The news is by your side.

Nicaragua: ¿Qué pasó en la Marcha de las Flores?

El intento del gobierno de Estados Unidos de acabar con el gobierno sandinista de Nicaragua está dando sus últimos coletazos. En la mayoría de las ciudades la violencia de los grupos fascistas financiados por la administración de Donald Trump mediante sus agencias NED y USAID ha llegado a su fin.

>>Mara salvadoreña apoya la violencia fascista en Nicaragua por el tráfico de drogas<<

La ciudadanía no se ha sumado a la violencia, mostrando a diario su respaldo al Gobierno de Daniel Ortega, saliendo a las calles para apoyar el Diálogo Nacional, y después a las fuerzas policiales que se desplegaron por el país para terminar con los asesinatos, los secuestros, las palizas, los saqueos y los incendios.

Sin embargo el intento de golpe continúa fuera de las fronteras de Nicaragua. La diplomacia estadounidense intenta consolidar la imagen de dictadura para atacar al ejecutivo de Daniel Ortega desde los foros internacionales que los de Donald Trump controlan, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La Marcha de las Flores se encuadra en esa estrategia de show mediático que exportar al mundo. Una manifestación sin mucho apoyo en la que se fingió una represión de las fuerzas policiales de Nicaragua. Las pruebas que demuestran que no existió la represión, y todo se redujo a una mala actuación teatral, suponen el desmontaje de una nueva fabricación de Fake News.

La policía del país centroamericano dio una versión de los hechos que ha resultado ser cierta, a tenor de los vídeos filtrados de quienes estuvieron allí. Las fuerzas de seguridad del estado expresaron que la manifestación sucedió en calma, y que una vez terminado el recorrido, grupos fascistas accedieron al lugar provocando el caos.

La prensa internacional ha hablado de heridos de bala por parte de la represión gubernamental, sin embargo los desalojados por esos tiros de bala no tenían ninguna herida, ni mostraban signos de tener algún dolor físico, ni existía ningún rastro de sangre. Quienes sí murieron fueron unos guardas de seguridad a los que el fascismo apoyado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), por la patronal y por los partidos de derecha, arrebató sus armas para matarlos y llevarlos hasta la Marcha de las Flores.