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Caso de María Alejandra Vicuña: “En la administración pública de Ecuador no existe la figura de liberación de funciones”

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, “liberó” de sus funciones a la vicepresidenta, María Alejandra Vicuña, para que se defienda de la investigación por el presunto cobro ilegal de dinero a sus asesores cuando la funcionaria se desempeñaba como legisladora, entre 2011 y 2013.

He decidido liberar de sus funciones a la señora vicepresidenta María Alejandra Vicuña para que pueda ejercer, sin interferencias de ningún tipo, su derecho a una legítima defensa. Por eso la libero de sus funciones”, dijo Lenín Moreno en el marco de la ceremonia de posesión de nuevos ministros.

Casi simultáneamente, la ahora desaforada vicepresidenta difundió en su cuenta de Twitter una solicitud de licencia, sin remuneración, que habría enviado al Jefe de Estado.

Las funciones que estaban a cargo de María Alejandra Vicuña, fueron asignadas al recién posesionado secretario general de la Presidencia, José Augusto Briones. Entre ellas están: fortalecer las políticas y programas relacionados con la economía popular y solidaria, y dirigir y coordinar el seguimiento de las acciones requeridas para el cumplimiento de los resultados de la consulta popular y referendo del 4 de febrero.

La vicepresidenta es investigada por la Fiscal General del Estado encargada, Ruth Palacios, por los presuntos cobros a un exasesor por montos de entre 300 y 1.400 dólares (que sumarían en total 20 mil dólares). La semana pasada, la Asamblea Nacional aprobó una resolución en la que exigen la renuncia de la cuestionada vicepresidenta.

María Alejandra Vicuña seguirá siendo vicepresidenta, pero con una sola función, reemplazar al presidente Lenín Moreno en caso de ausencia temporal o definitiva. No obstante, a juzgar por las declaraciones públicas del presidente, y por funcionarios de su entorno más cercano, la confianza en la vicepresidenta estaría menoscabada.

Un estudio de la empresa Perfiles de Opinion, realizado entre el 17 y el 21 de noviembre registra que el 75% de encuestados no cree en la vicepresidenta.

Xavier Aguilar, abogado y analista político, aclaró que en la administración pública no existe la figura de liberación de funciones, y sostuvo, en declaraciones para ElEstado.net, que la postura del presidente ecuatoriano es tibia, pues es un clamor ciudadano que se le retire los encargos otorgados, pero de manera indefinida.

A su criterio, a la Fiscalía General del Estado le corresponde corroborar las denuncias y los detalles revelados por el canal Teleamazonas.Este es un asunto en el que está prácticamente probado que se ha cometido una ilicitud”.

Sobre la resolución de la Asamblea Nacional dijo que es “un saludo a la bandera”, pues no cabe un exhorto en el que se exige la renuncia de la vicepresidenta. Lo que debieron haber hecho los legisladores, comentó, es haber avanzado con el levantamiento de la inmunidad de la funcionaria, que ejerce el cargo desde el 6 de enero de 2018.

María Alejandra Vicuña fue electa por la Asamblea Nacional, con 70 votos, de una terna enviada por Lenín Moreno, en la que también constaba la canciller María Fernanda Espinosa y la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, tras cumplirse noventa días de la ausencia del vicepresidente constitucional, Jorge Glas, quien actualmente está detenido vinculado por asociación ilícita por sobornos de la empresa Odebrecht. La sentencia sobre este caso no está ejecutoriada.

Crisis política

El escándalo por las denuncias contra la vicepresidenta estallaron justo cuando tres medios digitales habían desvelado que Lenín Moreno recibió una generosa donación de muebles, valorados en 20 mil dólares, de parte de un amigo, lobista petrolero, cuando se desempeñaba como enviado especial de la ONU para las Discapacidades, en Ginebra, Suiza.

También, cuando el gabinete presidencial atravesaba por una crisis tras la renuncia del ministro de Educación, Fander Falconí, por desacuerdos por los recortes del presupuesto para educación, y en medio de una serie de protestas de diversos sectores por la disminución de recursos en educación superior y salud, transporte, por las erradas políticas hacia el campo.

A la par de la crisis política, Ecuador atraviesa dificultades económicas con un déficit fiscal que aumenta, con una pobre previsión de crecimiento para el año 2019, con los precios del petróleo que se desploman y con un errático manejo de las finanzas por parte del Gobierno.

La confianza de los ecuatorianos en la gestión de Lenín Moreno viene en caída libre desde hace ya algunos meses.