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Riikko Sakkinenn: “Franco no fue tan malo como dicen”

Riikko Sakkinenn es sin ninguna duda el gran triunfador de esta edición de ARCO, merced a esta obra de arte que, como todas las buenas, no deja a nadie indiferente e invita a reflexionar.

Mirad ya de entrada la fotografía que le tomamos con su obra, en donde podemos ciertamente apreciar el contraste entre la mirada altiva, tomada desde abajo (como a todo buen dictador que se precie), diríamos displicente, aburrida, y si me apuran con un cierto aire de desprecio, y la jovial, alegre, diríamos que algo campechana y marcadamente optimista, del artista.

Interesante artista, del que para facilitar una breve semblanza diremos que nació en Helsinki en 1976, que en sus inicios le dijeron que no sabia dibujar, que en tres ocasiones rechazaron su ingreso en la Academia de Bellas Artes de su país, que celebró su ingreso en la misma convocando una manifestación no autorizada, que ha visto colgada obra suya en el MOMA y que suponemos una de sus mayores satisfacciones la pequeña venganza de figurar como artista en el museo Kiasma, de su ciudad natal en donde hubo de trabajar una temporada como guía.

Lleva casi veinte años perfectamente integrado y residiendo en nuestro país, en un pueblo de Toledo, Pepino, y en donde ha formado una familia encantadora.

Su mayor contribución al arte hasta la fecha es la creación por su parte, sobre el año 2010, del movimiento Turbo Realismo, que cuestiona con sagacidad las contradicciones del actual neocapitalismo, consumismo y mundo globalizado a través de obras con acrílico, esmalte y mucho color en los iconos de personajes extraídos de cómic, de videojuegos infantiles o de anuncios publicitarios, pero que sobre todo obligan a reflexionar. A detenerte delante de la obra por muy apresurado que vayas y a dedicarle una segunda o una tercera lectura. Este es su mayor mérito, y creo que realmente merece la pena hacerlo.

Fue tan amable de dedicarnos un par de ratos pese a ser el artista más solicitado de la feria (en la mañana de la inauguración y al día siguiente), y a continuación transcribimos un breve resumen de la agradable entrevista:

– Buenos días Riikko, ¿nos concedes un momento?
Por supuesto, ¿de qué medio?

elestado.net, un medio muy de izquierdas y… republicano.
Tomo nota, lo miraré.

– Cuéntanos por favor el origen de esta obra.
Regreso un día mi hija del colegio y nos comentó que la profesora había dicho que Franco había hecho muchas cosas buenas, ante lo cual la clase se revolucionó, y los niños le dijeron que tenían entendido que había sido un sanguinario dictador. Esto me hizo pensar que merecía la pena reflejar esto de alguna manera y que la gente reflexionase sobre ello.

En ese momento una señora de unos cincuenta años, bastante enjoyada que nos estaba escuchando atentamente, le espeta de repente que ha olvidado poner en su cuadro que también creo las dos pagas extraordinarias, y que sin querer entrar en política ella era lo que más agradecía, Y que seguía agradeciendo.

Nosotros a su vez agradecemos a la señora su comentario porque sin proponérselo nos dio pie al resto de la entrevista; no fue necesario preguntar a Riikko nada más, algo molesto cogió carrerilla y….. “¡Llevo casi veinte años en este país pagando puntualmente mis impuestos y cumpliendo con todas mis obligaciones como ciudadano y creo que tengo todo el derecho a opinar y a expresar mi punto de vista!“.

¡Por supuesto! Como ya habrá observado, uno de los defectos de los españoles es que somos, como diríamos…, un tanto yihadistas en nuestras opiniones políticas. Gracias, por tanto, por introducir esa ironía y ese toque de humor que quizás es lo que nos falta.
Pues si, y sepa que en el extranjero se dice mucho sobre los españoles que no tienen ustedes ningún sentido del humor.

Como español, me parece realmente triste que casi cincuenta años después de la desaparición del dictador, su recuerdo todavía concite en este país tantas adhesiones. Supongo que como extranjero a Vd. esto le resultará, cuando menos, chocante.
Sí, y le voy a contar algo: el pueblo de al lado se llama Cervera de los Montes, y la plaza principal todavía se llama Plaza del Generalísimo. Me contaron que hace tiempo en un pleno municipal ya se acordó cambiarla, pero…, pónganlo a ver si lo cambian.

Puesto quedará. Nuestra enhorabuena y nuestra felicitación por su obra, que esperemos contribuya un poquito a desdramatizar por un lado la política, y por otro a hacer reflexionar sobre las autenticas “bondades” del franquismo. Muchas gracias, Riikko.
Mucho gusto.

Como un autentico pueblerino -y por la admiración que me produce el personaje-, solicité al artista el obligado selfie, selfie que les ahorro a Vds. por pudor y obediencia, ya que nuestro amado director considera que -por supuesto acertadamente-, que nuestra imagen en estos eventos no debe nunca aparecer.

Con respecto a su obra nos dicen al cierre de esta edición que ya ha sido vendida por 15.000€. Estaba instalada en el stand de la galería  galería Forsblom, en un lugar privilegiado, casi enfrente del acceso y paso obligado si se desea acceder a la otra nave que alberga la exposición.

Comentar la decisión de la organización, que pese a pasar la comitiva real justo por delante del stand de esta galería, no solo no se detuvo, es que yo creo que hasta aceleró.