eran funcionarios, agentes tributarios y en cierta medida jueces. Esta ley creó muchas diferencias sociales, bloqueó el desarrollo de la agricultura, y aceleró la disgregación de modos de vida tradicionales. Los Zamindari poseían cerca del 60% de las tierras cultivables, que perdieron gracias a las reformas de Nehru: entre 20 y 25 millones de arrendatarios y aparceros se convirtieron en propietarios de casi 6 millones de hectáreas de tierra.

El nivel de producción aumentó considerablemente, la producción nacional del cereal pasó de 73 millones de toneladas de 1965-1966 a los 108 millones de 1970-1971. En un arco de tiempo mayor el aumento porcentual (1984-1985 respecto a 1969-1970) es para los cereales del 64,7% y arroz del 34,8%.

En Bengala Occidental tras la victoria de los comunistas (Frente de izquierdas) en 1978, realizan la Operación Barga, consistente en llevar una identificación rigurosa de las tierras sin cultivar y de las tierras que sobrepasaban los limites de la ley. Ese registro supuso para 1,3 millones de aparceros el acceso a la distribución de más de 1 millón de pequeñas parcelas (de menos de media hectárea cada una). Para los jornaleros se aumentó el salario mínimo.

Estas reformas tuvieron mayor éxito que las de Montagu-Chelsmford, así denominadas en honor al ministro y al virrey de la India. Los británicos establecieron la Ley del Gobierno de India aprobada después de la primera guerra mundial, para “recompensar” a India por su apoyo a los británicos en aquel conflicto. Pese a esperar un estatus de dominio análogo a los de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, y Sudáfrica (o como mínimo un avance hacia el autogobierno), los indios solo recibieron un sistema de diarquía que les permitía tener acceso a algunas instituciones de Gobierno, pero que dejaba el poder en manos del virrey.

Sin embargo y aún a pesar del magnifico trabajo de Nehru y otros muchos militantes del CNI por intentar aplacar los males sociales de la India, muchas de sus reformas estuvieron muy mal gestionadas y no dieron el resultado esperado. Por ejemplo, la abolición de las castas no se llevó a cabo a en toda la India, algunas castas para no verse afectadas por la nueva constitución se retiraron de sus prácticas de señoritos para no correr riesgos, y tras la muerte de Nehru junto con la llegada de la liberalización de la economía, (privatización de empresas públicas, reducción de los controles de las inversiones externas) muchas castas brahamánicas aprovecharon para volver a asomar la cabeza con el fin de acceder a puestos socialmente reservados para miembros de las castas más altas. Así también lo comenta el histórico militante del Congreso Nacional Indio y parlemantario del estado de Kerala Sashi Tharror en su libro “Nehru. La Invención de la India“.

Gandhi y el Imperio Británico

Muchas veces oímos hablar de la figura de Gandhi como una persona entrañable, inteligente, pacífica, incluso de izquierdas. Pero es falso. Gandhi era profundamente conservador y pacifista, muy reacio al estudio de la lucha de clases y no siempre estuvo en contra del Imperio Británico. En tres ocasiones Gandhi apoyó al Imperio de su majestad: en la guerra de Sudáfrica entre el Imperio Británico y el Holandés por el dominio del territorio, en la guerra de los zulúes de Sudáfrica (por su discriminación racial, reconocida en las obras completas de Grandes Biografías) apoyó también al Imperio Británico, y por último también lo amparó en la Segunda Guerra Mundial haciendo caso omiso de la gran hambruna que provocó Churchill robando granos de los molinos que recogían los campesinos indios, dejando en el estado de Bengala una total de 3 millones de muertos (se sospecha que la cifra es mayor).

Gandhi consideraba que los actos violentos eran una inutilidad (aunque aprobaba la violencia en otros casos). En el aspecto político los conservadores más fieles a Gandhi tuvieron muchas diferencias y enfrentamientos con el Partido Comunista de la India y otras muchas organizaciones obreras del país.

Otro problema que podemos encontrar del gandhinismo, es lo que expone Sashi Tharoor en su libro “La Invención de la India”. Se diferenciaban mucho los estados en los que mandaba el Raj Británico de los que gobernaba el CNI. Sin embargo su política hacia el movimiento obrero (aparceros, sindicalistas, comunistas, socialistas) era exactamente igual, con ello nos podemos hacer una idea de la ideología política que tenía el partido de Gandhi.

Aunque se puede dar un dato más claro: en Uttar Pradesh se condenaron a muerte a ocho jóvenes comunistas por incendiar una casa de una jurado británica, aplicando la Ley Rowlatt, una de las leyes más represivas del Imperio Británico en India, ya que establecía procedimientos sumarios para responder a la agitación política que incluían latigazos, encarcelamiento, multas, confiscación de propiedades y la pena de muerte. También limitaba drásticamente los derechos de los acusados en los juicios por sedición, lo cual enfureció tanto a los abogados de formación británica como a los más fervientes nacionalistas indios. Gandhi, ante su mensaje dogmático de la no violencia, no apoyó la liberación de los ocho militantes comunistas. Tras la muerte de estos, hubo muchas discusiones sobre el papel de Gandhi por la independencia de la India en las CNI.

Se han mencionado ya algunas leyes y reformas del Imperio Británico. Hay otras barbaridades cometidas mucho antes de la llegada de la independencia, como por ejemplo la Ley de Prensa de 1910, que fue un instrumento clave para el control británico de la opinión pública india. Según sus disposiciones, una prensa o un periódico establecidos tenían que proporcionar un depósito de garantía de hasta cinco mil rupias (una cantidad considerablemente alta en aquella época), las nuevas publicaciones tenían que pagar hasta dos mil rupias. Si el periódico publicaba alguna noticia que no le pareciera bien al gobierno, éste podía retener el dinero, cerrar la prensa y procesar a sus propietarios y editores. La periodista y socialista británica Annie Besan, solidaria con la independencia de Irlanda y India (llego a ser la presidenta del Congreso Nacional Indio), negó a pagar el depósito de garantía por un artículo que publicó en defensa del autogobierno; fue detenida por no pagar y violar así la ley.

No solo hambrunas realizó el Imperio Británico, también la conocida matanza de Amritsar. En 1919 en Cachemira durante la Fiesta de la Primavera donde musulmanes e hindúes celebran el inicio de esta estación del año, el general que vigilaba la festividad, Reginald Dyer, ordenó el ataque contra la población civil sin provocación o agresión alguna a los soldados británicos allí presentes. Al final del cruel tiroteo se contaron 379 muertos y 1137 personas heridas en total.

La matanza hizo que muchos partidos indios constitucionalistas se pasasen a la oposición nacionalista, muchos indios que ocupaban el puesto de funcionarios dimitieron de su cargo, el propio Dyer le confesó a Nehru en su investigación personal de los hechos que le hubiera encantado reducir Amristar a escombros. En la represión muchos indios tuvieron que escapar a rastras para no ser alcanzados por las balas, Nehru se horrorizó al escuchar tales salvajadas inhumanas propios del abuso colonialista.

Segunda Guerra Mundial y el movimiento Quit India

La violación constante de las leyes del Imperio y Raj británico se deben a las fuertes contradicciones del imperialismo occidental en su auge tras la revolución industrial. Esto afectó gravemente a la India que observó el desplazamiento forzoso de sus pueblos indígenas por llegada de las fábricas del metal y carbón, que evidenciaron que nunca hubo un desarrollo sostenible de los capitalistas en India, movidos solo por el interés de ser aún más ricos y la ruta de la seda por China.

El principio del fin de la dominación británica en la India se inició tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. El 3 de septiembre de 1939 el virrey Lord Limlithgow declaró a la India en guerra junto con Gran Bretaña contra la Alemania Nazi. El movimiento obrero acabó dividido entre mantenerse neutrales, apoyar a la corona, y otros incluso optaron por apoyar a Japón contra los británicos (como el caso del socialista y nacional pan indio Chandra Bose). De una manera u otra, la India tras la guerra, debía proclamarse como una República independiente.

Dos meses después, en protesta contra este acto unilateral y sin consulta, los ministros del Congreso Nacional Indio de las provincias dimitieron. Tras la falla de conversaciones con Churchill para conseguir la independencia de la India, se organizó la campaña “Quit India“, en base a la cual se organizaron marchas pacificas contra la dominación británica en el país.

Como siempre el pacifismo de Gandhi tapa lo que realmente es la India, lo que ha sido durante siglos de existencia en todas sus facetas y lo que sigue siendo actualmente. Muchos renegaron del movimiento pacifista de Ghandi al mantener posiciones de boicot a los sindicatos, luchas agrarias y serias contradicciones en el mensaje conservador anticolonialista.

Durante el “Quit India” se produjeron fuertes levantamientos contra la autoridad británica, por ejemplo en Bombay los obreros de las fábricas hicieron huelga siendo apoyados en zonas rurales y enfrentándose a la policía, sobre todo en el este de las Provincias Unidas, Bihar y Bengala Occidental. Tampoco se habla del India Kisan Sabha, el frente campesino del Partido Comunista Indio, que junto con los estudiantes que acudían de Benares y Patma, se unieron para apoyar las revueltas y hacer propaganda contra el Raj Británico. Centenares de vías de ferrocarril y líneas de telégrafo fueron destruidas, incluso con ayuda de elefantes.

En Bihar donde el Kisan Sabha era más fuertes, se quemaron 170 comisarias y otros edificios gubernamentales. Se colapsó la administración en varios distritos de las Provincias Unidas y se proclamaron gobiernos nacionales en Minapur (Bengala). El Raj Británico movilizó a 50 batallones y en seis semanas se aplastaron los levantamientos populares. Todos los líderes del CNI fueron arrestados y encarcelados. Entre estos se encontraba el destacado líder socialista independentista Jayaprakash Narayan, quién lideró y proclamó un gobierno provisional en la frontera con Nepal contra la corona.