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Madrid, ¡qué bien resistes!

Qué mejor recomendación puedo hacer a ustedes que aconsejarles se pasen esta Semana Santa por la Plaza Mayor de Madrid, y se detengan un ratito en la Sala de Bóvedas de la Casa de la Panadería para disfrutar de esta lograda exposición, homenaje sincero a los heroicos habitantes de esta ciudad, que como en otras ocasiones ya hemos comentado, tuvo la mala fortuna de sufrir, además de la maldad inherente a todo tipo de fascismos como el que la asediaba, por primera vez en la historia militar (junto con Guernika), el criminal e indiscriminado bombardeo sobre la población civil. En lugar de intentar seleccionar exclusivamente objetivos militares como había sido el uso (me resisto a emplear el término con “cierta nobleza”, refiriéndome a cualquier ejercito), hasta este desgraciado momento.

Y un homenaje también a la añorada República, cuyos valores y legalidad defendieron hasta la extenuación mis mayores, y de la que en estos días festejamos su aniversario.

Pueden ver 50 fotografías del fotógrafo y comisario de la exposición Javier Marquerie, y que  ven tiene la genial originalidad de presentar la fotografía, con el mismo encuadre, del mismo lugar, con ochenta años de diferencia. Como si de un collage se tratase, rescata el alma de los sacos terreros en los soportales de la Plaza Mayor, junto a las mesas de los guiris, un fotógrafo de hoy ante la manifestación de entonces, los edificios que resistieron, cZomo el de la telefónica, al que apuntaban muchos de los aviones que entraban desde Moncloa y que si erraban el tiro, este impactaba casi siempre en la Plaza de Pedro Zerolo, junto a Chueca, plaza que el gracejo de los madrileños bautizó como “plaza del gua”… pasen y aplaudan ustedes.

Y es curioso contrastar, como cuando paseamos por la Gran Vía por ejemplo, nada nos recuerda aquellos duros momentos que allí se vivieron, y tampoco nada nos mueve a pensar que si hoy disfrutamos de unas ciertas libertades, pese a que no fuimos capaces de evitar que el maldito dictador muriese en la cama, tal vez algo les debemos a aquellos anónimos héroes.

Nuestra admiración y felicitación al genial Javier Marquerie, y nuestro agradecimiento al patrocinio de la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid.

Y basta ya de rollo, especialmente pensando en los que no puedan venir, disfruten de una pequeña muestra de la exposición.

 

Hasta el 20 de mayo.

Delenda est Moscardó.