Como ya adelantamos en el ElEstado.Net, el líder del PSOE Pedro Sánchez quiere unas nuevas elecciones generales, y espera poder culpar de ellas a Unidas Podemos. El actual presidente del ejecutivo en funciones cree en las encuestas que señalan una mejoría con respecto a la jornada electoral que se celebró el pasado mes de abril, en las que el PSOE fue capaz de recuperar dos millones de votos.
Una nueva convocatoria, por los motivos que mueven a Pedro Sánchez, no sería bien recibida por parte de los electores, sobre todo por los que depositaron en la urna la papeleta del PSOE, esperando que sirviera para un gobierno de izquierdas con Unidas Podemos.
El líder del Partido Socialista no se plantea convocar elecciones por no haber sido capaz de llegar a acuerdos, ya que la disposición de Pablo Iglesias, líder de UP, no podía haber sido mayor, sino por conseguir una mejor cuota de poder para su organización política, lo que se sale de los límites éticos del sistema democrático.
Para ello Pedro Sánchez presentará mañana a los negociadores de Unidas Podemos una propuesta de programa de gobierno inasumible por la izquierda transformadora, para usar el no de la coalición de izquierdas de Pablo Iglesias y Alberto Garzón como la justificación de unas nuevas elecciones.
La misma estrategia le funcionó a la perfección a Pedro Sánchez en 2016, culpando a UP de la imposibilidad de un gobierno progresista al rechazar el acuerdo neoliberal que el PSOE había refrendado en primer lugar con Ciudadanos. Gracias al aparato mediático del Régimen del 78, UP no pudo identificarse de otra manera a la que Pedro Sánchez le había impuesto.
Sin embargo, ahora el contexto es diferente, puesto que Pedro Sánchez expresó de manera clara y pública que buscaría el acuerdo con Unidas Podemos si los resultados de las elecciones así lo indicaban. Traicionar el discurso que le ha valido la recuperación electoral podría volverse en su contra en una nueva convocatoria de elecciones generales.
Propuestas: giro a la derecha
Algunas de las propuestas que el PSOE presentará mañana a UP, y que suponen un claro giro a la derecha con respecto al programa electoral de los de Pedro Sánchez presentado hace tres meses, son las siguientes.
- Mantener la Ley Mordaza.
- Mantener las reformas laborales del PSOE y PP.
- Redactar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que ha sido rechazado por los sindicatos, al considerarlo un señuelo si se redacta sin derogar las dos últimas reformas laborales.
- Se retira de la propuesta la regulación del precio del alquiler de viviendas.
- Se elimina la propuesta de hacer tributar a las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (Socimis).
- La reforma de las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV) ya no se contempla.
- Desaparece el Impuesto de Sociedades (15% mínimo).
- No está en el documento el aumento del IRPF a las rentas superiores a 130.000 euros al año.
- No se regulará el funcionamiento de las casas de apuestas.
- Se mantendrá la actual regla de gastos de los ayuntamientos.
Las medidas tienen un impacto negativo para la mayoría social en los aspectos laboral, económico y de vivienda, tres de los puntos señalados como fundamentales (líneas rojas) por Unidas Podemos, lo que supone una declaración de intenciones de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, quién tendrá que mover ficha mañana: decir no y arriesgarse a aparecer ante la opinión pública como el culpable -otra vez- de que no haya un gobierno progresista, o decir que sí y tener que gestionar una participación en un gobierno con vocación neoliberal y un programa totalmente contrario al que UP presentó en las elecciones.