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Tras dos fraudes electorales, López Obrador es hoy presidente de México

Lo consiguió. El líder de la izquierda mexicana, López Obrdor se ha hecho con el poder ejecutivo de su país. De paso con la mayoría en Congreso de la Unión (poder legislativo), y con una importante fuerza territorial. En el camino ha tenido que decir adiós a algunas de sus propuestas más rupturistas para garantizarse de que la oligarquía no le volvía a hacer un fraude electoral que, de haberse dado, hubiera impedido por tercera vez a los mexicanos, ver cumplida su voluntad expresada en las urnas.

Algunas de esas propuestas abandonadas, por ahora, por la izquierda mexicana, han sido la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente y la nacionalización de los sectores estratégicos, aunque ha mantenido otras como la apuesta por la recuperación de la Patria Grande, revertir la privatización del agua, paralizar la privatización del petróleo, aumentar el gasto público en las pensiones, educación y sanidad.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha soportado de manera estoica su primer ataque mediático de alta intensidad tras ganar las elecciones, la invitación a Nicolás Maduro a su toma de posesión del cargo. En varias entrevistas y desde la derecha mexicana (PRI, PAN y PRD), e incluso desde algunos sectores minoritarios de su propia organización, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se le ha recriminado la invitación al presidente venezolano.

Sin dejarse llevar por la agenda mediática, López Obrador ha sostenido que la manipulación es la culpable de la imagen de Nicolás Maduro, y que con él en la presidencia, México va a respetar a todas las naciones del mundo, incluida Venezuela, por lo que ha mantenido su invitación aseverando que el mandatario suramericano será bienvenido, y confirmando que desde el 1 de diciembre, México dejará de tomar parte en el apoyo a las sanciones norteamericanas contra Venezuela. La postura del presidente progresista ha sido apoyada por la mayoría de su organización y por su principal aliado electoral, el Partido del Trabajo (PT).

López Obrador recibe de Enrique Peña Nieto un país víctima del narcotráfico, con unos índices de pobreza aumentando cada día, con los servicios básicos en pleno proceso de privatizaciones, con una postura internacional completamente alineada con los intereses de la administración del Donald Trump, con una persecución mortal contra los periodistas, y con unos índices de delincuencia altísimos. Sus primeras propuestas apoyadas masivamente en un referéndum ciudadano irán encaminadas a desarrollar la industria mexicana para generar empleo de calidad, a apoyar a los jubilados con un aumento de las pensiones, y a ofrecer una vida digna a los migrantes centroamericanos que están siendo masacrados en la frontera con Estados Unidos.