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Socialismo vs Capitalismo: Comparación entre Bolivia y Grecia

Cuando se habla de socialismo siempre se suele hablar de Cuba, Venezuela o Corea del Norte, pero casi nunca se nombra a otros países cuyos gobiernos impulsan procesos políticos de cambio que tienen como horizonte el socialismo. Como por ejemplo Bielorrusia, Nicaragua, Ecuador antes de la llegada de Lenín Moreno a la presidencia o Bolivia, la única nación del mundo dirigida por un indígena aymara.

En Bolivia, la política aplicada por su presidente Evo Morales, está enfocada no en el capital, sino en lo humano. Su acción gubernamental se preocupa más por las condiciones laborales de los trabajadores y por ofrecer a los bolivianos una educación y una sanidad gratuita y de calidad a todos los niveles, que por los beneficios de las empresas privadas.

Grecia es un caso especial. El gobierno heleno dirigido por Alexis Tsipras es de izquierdas, cercano al socialismo, pero desde su llegada al poder actúa de espaldas a lo que ponen los documentos políticos desu partido SYRIZA (Coalición de Izquierda Radical). Por lo que está aplicando los recortes impuestos por los poderes neoliberales de la Unión Europea y que sufren los sectores sociales más desfavorecidos.

Comparemos a los dos países de entornos muy distintos. Bolivia era tan solo hace unos años un país subdesarrollado con altos niveles de pobreza y analfabetismo, mientras que Grecia era una nación de Europa con un nivel de vida aceptable.

Renta per cápita. Grecia (18.103 dólares) tiene una renta per cápita muy superior a la de Bolivia (3.104 dólares). Casi 15.000 dólares de diferencia. Sin embargo hay que poner estos datos en contexto. Grecia viene sufriendo una abrupta bajada en la riqueza de su población desde que comenzó la crisis en el año 2008, cuando su renta per cápita era de 32.000 dólares, es decir, en ocho años ha perdido la mitad. Bolivia en 2008 poseía una renta per cápita de 1700 dólares. Al contrario que Grecia, la nación sudamericana está cerca de duplicar su riqueza en el mismo periodo de tiempo, sufriendo la misma crisis capitalista mundial.

Coeficiente de Gini. Pero la renta per cápita solo es fiable para medir la riqueza de un país, no sirve para saber quién se queda con los nuevos beneficios que se producen en el país. Esto sucede porque divide la riqueza entre todos los habitantes del país, sin tener en cuenta las condiciones de cada uno. Para medir el reparto de la riqueza existe el Coeficiente de Gini. Puntúa del cero al uno donde el cero es la igualdad plena en el reparto y uno la desigualdad plena.

Bolivia ha pasado del 0,53 al 0,44 durante la gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Una reducción que el Banco Mundial ha reconocido como la mayor del mundo. Mientras tanto Grecia ha aumentado su calificación hasta el 0,34, algo especialmente grave teniendo en cuenta que cada vez hay menos riqueza que repartir. Bolivia produce cada vez más riqueza que reparte de manera más justa cada año, mientras que Grecia genera cada año menos riqueza y la reparte de manera más desigual.

Evo Morales ha puesto en marcha una serie de nacionalizaciones de sectores estratégicos y un impulso a la creación de la industria boliviana que explica el crecimiento de la economía. Grecia lo ha hecho al revés, vendiendo su industria e infraestructura a empresas privadas obteniendo resultados opuestos a los de la nación andina.

Ámbito laboral. En Bolivia la jubilación llega a los 58 años si eres hombre y a los 55 si eres mujer. En Grecia a los 67 para hombres y mujeres. Durante los años de la crisis Grecia ha efectuado 13 recortes a las pensiones mientras que Bolivia ha ido aumentando los fondos económicos para que los jubilados cobren cada vez más.

Durante el año 2008, en Bolivia el salario mínimo era de 577 bolivianos (unos 70 euros), mientras que en Grecia era de casi 900 euros. A día de hoy el salario mínimo de los bolivianos es de 2000 Bs (unos 240 €) y el de los Griegos ha caído hasta los 680 €. La diferencia se ha acortado abruptamente.

Las recetas neoliberales están empobreciendo a los griegos y empeorando sus condiciones de trabajo además de erosionar el acceso a sus derechos básicos como lo son la educación y la sanidad, que cada vez reciben menos fondos públicos. SYRIZA ni siquiera es capaz de practicar la solidaridad que caracteriza a la izquierda ya que ejecuta sin peros la cruel política europea de inmigración. CIEs, campamentos insalubres para los refugiados y devoluciones en caliente son aplicadas por el gobierno griego sin despeinarse.

Mientras tanto Bolivia crea riqueza y la reparte equitativamente, ha erradicado el analfabetismo, ha mejorado los derechos de los trabajadores y recuperado su industria. Además ha impulsado en el seno de la Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA) el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) para que en los intercambios comerciales entre países no se produzca deuda externa ni dependan del dólar.