La Unión Europea en la crisis venezolana
El pasado miércoles 23 de enero el jefe del legislativo, Juan Guaidó, se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela, acompañado de una jornada con múltiples protestas, después de considerar el nuevo mandato del Presidente Constitucional como ilegítimo. Frente a esta situación, los países americanos en contra del gobierno de Nicolás Maduro procedieron a reconocer internacionalmente a Guaidó como presidente legítimo, como fue el caso de Argentina y Estados Unidos, que al contrario que la Unión Europea (UE) tenían su posición clara desde el principio.
En primera instancia, la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (AR), Federica Mogherini, evitó posicionarse a favor de ningún lado señalando que la UE apoyaría un “proceso político que lleve a unas elecciones libres y creíbles” y “apoya a la Asamblea Nacional como la institución democráticamente elegida cuyos poderes deben ser respetados”.
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Actualmente la UE se posiciona a favor de Estados Unidos tras el interés por seguir los pasos de este y aplicar sanciones económicas contra la Venezuela de Nicolás Maduro. “Seguiremos presionando a Maduro y él se hará a un lado para que tengamos democracia en lugar de socialismo y un dictador en Venezuela”, dijo. El senador Marco Rubio destacó que “la inmensa mayoría de los países de Europa están a favor” de desconocer al presidente Maduro.
El Representante Permanente del Estado de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Sacha Llorente, remarcó en una entrevista a RT en Español las reiteradas violaciones del derecho internacional, impulsadas por Estados Unidos, que estaba sufriendo Venezuela.
Entre ellas mencionó la violación al Artículo 2, párrafo 4 de la Carta de Naciones Unidas, el cual enuncia que “los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”. Mencionaba también el incumplimiento de principios internacionales como la independencia de Estados, la no intervención de la ONU en asuntos internos de los Estados y el respeto a la soberanía nacional.
Ante esto nos encontramos las medidas restrictivas contra Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) por parte de la administración de Donald Trump, una muestra de cómo la potencia estadounidense pretende lucrarse de las propias sanciones impuestas, castigando a Venezuela en cualquier ámbito que no afecte a su beneficio.
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Esta cuestión se repite por la presencia de Irak e Irán en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que recordaba a algunos miembros de la ONU a la cuestión petrolera en la guerra de Irak en el año 2003. El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, agregó en una rueda de prensa que Estados Unidos y sus aliados pretenden obstaculizar los esfuerzos internacionales para dar solución a la crisis en Venezuela“en cuanto a la posibilidad de aunar esfuerzos internacionales para solucionar la crisis en Venezuela (…) EEUU y sus aliados cercanos ponen trabas”.
Bajo presión para reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, la UE lanzó su iniciativa con intención de lograr una solución democrática y pacífica a la crisis, después de que la Eurocámara reconociera a Guaidó como presidente con una votación con 439 votos a favor, 104 en contra y 88 abstenciones, para lo que se dan 90 días para que se convoquen elecciones generales en Venezuela. Si Nicolás Maduro no respondiese existiría la posibilidad por parte de la UE de imponer sanciones como las exigidas desde el 2017 a 18 funcionarios venezolanos, algo que no incluiría sancionar al sector económico para no agravar la crisis humanitaria en el país.
Por último y centrándonos en la posición suramericana, debemos hablar del diálogo entre México y Uruguay con Venezuela. Mantienen una posición neutral y este miércoles anunciaron la convocatoria para el 7 de febrero de una conferencia internacional en Montevideo para discutir una salida diplomática a la situación en Venezuela, respondiendo a los llamamientos efectuados por la ONU en favor de un diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, “estamos al corriente de la iniciativa de México y Uruguay. Obviamente la comunidad internacional puede desempeñar un papel clave para facilitar acuerdos incluyentes”, señaló el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, preguntado al respecto.
>>La mejor opción para Venezuela, ¿diálogo o elecciones?<<
Pretenden establecer un proceso creíble en el que haya garantía en reglas y resultados tal y como enunciaron el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el uruguayo Tabaré Vázquez “un nuevo proceso de negociación incluyente, con pleno respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho, con el apoyo de Naciones Unidas”. El mandatario mexicano no descarta la vía democrática de establecer elecciones, pero resalta la necesidad de tener en cuenta la opinión del pueblo de Venezuela, así mismo se apega a los principios de política exterior establecidos en la Constitución de “no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y respeto de los derechos humanos”.