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Estados Unidos gana el Mundial de fútbol

Estados Unidos se proclamó, el pasado domingo, campeona de la Copa del Mundo Fútbol femenino, disputada en Francia entre el 7 de junio y el 7 de julio. En una edición que pasará a la historia por la espectacular asistencia de público, el combinado yankee derrotó, en la final, 2-0 a la selección neerlandesa.

Este año el fútbol femenino ha conseguido cuotas de pantalla y asistencias en estadios inimaginables tan solo hace dos años. Con la coincidencia de que era año mundialista, esta disciplina ha experimentado un boom, también en España, generando un interés desconocido hasta la fecha entre los aficionados a este deporte.

>>El crecimiento del fútbol femenino en España<<

Pero, ¿por qué Estados Unidos? Un país en el que ni tan siquiera se llama fútbol -para ellos, el football es el americano, designando soccer al balompié-. En el gigante americano los cuatro deportes rey son el fútbol americano, el béisbol, el baloncesto y el hockey sobre hielo. El soccer siempre ha gozado de menos popularidad, y la mejor posición del equipo masculino en un Mundial de la FIFA debe buscarse en la edición inaugural, celebrada en Uruguay en 1930 y sin equipos europeos, en la que Estados Unidos quedó en tercera posición.

La realidad es que, pese a que entre los hombres no es habitual, entre las mujeres sí. Son muchas las mujeres que practican el fútbol en el país americano y, según datos publicados durante el campeonato, la mitad de las mujeres federadas del mundo lo están en Estados Unidos. Por este motivo se proclamaron campeonas, y por esto mismo lo han conseguido en cuatro de las ocho ediciones de los Campeonatos del Mundo femeninos.

La anécdota más comentada de esta competición fue el enfrentamiento entre Megan Rapinoe, estrella del combinado estadounidense, y Donald Trump. Contrariada por el discurso del presidente de su país en relación con las parejas del mismo sexo, Rapinoe decidió no interpretar el himno nacional en ningún partido. Este hecho provocó las iras de Trump y sus seguidores, que vieron impotentes como la jugadora se proclamaba campeona del mundo y era escogida como la mejor jugadora del torneo.