Honduras: “A Juan Orlando Hernández lo sostienen las bayonetas y los gringos”
El líder de La Alianza de Oposición contra la Dictadura (La Alianza) Mel Zelaya, se encuentra liderando el movimiento antifraude que lleva inundando las calles de Honduras desde el pasado 26 de noviembre, cuando se celebraron las elecciones generales de las que salió vencedor Juan Orlando Hernández (JOH), de manera fraudulenta según denuncias de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
Mel Zelaya, líder de La Alianza que se presentó a las elecciones con Salvador Nasralla como candidato presidencial, ha estado en las calles acompañando a los hondureños desde entonces. Ha sido golpeado por las fuerzas de seguridad de JOH e incluso gaseado, algo que sufren los hondureños en sus propias casas. La policía y los militares lanzan bombas de gas dentro de las viviendas para provocar miedo y evitar manifestaciones, algo que aún no han logrado.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha visitado el país recientemente y se ha reunido con ambas partes para intentar entablar un diálogo que termine con esta situación aunque no parece que vaya a fructificar. La Delegación de la ONU se encuentra en New York presentando el informe al Secretario General del ente internacional António Guterres, para decidir si finalmente siguen adelante con el proceso.
La mayor dificultad para que se produzca el diálogo es la estrategia de JOH. Sin apenas apoyo popular -no sale a la calle sin estar protegido por un batallón militar pese a que los aliancistas no han provocado altercado ni ejercido violencia- el presidente hondureño quiere un diálogo abierto que no comprometa a nada, para hablar de todo sin prisas con el objetivo de enfriar las calles, y acabar con las movilizaciones. Mientras tanto Mel Zelaya exige un diálogo vinculante que comprometa a ambas partes.
El apoyo de JOH ha caído en picado desde la celebración de las elecciones. Las 37 muertes de ciudadanos que protestaban contra el fraude es solo una de las causas por las que JOH no se atreve a salir a la calle sin protección militar. Haberse presentado a las elecciones pese a que la Constitución lo prohíbe, la concentración de poder en sus manos que lo ayudó a que la justicia lo dejase presentarse y que le permitió hacer fraude, y el aumento de la pobreza durante su mandato, son otras razones por las que el expresidente Mel Zelaya ha expresado en una entrevista que “si los militares dejan un solo día de cubrir al presidente, el pueblo toma el poder en todo el país. En un solo día. A él lo sostienen las bayonetas y los gringos“.
La Alianza no se cierra al diálogo con JOH si los acuerdos tomados durante las conversaciones son vinculantes y se impone un plazo de tiempo razonable, pero no va a quedarse esperando a que la iniciativa de la ONU fructifique. Mel Zelaya ha llamado a una insurrección popular pacífica. En 60 días la izquierda hondureña debe conformar 10.000 Comando de Lucha para enfrentar la represión y conformar Colectivos de La Alianza en cada barrio del país.