De nuevo Dani Mateo ha sido víctima, otra más, de las garras del cáncer del fascismo y su crecimiento, del que ya hemos hablado en otros artículos. Esta vez de la mano de España2000, partido de ideología fascista que en uno de sus mítines del año pasado pidió que se fusilaran a los líderes del “procés” catalán.
El actor y humorista Dani Mateo, quien se vio hace una semana envuelto en una polémica por un sketch en el que simulaba sonarse los mocos en la bandera monárquica de España, se ha visto en la obligación de cancelar sus dos obras que tenía previstas en el teatro Olympia de Valencia para los días 23 y 24 de noviembre.
La sala del teatro tomó la decisión de cancelar la obra de Dani Mateo tras haber recibido llamadas amenazantes de miembros del partido fascista España2000. Este partido se ha felicitado y sentido orgulloso de la cancelación dejando mensajes repugnantes en las redes sociales. Demasiadas alas se le está dando a la extrema derecha en este país. Y no hablo únicamente de la decisión de un teatro, sino de la permisividad con que la izquierda deja paso al fascismo.
El programa de “El Intermedio” acabó por borrar el sketch de la polémica de la “sonada” de mocos de Dani Mateo, cosa que ha sido objeto de celebración por quienes no gustan de la libertad de expresión. Jamás se debió de eliminar ese sketch protagonizado por Dani Mateo, igual que tampoco se debió de tomar la decisión de cancelar su obra en Valencia. Y así, la lista es muy larga. Los partidos de extrema derecha, pese a no tener mucha fuerza, parece que ganan muchas batallas. Es incomprensible cómo las izquierdas que se dicen antifascistas no ejercen mayor dureza. No me refiero a violencia sino a que se ejecute ese lema del “no pasarán” que tanto se está usando ahora por esas izquierdas. ¿Cómo? Empezando por no permitir que coarten la libertad de expresión, que no consigan cancelar charlas, manifestaciones o teatros.
El crecimiento del fascismo es una evidencia y las izquierdas, siempre divididas, parecen tener muchos miedos. Lo cierto es que, mirando la historia, ya deberíamos saber que en España, el fascismo siempre ha ido de la mano del miedo. Esto tiene que acabar. No permitamos que ningún partido de extrema derecha se vuelva a salir con la suya. El libre ejercicio del derecho a la libertad de expresión es sagrado.
Hagamos como hizo Rosa Parks, no obedezcamos ni nos dejemos vencer por los intolerantes. Cedamos el asiento solo a quien se lo merezca.
Como dijo ella: “Cuanto más obedecimos, peor nos trataron“.