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Pedro Sánchez y el escritorio de Azaña: la ridícula política memorialista del PSOE

El gobierno del PSOE va a recuperar el escritorio donde el presidente Manuel Azaña firmó la rendición de la República frente a las tropas franquistas en febrero de 1939.

Irene Lozano, la Secretaria de Estado para la España global, ha sido la encargada de recuperar el mueble que estaba en manos de un ciudadano francés, el cual ha hecho la donación para que el escritorio se exhiba adecuadamente en un lugar digno.

Con este gesto el gobierno de Pedro Sánchez pretende honrar la memoria del que fue el último presidente de la República en el exilio, trayendo a España un escritorio que llevaba más de 80 años en el olvido.

La pretensión de utilizar el escritorio de Manuel Azaña como “símbolo” de la memoria histórica española es poco menos que ridícula. Debemos recordar que todavía hay 2.500 fosas comunes y alrededor de 114000 desaparecidos víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista a las que no se está destinando ni un solo euro público mientras sí se le destina a un simple mueble.

Las asociaciones como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y el Foro por la Memoria están invirtiendo de forma anónima y privada en buscar desaparecidos y darles sepultura digna, algo que ningún gobierno estatal ha hecho hasta ahora.

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Los familiares y allegados de los republicanos asesinados siguen sin ver resultados prácticos de la Ley de Memoria Histórica que José Luis Rodríguez Zapatero impulsó en el año 2007, en la que únicamente se reconocen a las víctimas, pero sin efectos legales porque se mantiene el reconocimiento a la justicia franquista que impulsó los fusilamientos y desapariciones, y además no se existe ninguna inversión en forma de partida presupuestaria para exhumar los cuerpos e inhumarlos de forma digna.

El único partido que ha propuesto medidas reparativas ha sido Unidas Podemos, que pide que se modifique la Ley de Amnistía, la retirada de medallas a los torturadores franquistas y la anulación de los juicios del franquismo.

La inversión en memoria histórica que ha llevado a cabo el PSOE hasta ahora va poco más allá de homenajes simbólicos a los republicanos. La gran apuesta de Pedro Sánchez ha sido la exhumación del dictador Francisco Franco y de momento el procedimiento sigue paralizado por el Tribunal Supremo, y las intenciones de llevarlo adelante por parte del Partido Socialista se apagaron el mismo día en que se conocieron los resultados de las elecciones generales.

La subida en las últimas elecciones de la extrema derecha ha hecho que la memoria histórica corra peligro, ya que tanto PP como Ciudadanos y VOX son partidarios de eliminarla por completo.

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Es evidente que las medidas propuestas hasta ahora por los socialistas no tan solo son insuficientes, sino que rozan lo inadecuado y ridículo de cara a restablecer aquello que tantas familias perdieron hace muchos años atrás. Hasta que este país no consiga devolver la tranquilidad y la dignidad a todas las víctimas del golpe de estado de 1936 perpetrado por el dictador Francisco Franco, todos seremos culpables de lo ocurrido.