La semana pasada habíamos iniciado un artículo sobre el rock progresivo de la década actual. Completamos aquella primera parte con una nueva selección de discos muy recomendables.
Bien, pues aquí está el artículo que completa el iniciado la semana pasada. En él queríamos ofrecer una serie de discos más que recomendables de rock progresivo, editados dentro de la década que todavía estamos viviendo.
No queremos detenernos mucho en los detalles, puesto que parte de la definición del rock progresivo se plasmó en la primera parte, por lo que vamos a pasar a la acción y a ofrecer una nueva lista de diez discos, completando así un total de veinte entre las dos partes.
Recordad que cada cual tendrá su lista y opinión, eso está claro. Desde aquí, lo que podemos decir es que en todas las que hemos hecho hasta el momento, figuran discos que han sido contextualizados y analizados hasta en el más mínimo detalle para justificar su inclusión. Priorizamos la objetividad por encima del gusto personal aunque, obviamente, hay parte de ambos factores.
Ahora es momento de que te tomes un respiro, te relajes y, si lo estimas oportuno, vayas pinchando en los enlaces para escuchar parte de las obras señaladas.
All Traps On Earth – A Drop of Light (AMS Records; 2018)
Cuarteto sueco que ha aterrizado en el rock progresivo con este flamante debut titulado A Drop of Light. Hasta el momento, las críticas no han podido ser más favorables, y es que el álbum merece toda nuestra atención debido a su calidad y producción. El multiinstrumentista y líder de la formación, Johan Brand, ha sido el encargado de componer y de producir. El sonido circula por la rama sinfónica, con incursiones en el movimiento zeuhl, con todo lo que ello conlleva, y hay que destacar sobre todo el uso de compases no convencionales. Aunque las voces son algo secundarias, ya que aquí todo el peso recae en la parte instrumental, hay que destacar la labor de Miranda Brand. Creo que podrían haber explotado más sus cuerdas vocales.
Canciones destacadas: “All Traps on Earth”, “Omen” y “Bortglömda Gårdar”.
Riverside – Love, Fear and the Time Machine (Inside Out; 2015)
Los polacos Riverside son una de las bandas más reputadas del rock/metal progresivo de las dos últimas décadas. La calidad de sus álbumes, en su mayoría, están fuera de toda duda, y además no se han limitado a repetir fórmulas y estructuras. Sirva de muestra el álbum que nos ocupa, en el que definitivamente miran más hacia el rock que hacia el metal progresivo, y además añaden pinceladas de art rock. Tiene tintes melancólicos y por momentos se vuelve atmosférico, pero lo cierto es que han sabido trabajar muy bien la parte melódica. Instrumentalmente no hay ningún pero, se muestran elegantes y plasman toda su experiencia de manera magistral. Me gustaría destacar por encima de todo la belleza de “Time Travellers”.
Canciones destacadas: “Lost (Why Should I Be Frightened by a Hat?)”, “Under the Pillow”, “Discard Your Fear” y “Time Travellers”.
Amoeba Split – Second Split (Azafrán Media; 2016)
Amoeba Split es una banda formada en A Coruña, concretamente a principios de la década del 2000, aunque no fue hasta 2010 cuando publicaron su primer trabajo. Curiosamente, y a pesar de gozar de gran reputación incluso fuera de nuestro país, en el circuito nacional son unos desconocidos. Desconocidos si no estás dentro del círculo progresivo. Ellos son de esa clase de grupos que vienen a demostrar que en España hay muchísimo talento, que existen grandes formaciones musicales de diferentes estilos, pero que ni se explotan ni se les presta atención. La banda, no sé si de forma consciente o no, está emparentada con la Canterbury Scene, subgénero progresivo con gran influencia del jazz rock. Second Split es todo un placer para los oídos.
Canciones destacadas: “Clockwise”, “Sundial Tick”, “Those Fading Hours” y “About Life, Memories and Yesteryears”.
Phideaux – Infernal (Bloodfish; 2018)
Infernal, el trabajo más reciente de los estadounidenses Phideaux, viene a cerrar la trilogía iniciada en The Great Leap (2006), después seguida en el flamante Doomsday Afternoon (2007). Desconozco el motivo por el cual no ha querido cerrarla hasta 2018 y tras un buen número de álbumes, pero lo cierto es que este final está a la altura de las expectativas. Liderados por el multiinstrumentista Phideaux Xavier, mente maestra y comparado permanentemente con el genial Peter Hammill, vuelven a plasmar una obra exquisita, con trazos épicos, fantasiosa, y con tintes apocalípticos. Un álbum doble que apenas desfallece entre tanto material, muy bien contruido, explotando las voces femeninas y masculinas como viene siendo habitual, y con un gusto exquisito por las melodías.
Canciones destacadas: “The Error Lives On”, “Inquisitor”, “The Sleepers Wake” y “From Hydrogen to Love”.
The Windmill – Tribus (Apollon; 2018)
Grupo noruego que ya lleva unos cuantos años en el mundo de la música, concretamente desde 2001, a pesar de haber debutado en 2010 y de haber publicado solamente tres álbumes de estudio. Sin embargo, hay que destacar que todos los que han compuesto hasta la fecha están a muy buen nivel. He elegido el último de ellos, el cual vio la luz en 2018, ya que reúne muy bien el sonido característico de la banda. Aunque prácticamente todo el material lleva la firma del teclista Jean Robert Viita, hay que decir que todos han puesto su granito de arena. El comienzo no puede ser más épico, ya que lo protagoniza una pieza de más de 23 minutos separada por diferentes partes o secciones. Habrá que seguirles la pista muy de cerca.
Canciones destacadas: “The Tree”, “Storm” y “Make Me Feel”.
Subsignal – Touchstones (Golden Core; 2011)
De la unión de músicos de Sieges Even y Dreamscape, surgió Subsignal, una banda alemana que lleva en activo desde el año 2007. Desde entonces, se han mostrado bastante regulares a la hora de publicar sus álbumes, no solo cronológicamente hablando, si no también por la valía de todos ellos. Ha sido bastante difícil elegir un disco, pero finalmente me he decantado por Touchstones, puesto que tenían el reto de prolongar el dulce estado de forma que vivieron en su debut, y no defraudaron. Neo-Prog de quilates con incursiones en el AOR, de impecable ejecución instrumental y deliciosas líneas vocales. Hay una gran labor realizada en las guitarras, en los teclados, y también en la base rítmica. Su único pero es la duración total del álbum, quizá algo excesiva.
Canciones destacadas: “Feeding Utopia”, “Wingless”, “Finisterre” y “Touchstones”.
Mystery – Delusion Rain (Unicorn Digital; 2015)
Canadá siempre ha aportado grandes artistas en prácticamente todos los géneros y subgéneros musicales. En el rock progresivo tampoco se han quedado atrás. Recordemos que es el país de origen de los legendarios Rush, pero es que además han exportado otros nombres con menor fama pero de indudable calidad como Mystery. Ya son unos veteranos en esto, puesto que se formaron en 1986 en la ciudad de Montreal, aunque hay que advertir que no debutaron con un álbum oficial hasta diez años más tarde. En la década actual están siendo especialmente prolíficos y, curiosamente, han ido de menos a más. Delusion Rain es un gran disco de escuela Neo-prog, con inclinaciones sinfónicas, notables cambios de ritmo y gran elegancia.
Canciones destacadas: “Delusion Rain”, “If You See Her”, “The Willow Tree” y “A Song For You”.
Magma – Zëss: Le jour du néant (Seventh; 2019)
Los franceses Magma, impulsores del movimiento vanguardista zeuhl, han sido protagonistas en la década de los 60 y los 70, su etapa más brillante. A pesar de grandes parones, de multitud de cambios de formación y de ciertas dificultades, han entrado en la década del 2000 con mucha fuerza, demostrando toda su experiencia y poniéndola al servicio de unas composiciones de enorme carácter. Por si fuera poco, a partir del 2010 también se han dejado notar y, de hecho, su último trabajo, Zëss: Le jour du néant, sigue recordándonos a aquella banda que dejaba sorprendida a buena parte de la parroquia progresiva. No son fáciles de escuchar, siguen experimentando como antaño, y eso implica varias escuchas para asimilar lo registrado. 37 minutos de música sin respiro y sin concesiones a la autocomplacencia.
Canciones destacadas: Todas sus secciones.
The Neal Morse Band – The Similitude Of A Dream (Radiant; 2016)
The Neal Morse Band se formó en 2014, aunque no es más que la continuación de la carrera en solitario de Neal Morse, su cerebro, aunque acompañado de unos cuantos músicos de gran reputación. Entre ellos figura el batería Mike Portnoy, el cual se dio a conocer en Dream Theater, aunque ahora está involucrado en un buen número de proyectos musicales. The Similitude Of A Dream es una obra de rock progresivo de vertiente sinfónica, con elementos del hard rock y las evidentes reminiscencias del rock cristiano a las que Neal nos tiene acostumbrados. En este disco doble hay grandes momentos de música, buenas melodías, ejecuciones instrumentales de gran nivel y, a pesar de su extenso minutaje, es bastante ameno.
Canciones destacadas: “Overture”, “Makes No Sense”, “The Ways Of A Fool” y “Broken Sky/Long Day Reprise”.
Big Big Train – English Electric (Part One) (Giant Electra Pea; 2012)
Procedentes de Bournemouth (Reino Unido), Big Big Train llevan en la música desde principios de los 90. No gozan de una gran popularidad, aunque son muy respetados en las corrientes progresivas. En los últimos tiempos han demostrado una gran capacidad creativa, casi siempre enfocándose hacia la vertiente más sinfónica del rock progresivo. Tras una fea portada se esconde un contenido musical que quita el hipo. Esta es la primera de las dos partes de la obra completa, culminada apenas un año más tarde. Su música, por momentos pastoral, por momentos épica, resulta muy agradable al oído, con movimientos folk muy conseguidos. En cierto modo, se ven bastante influenciados por los Genesis de la etapa con Peter Gabriel.
Canciones destacadas: “The First Rebreather”, “Uncle Jack”, “A Boy In Darkness” y “Hedgerow”.