La izquierda intenta mantener la unidad para afrontar las elecciones de 2019
Podemos e Izquierda Unida (IU) lograron conformar una candidatura unitaria en mayo de 2016 bajo las siglas de Unidos Podemos (UP). Las dos organizaciones juntas fueron el núcleo de una coalición a la que se sumaron muchos más partidos, consiguiendo los mejores resultados de la izquierda desde el inicio de la Transición.
Un año y medio después, el espacio político de Unidos Podemos se está acortando a causa del desgaste de Podemos, la organización liderada por Pablo Iglesias. IU mantiene unos niveles estables al igual que otras organizaciones aliadas como Equo, En Marea y Catalunya en Comú.
Precisamente por la caída en los apoyos a Podemos, organización que tiene al líder peor valorado, una fuga incontenible de votantes que ha hecho caer al 60% la fidelidad de voto de UP y una caída que no cesa en la intención de voto+simpatía, Alberto Garzón, Coordinador Federal de IU, ha planteado una serie de exigencias para mantener la unidad de cara al próximo ciclo electoral que comenzará con las elecciones municipales y autonómicas el próximo 9 de junio de 2019.
Alberto Garzón no solo ha propuesto unas condiciones de cumplimiento necesario para mantener la actual relación electoral con Podemos, sino que ha puesto una fecha: antes de semana santa Podemos debe haber respondido claramente sobre las cuestiones que están en el tablero.
El líder de Izquierda Unida quiere una mayor democracia en el espacio de las confluencias, por ello exige primarias para elegir a los candidatos de la unidad. La coalición de izquierdas quiere que el ejemplo a seguir no sea el de Unidos Podemos, sino el de las candidaturas municipalistas.
No se acepta que las primarias internas de Podemos sirvan para que el candidato que las gane sea el que represente a la unidad con el resto de organizaciones, sino que sirvan para elegir al representante de Podemos que después se enfrentaría al resto de candidatos de las otras fuerzas integrantes en las primarias que, ahora sí, representarían a la unidad.
Por otra parte, en un plano más ideológico, Alberto Garzón quiere un giro a la izquierda. El programa consensuado en 2016 entre las dos fuerzas dejó fuera cuestiones tan importantes para la identidad de IU como la república, la laicidad del estado, nacionalizaciones de sectores estratégicos y la expulsión de las bases de la OTAN del territorio español. Por ello el máximo líder de la formación de izquierdas quiere que la propuesta programática sea elaborada desde abajo, por las bases de las fuerzas que conformen la unidad.
Además, el malagueño quiere más peso de IU en el espacio de confluencia. El contexto ha cambiado, ahora Podemos tiene menos peso e IU se ha logrado mantener, por lo que hay que negociar un nuevo reparto de las responsabilidades.
Alberto Garzón desgranará en detalle todas las propuestas y ahondará en la autocrítica de Unidos Podemos cuando presente su informe ante la coordinadora federal este sábado. El mismo día la dirección de Podemos también se reunirá para marcar los lineamientos que conformarán su hoja de ruta de cara al proceso electoral que comenzará en 2019, por lo que tendrán ocasión para empezar a decidir la respuesta que le darán a Alberto Garzón, que como muy tarde debe llegar antes de que termine el próximo mes de marzo.