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Venezuela: Objetivo del convoy de ayuda humanitaria podría haber sido tomar un puesto fronterizo

Tras lo acontecido el pasado fin de semana en el Puente Simón Bolívar, que une a Venezuela con Colombia, diferentes datos van saliendo a la luz, permitiendo entender la intención de los Estados Unidos (EEUU) con el convoy de ayuda humanitaria que ofrecen con insistencia a Venezuela. El gobierno de Nicolás Maduro apenas podría alimentar durante 10 días a 5.000 personas con esa ayuda, según estimaciones del exsecretario de la OEA José Miguel Insulza.

El día del intento de entrada del convoy estadounidense, -sábado pasado-, un grupo de paramilitares colombianos y de guarimberos venezolanos integrado por unas sesenta personas, rodearon el puesto fronterizo de La Mulata en la madrugada, al que atacaron con disparos. Tras un primer asalto, los golpistas iniciaron una conversación con los 33 soldados bolivarianos que estaban en el interior del puesto.

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Les conminaron a abandonar las armas, para no poder la vida por Nicolás Maduro. Ninguno cedió, y tras unos momentos de tensión, los atacantes se retiraron una vez que sabían el número de soldados, y el mapa del lugar. El puesto está a 15 minutos del puente Simón Bolívar por donde iba a entrar el convoy norteamericano.

La conexión entre ambos sucesos, es que al observar el camión quemado por los cócteles molotov de los guarimberos, se hallaron cables de acero cortantes que la oposición usó en las guarimbas para decapitar motoristas, clavos que usaron los violentos en sus bombas caseras, además de pitos y máscaras antigás. Elementos que no forman parte de la ayuda humanitaria anunciada por EEUU.

El plan trazado por Elliot Abrams, puesto al frente del golpe por Donald Trump a causa de su éxito con la Contra, -en 1.989 Abrams ya hizo pasar armamento para los fascistas que atacaban al sandinismo como ayuda humanitaria-, consistía en pasar violentamente el bloqueo venezolano -de ahí que los opositores del lado colombiano tuvieran armas y entre ellos hubiera paramilitares y marines del ejército de EEUU-, para tomar el puesto fronterizo y establecer las mismas guarimbas que sembraron de violencia las calles de Venezuela en 2014 y 2017. Una agresión como esa, obtendría respuesta por parte de Venezuela, que los medios de comunicación afines al golpismo justificarían como una declaración de guerra. La invasión tendría vía libre.

Sin embargo, un miembro de la Policía Nacional Bolivariana se hizo con la llave de contacto del primer camión, por lo que el convoy no pudo avanzar. Debido a ello, Elliot Abrams cambió de estrategia -los guarimberos declararon a la prensa que no estaban actuando porque estaban esperando órdenes-, y dispuso quemar el camión con armamento, para culpar a Nicolás Maduro de impedir la ayuda humanitaria, y de paso destruir todas las pruebas posibles.