Los referentes de la izquierda mundial han estado -y están- en América Latina desde principios del presente siglo. Llegó un momento en que muchos soñaron con la conformación de una nueva Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, solo que en este caso cambiando la última palabra por Bolivarianas.
No era para menos, en la primera década del presente milenio, cada elección presidencial la ganaba un líder de la izquierda transformadora, llegando en un determinado momento a estar los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina en manos de los progresistas, quienes desarrollaron una política antineoliberal en lo interno y antiimperialista en lo externo. Acabando con los Tratados de Libre Comercio (TLC), manteniendo en manos públicas los sectores estratégicos, aumentando los derechos de los trabajadores, y creando nuevas instituciones que agrupaban a todos los países al sur de Estados Unidos (EEUU) excepto al país entonces gobernado por Barack Obama y a Canadá.
Sin embargo, a partir de 2.009 la situación comenzó a variar. Estados Unidos impulsó una serie de golpes de estado en los países más débiles de la entente bolivariana. Honduras y Paraguay fueron los primeros en caer. Brasil los siguió. Ecuador y Argentina perdieron víctimas impotentes del lawfare. Junto a estos hechos, llegaron los intentos violentos de golpe de estado en Venezuela (ininterrumpidamente desde 2.014) y en Nicaragua (durante varios meses en la mitad del año pasado).
El poder mediático de Estados Unidos, de alcance global, ya que los medios de comunicación de masas de Occidente, con accionistas norteamericanos, se dedican a difundir la información nacida en la poderosa nación americana, han desatado una manipulación mediática de intensidad brutal contra Venezuela -sobre todo- y sus aliados, consciente el ejecutivo norteamericano de que la caída de Venezuela terminaría con el resto de los países socialistas.
Mientras tanto, esos mismos medios de comunicación que no dejan de hablar de la inflación venezolana, sin explicar que el motivo es la especulación del dólar paralelo y las sanciones aplicadas por EEUU, ocultan el fraude electoral en Honduras, los asesinatos de líderes sociales por parte del Estado colombiano, el aumento de la pobreza en Ecuador y la crisis galopante que sufre Argentina tras la vuelta del neoliberalismo ejecutada por Mauricio Macri.
Por lo tanto los gobiernos de izquierda que quedan tras la ofensiva imperialista norteamericana, son ejemplo para la izquierda mundial, porque suponen la aplicación de su ideario político en la política de sus países. De vencer el golpismo y el lawfare que los acecha, el campo progresista mundial perdería no solo influencia, referencias y argumentos que refuerzan sus posiciones con hechos, sino que las pocas posiciones que aguantan frente al auge de la extrema derecha en todo el planeta, se perderían, cayendo en manos de los fascistas, que son los que reciben los fondos económicos de EEUU mediante sus agencias USAID y NED para desarrollar los planes golpistas. Una represión por venganza se desencadenaría inmediatamente, impulsando al ver la impunidad con la que la cometerían -como lo hacen ahora mismo en Brasil, Honduras y Ecuador-, situaciones similares en el resto del mundo.
Este año que acaba de comenzar, es fundamental para continuar revirtiendo la tendencia que ha venido sufriendo la izquierda desde el año 2.009. Se han producido victorias, ya que la izquierda gobierna el poderosísimo México, aguanta pese a todo en Venezuela y en Nicaragua, y se mantiene en Bolivia, El Salvador, Uruguay y Cuba, pero estas batallas ganadas no marcan un cambio de tendencia porque solo se ha empezado a dejar de perder, no se ha empezado a ganar.
Ecuador
- Tipo de elección: Seccionales (municipales).
- ¿Por qué son importantes?: Porque la izquierda necesita confirmar de manera definitiva la fuerza electoral mostrada en el referéndum y la consulta popular de 2.018.
- ¿Qué hay en juego?: Recuperar la Revolución Ciudadana. Al haber planteado los sectores progresistas las elecciones seccionales como un plebiscito a Lenín Moreno, perderlas terminaría con sus posibilidad de retornar al poder a corto plazo, pero ganarlas los catapultaría a una victoria en 2.021 aunque en la fórmula presidencial no estuvieran ni Rafael Correa ni Jorge Glas.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Posibilidades reales de recuperar el poder en Ecuador, revertir las privatizaciones y los recortes que han vuelto a aumentar la pobreza. Abandonar la ofensiva imperialista para pasar a apoyar en los foros diplomáticos internacionales a los gobiernos bolivarianos -disminuyendo las probabilidades del triunfo de los golpes de estado-, nuevo impulso para la recuperación de la UNASUR y la CELAC como forow de debate y acuerdos para solucionar los problemas de América Latina sin EEUU ni Canadá.
- Escenario con una derrota de la izquierda: Imposibilidad de obtener el poder ni en el corto ni medio plazo al dar la razón a la manipulación mediática, que ha dibujado la derecha ahora que vuelve a tener la posesión de todos los medios de comunicación del país. La pobreza seguirá aumentando a causa de la política neoliberal y los golpes de estado que están en marcha en varios países bolivarianos tendrían más oportunidades de triunfar.
Bolivia
- Tipo de elección: Generales (poderes ejecutivo y legislativo).
- ¿Por qué son importantes?: Está en juego la continuidad del socialismo en Bolivia.
- ¿Qué hay en juego?: Perder de manera democrática haría mucho más daño que salir del poder a causa de un golpe de estado, porque asentaría en la Batalla de las Ideas que el socialismo no funciona, y que Bolivia ha preferido el capitalismo.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Mantenimiento de los recursos estratégicos y naturales en manos públicas, profundización de los derechos, y un apoyo en el plano internacional no solo a sus aliados bolivarianos, si no a los países que se oponen al imperialismo. Además habría tiempo de crear un nuevo liderazgo que sustituya tanto al presidente Evo Morales como al vicepresidente García Linera, ya invalidados para liderar más procesos al perder el referéndum popular en el que los bolivianos rechazaron que se pudieran presentar una vez más.
- Escenario con una derrota de la izquierda: La caída de Bolivia dejaría a Venezuela sin su mayor aliado en Sudamérica, lo que intensificaría las acciones golpistas de Estados Unidos con la ayuda de la OEA, que ya han elegido a un nuevo presidente en lugar de los venezolanos, y lo han legitimado con sus diplomacias satélite, lo que muestra a las claras, que su apuesta antidemocrática es clara y definitiva. No van a parar hasta que venzan o pierdan. Cuantos menos apoyos tenga Venezuela, más fácil será lograrlo.
El Salvador
- Tipo de elección: Presidencial
- ¿Por qué son importantes?: Solo quedan dos países con gobiernos de izquierda bolivariana en Centroamérica, entre ellos El Salvador. Perder influencia en esta región supondría que ante un nuevo ataque por parte de EEUU en Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), no contaría con aliados que lo defendieran en las instituciones internacionales, por lo que le sería mucho más difícil sofocar los grupos violentos fascistas con un despliegue policial como en la anterior ocasión. Si lo hicieran de nuevo para evitar las muertes de los ciudadanos, podrían desencadenar sanciones internacionales que acabasen con un cambio de gobierno impuesto por EEUU.
- ¿Qué hay en juego?: Mantener las posiciones antineoliberales y antiimperialistas en Centroamérica, blindar a Nicaragua frente a un nuevo estallido de violencia golpista.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Este escenario es difícil de cumplir, puesto que las encuestas muestran una caída estrepitosa del actual gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a causa de la mala imagen del presidente Sánchez Cerén. Mantener el poder es fundamental para consolidar un nuevo bloque de países con gobiernos de izquierdas con la capacidad de influir en la política de América Latina como sucedía antes de la oleada de golpes de estado desatada por la administración del expresidente Barack Obama.
- Escenario con una derrota de la izquierda: Nicaragua sería el único país con un gobierno bolivariano en Centroamérica, lo que aumentará la presión de EEUU sobre el presidente Daniel Ortega, Venezuela perderá otro socio, que fue uno de los que reconocieron a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. El neoliberalismo volverá a El Salvador empeorando las condiciones de vida de las mayorías, como está pasando en Brasil, Ecuador, Colombia, Honduras y Argentina.
Argentina
- Tipo de elección: Presidenciales.
- ¿Por qué son importantes?: El modelo neoliberal se ha puesto en duda en Argentina.
- ¿Qué hay en juego?: Demostrar ante la opinión pública a nivel mundial que el neoliberalismo ha llevado a Argentina a una crisis económica que ha empeorado las condiciones de vida de la mayoría de la población.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Que la izquierda se vuelva a hacer con Argentina, una de las naciones más poderosas de América Latina, y además coincidiendo con la misma situación en México, supondría un retroceso para el intento continuado de golpe de estado en Venezuela, las políticas neoliberales serían erradicadas, y se volvería a recuperar la UNASUR como foro principal en América Latina. Habría amplias posibilidades de que el Grupo de Lima se disolviera.
- Escenario con una derrota de la izquierda: El neoliberalismo saldría reforzado en la Batalla de las Ideas que los medios de comunicación de masas sostienen con los medios de comunicación alternativos y algunos públicos, lo que haría más difícil que otros países de la región se decidieran por candidatos antineoliberales. La agresión imperialista contra Venezuela y sus aliados continuaría.
Uruguay
- Tipo de elección: Presidenciales.
- ¿Por qué son importantes?: Mantenimiento de las posiciones de izquierda en Sudamérica como muro de contención del golpismo iniciado en 2.009 y que se mantiene activo hasta hoy.
- ¿Qué hay en juego?: Mantener congelada la pérdida de gobiernos de izquierda para favorecer la recuperación de posiciones por parte de los sectores progresistas.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Que el Frente Amplio conserve el poder que obtuvo por primera vez en 2.004, significaría un refuerzo en el discurso antineoliberal, que contaría con un hecho incuestionable a la hora de defender sus posiciones, frente a la realidad en favor del capitalismo que los medios de comunicación oligárquicos se esfuerzan por asentar. Mantener el gobierno en Uruguay es fundamental para evitar el avance del golpismo.
- Escenario con una derrota de la izquierda: Perder Uruguay, un país con una importante influencia diplomacia en América del Sur, sería dejar el camino libre para que EEUU estuviera mucho más cerca de aplicar la Carta Democrática de la OEA en Venezuela, y con ello forzar un golpe de estado envuelto en legalidad.
Colombia
- Tipo de elección: Regionales.
- ¿Por qué son importantes?: Porque el nuevo líder de la izquierda colombiana, Gustavo Petro, podría consolidarse como uno de los principales líderes políticos de la región, cimentando su apoyo para conquistar el poder ejecutivo en las siguientes elecciones presidenciales.
- ¿Qué hay en juego?: La posibilidad de que la izquierda tenga opciones reales de conquistar el poder en las próximas elecciones presidenciales.
- Escenario con una victoria de la izquierda: Colombia es un bastión de la derecha más extrema del continente. Perder una de los sus principales plazas, no solo dañaría la estrategia imperialista, sino que sacaría a la luz lo que los medios de comunicación de masas ocultan: vínculos del Estado con el narcotráfico, pobreza, muertes infantiles por inanición, datos reales de migrantes venezolanos, el boicot económico a Venezuela legalizado en forma de leyes que protegen a los contrabandistas que llevan a Colombia productos robados del país gobernado por el presidente Nicolás Maduro… Además de aplicar una agenda antineoliberal con el apoyo que eso tendría en las posiciones de izquierdas, una mayor influencia que ayudará a que países vecinos apuesten por candidatos similares. Además como vecino principal de Venezuela, abandonaría el apoyo a la ofensiva norteamericana, lo que daría un balón de oxígeno al país bolivariano, ya que no sufriría contrabando, ni ataques paramilitares, ni retención de productos en puertos colombianos, ni vería a las tropas norteamericanas patrullando y volando por sus fronteras, lo que rebajaría la tensión en América.
- Escenario con una derrota de la izquierda: Al campo progresista colombiano le ha costado encontrar un candidato carismático y con posturas antineoliberales, y todavía más posicionarlo como la alternativa al régimen establecido. Una derrota en las elecciones regionales, dañaría la imagen de Gustavo Petro de cara al siguiente ciclo electoral. Sin embargo todo está predispuesto para un golpe de efecto positivo para él, ya que al liderar un nuevo movimiento, no tiene un listón alto con el que compararse, y atendiendo a sus resultados en las pasadas presidenciales, es probable que consiga varias plazas importantes, como la capital del país, Bogotá.
Estados Unidos ha mantenido, e incluso profundizado, su ataque a las democracias que se le oponían a la hora de privatizar sus recursos y sectores estratégicos, y que además rechazaban su política exterior creando nuevas instituciones para que los países latinoamericanos decidieran sus políticas sin injerencias.
Por esa razón la administración de Donald Trump ha intensificado su ataque contra Venezuela y ha iniciado un movimiento golpista en Nicaragua, para terminar con esos gobiernos que le contradicen antes que se puedan recuperar, ya que en décadas anteriores, al primer país con un gobierno socialista que surgía, EEUU lo erradicaba antes de que cundiera el ejemplo (el Chile de Salvador Allende, la Nicaragua del joven Daniel Ortega, la Guatemala de Juan Jacobo Arbénz…), pero en 1.999 por primera vez en la historia, Hugo Chávez venció al golpe de estado, dando lugar a una explosión de países con gobiernos de izquierdas, muchos de los cuales resisten aún, pero sufren una agresión descarnada y pública por parte del poderoso vecino del Norte, empeñado en acabar con ellos para evitar la siguiente explosión, que parece que ha empezado con la victoria de Andrés Manuel López Obrador en México.
Por eso es fundamental que la izquierda conserve las plazas que ya gobierna, recupere las arrebatadas por los golpes de estado y el lawfare, y se haga con otras nuevas.