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Las ratas abandonan el barco (II): la derecha se disfraza de izquierda

El Partido Social Cristiano, ¡el máximo referente de Corea del Norte en Ecuador! Jaime Nebot, ¡el Ché Guevara ecuatoriano! ¿Eh? ¡A qué sí! Pues lo parece viendo las declaraciones que viene haciendo desde que abandonó a Lenín Moreno cuando pensó que las actuales protestas lo podían hacer caer.

Jaime Nebot es un dinosaurio político con una miopía analítica mayor que las Cataratas del Niágara, pero ¡ah! la experiencia es un grado. Nebot ha visto caer a muchos y lo huele. Piensa que es posible que Lenín Moreno tenga que renunciar ante las presiones que se están desencadenando a causa de las movilizaciones populares y pacíficas.

El político social cristiano sabe, porque ha sido pieza clave en la consecución de ese escenario, que el campo progresista no tiene representación clara, porque sus dos máximos líderes están perseguidos por motivos políticos (Rafael Correa está exiliado en Bélgica y Jorge Glas en la cárcel de Latacunga), su marca política (Alianza País) ha sido robada por Lenín Moreno, y el resto de su dirigencia sufre una persecución que se ha visto intensificada tras las protestas.

Por ello, Jaime Nebot se ha puesto el disfraz de progresista y ha criticado el alza de combustibles, ¡ojo! solo eso, que es lo que está en el candelero mediático, lo del ataque a los trabajadores que serán despedidos para volver a ser contratados más baratos le debe parecer bien.

>>Las ratas abandonan el barco (I): oportunismo político en Ecuador<<

El político de derechas quiere pescar en el caladero de la izquierda, y en eso está ayudado por los medios de comunicación de la oligarquía, que dan amplio apoyo a sus proclamas “revolucionarias” a la vez que sustentan mediáticamente a otras organizaciones de apariencia progresista con fondo neoliberal que abandonan el barco de Lenín Moreno, para garantizar que el voto de protesta se quede dentro de los márgenes del sistema en un posible adelanto electoral.

Pese a ello, como miembro de la oligarquía y vasallo del imperialismo, Jaime Nebot ha regresado a Guayaquil para proteger la sede del gobierno de Lenín Moreno, movida recientemente a esa ciudad. El social cristiano se ha cargado en pocas horas su argumentario contra las medidas del presidente, solo con llamar a sus bases a salir a confrontar con los indígenas que se dirigen hacia la ciudad para protestar contra Lenín Moreno. El alcalde pretende fomentar la violencia para ejercer la represión contra los enemigos de la oligarquía a la que pertenecen tanto él como Moreno.

Pero los medios de comunicación en poder de la oligarquía tienen mucho alcance, y ya están trabajando para que la sociedad vea a los que protestan contra Moreno como unos violentos, por lo que podrán argumentar que, pese a que Nebot no está de acuerdo con el paquetazo del ejecutivo de Lenín Moreno, lo ha protegido por su sentido de estado.