¿Está la izquierda preparada para un adelanto electoral?
Podemos e Izquierda Unida (IU) se mantienen fieles al pacto marco que acordaron en junio del año pasado junto con Equo. Conscientes de que se podría producir un final abrupto de la legislatura, quisieron adelantarse a ese escenario cerrando los flecos más importantes de una candidatura unitaria.
Se podría decir que, formalmente, la izquierda está preparada para afrontar las elecciones legislativas que se acercan, ahora a máxima velocidad tras el esperado rechazo de los Presupuestos 2019 en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, aparecen diferentes cuestiones que señalan que no está lista para obtener unos mejores resultados que los obtenidos en 2016.
>>La izquierda “mainstream” frente a la movilización de la derecha<<
En primer lugar destaca la marcha de Íñigo Errejón, por ahora su plataforma junto con Manuela Carmena solo competirá con Unidos Podemos en las elecciones municipales y autonómicas, pero el apoyo a Errejón dentro de Podemos no solo se circunscribe a la Comunidad Autónoma de Madrid, y no participar en las elecciones legislativas dejando espacio libre a Unidos Podemos, podría afectar a sus posibilidades electorales, por lo que no se puede descartar un escenario en el que la marca Más Madrid pase a ser Más España.
Si ese fuera el caso, los medios de comunicación que dominan el espectro mediático español, daría una mayor cobertura a los de Íñigo Errejón y Manuela Carmena, ya que sus propuestas reformistas no tocan tanto los privilegios de los poderosos como las de Unidos Podemos. Una situación que afectaría a la candidatura de Pablo Iglesias y Alberto Garzón.
>>El dilema de Unidos Podemos: Competir contra Carmena en Madrid<<
En segundo lugar hay que destacar el experimento fallido que ha supuesto Unidos Podemos. Al no dotarlo de mecanismos internos para que los grupos que lo conforman dispongan de cauces democráticos para articular respuestas conjuntas, ni para solucionar los problemas que surgen de la convivencia política, su alcance se ha limitado.
Unidos Podemos no ha logrado superar el moderado e insuficiente programa electoral con el que nació, ni las dinámicas de la vieja política que anularon la posible ilusión de unas primarias, que siguen siendo sustituidas por el dedo en una mesa camilla. No han sido las militancias de las fuerzas integrantes las que han redactado el programa electoral en asambleas participativas.
No ha sido posible convertir a Unidos Podemos en una coalición que trascienda las citas electorales, ni se ha podido establecer como marca en todos los territorios, siendo algunos lugares hoy en día espacios para peleas públicas entre Podemos, IU y Equo de cara a las elecciones municipales y autonómicas.
>>Íñigo Errejón logra un triunfo interno mayor del esperado<<
Una situación que desmoviliza el voto de quién acude a las urnas para votar a Unidos Podemos en las generales, y un mes después observa que en las municipales se dividen en base a peleas por puestos, y en las autonómicas van juntos pero con un nombre diferente. Dependiendo del lugar se pueden dar diferentes combinaciones.
Las experiencias municipalistas de 2015 demostraron que el desborde y el sorpasso son posibles con primarias abiertas y la redacción de un programa participativo. Y cuando no se ha dado esa situación, los resultados han castigado a las fuerzas de izquierda.
>>La apuesta de Unidos Podemos por la república como eje del próximo ciclo electoral<<
Con Pablo Iglesias desaparecido por su permiso de paternidad, Podemos roto tras la traición de Íñigo Errejón, con los métodos de la vieja política como pegamento de las candidaturas, con peleas entre los partidos de UP a nivel municipal y autonómico, sin la democracia de las primarias abiertas ni la redacción participativa de los programas electorales, sin haber mantenido la apuesta por la república que asomó tímidamente hace un mes, y sin movilización en las calles, la izquierda no parece tener a día de hoy muchas posibilidades de sobrevivir como hasta ahora después de las elecciones legislativas.