Cinderella es una banda de hard rock/glam con puntuales elementos heredados del blues. Vendieron millones de discos entre mitad de los 80 y principios de los 90. Conozcamos un poco más sobre ellos.
Los estadounidenses Cinderella fueron una de las bandas más reconocibles dentro del panorama hard rock/glam de la década de los 80 y principios de los 90. Sus tres primeros trabajos se vendieron mucho y tuvieron un fuerte apoyo por parte de la MTV. Los éxitos que cosecharon no fueron en ningún caso fruto de la casualidad, sin embargo, según pasaron los años, el interés por el grupo se enfrió debido a diversos factores.
Primeros años
Cinderella se formó en la ciudad de Filadelfia (Estados Unidos), fruto de la unión del vocalista, guitarrista, teclista y compositor Tom Keifer, y del bajista Eric Bittingham. Todo esto entre 1982 y 1983. Poco después se incorporaron el guitarrista Michael Kelly Smith y el batería Tony Destra, aunque no duraron mucho, ya que ambos partieron para después formar el grupo Britny Fox. Finalmente, incorporaron al batería Jody Cortez y se quedaron en formato cuarteto.
Rápidamente comenzaron a tocar en salas y clubs. En uno de sus conciertos, Jon Bon Jovi fue testigo del espectáculo y los recomendó a Mercury, sello al que pertenecía por aquel entonces. Se pusieron en contacto con Cinderella y firmaron un contrato. Gracias a ello, comenzaron a grabar el que sería su puesta de largo. Eso sí, no sin sobresaltos durante las sesiones del mismo, puesto que Jordy Cortez abandonó la banda y tuvo que ser reemplazado por Fred Coury.
Night Songs (1986) apareció en escena tras varios meses de trabajo. El álbum respondía claramente a las corrientes del mercado, ya que se arrimaron al hard rock y al glam metal del momento. La respuesta de la crítica y el público fue favorable. Rápidamente alcanzaron el disco de platino en su país, aunque a lo largo de los años conseguirían tres por esta misma obra. “Shake Me”, “Nobody’s Fool” y “Somebody Save Me” fueron los tres singles extraídos del álbum y tuvieron cierta repercusión. Auparon al disco hasta el puesto número 3 del Billboard.
La consagración
Tras el éxito inicial de su debut discográfico, Cinderella aprovecharon el tirón del momento para meterse de nuevo en el estudio de grabación. En él aparece acreditado Fred Coury como batería, pero lo cierto es que tuvieron que contar con varios baterías de sesión, entre ellos Cozy Powell.
El álbum se tituló Long Cold Winter (1988), y en él se puede apreciar una evolución musical, dado que, a los elementos iniciales, le añadieron un sonido más blues, enriqueciendo así una propuesta algo más ambiciosa que la de muchos coetáneos dentro del hard rock de los ochenta.
La acogida fue incluso mayor que la del álbum inicial, ya que en un mismo mes llegaron al disco de oro y platino respectivamente, para poco después alcanzar el doble platino, y ya en 1997, el triple. Sin embargo, el álbum, aunque llegó al top 10 de la lista estadounidense, no pudo igualar el puesto de su antecesor. Se extrajeron cuatro singles de altura: “Gypsy Road”, “Don’t Know What You Got (Till It’s Gone)”, “Coming Home” y “The Last Mile”.
Lejos de dormirse en los laureles, Tom Keifer y los suyos buscaron afianzar su propuesta musical, aunque esta vez con una fusión de hard rock y blues mucho más acentuada, a la que añadieron ciertas dosis de rock sureño. Todo esto en un momento en que el hard rock como se había conocido en los 80, estaba en decadencia. No tanto por la calidad, si no por las nuevas tendencias musicales que venían copando gran parte de la parrilla en las emisoras musicales.
Aún así, Heartbreak Station (1990) fue bastante apreciado y figuró en el Billboard. Llegó hasta el puesto número 19, mientras los singles “Shelter Me”, “The More Things Change” y “Heartbreak Station”, tuvieron desiguales resultados en las listas de sencillos. Lograron un disco de platino, pero a pesar de la calidad mostrada, ya se notaba que los vientos soplaban en otra dirección.
Problemas para Keifer, problemas para Cinderella
En 1991, Tom Keifer tuvo que someterse a varias operaciones debido a un problema en sus cuerdas vocales, ya que estas le impedían cantar. Tras una rehabilitación vocal que se extendió en el tiempo, Cinderella volvieron a ponerse manos a la obra, pero pronto comprendieron que su tiempo había acabado. Los sellos discográficos, así como los medios musicales, comenzaron a dar toda su cobertura al grunge debido al “boom” originado por el Nevermind de Nirvana.
Toda esta situación les estalló cuando publicaron Still Climbing (1994), su cuarto álbum de estudio. Apenas pudieron mantenerse una semana en la lista del Billboard, y los cinco sencillos extraídos apenas contaron con apoyo. Para colmo, el sello Mercury les había dado la espalda, a pesar de que el disco, en términos cualitativos, era más que aceptable. Eso sí, esta vez con un claro acento hardrockero, sin adornos y con menos riqueza en cuanto a elementos musicales y matices.
A partir de aquí, los Cinderella comenzaron a dar tumbos. Sin nuevos álbumes y sin ofertas por parte de promotores para dar conciertos, fueron haciendo lo que pudieron. A la mínima que alguien se interesaba por ellos o surgía alguna gira con unas cuantas fechas, ellos aceptaban. De hecho, han realizado algunos conciertos en los años 2000, 2002, 2005, 2006, 2011, 2012, y han aparecido en festivales en 2013 y 2014. El propio Keifer ha afirmado que no hay planes de nueva actividad. Veremos.
Repercusión y legado
Los estadounidenses Cinderella han sido muy importantes a la hora de alimentar la escena hard rock de los 80. De hecho, están muy bien considerados, dentro de un estilo que fue absolutamente colapsado por la cantidad de bandas y lanzamientos que aparecieron en pocos años.
Han vendido millones de discos en los Estados Unidos, han conseguido un total de siete discos de platino en el citado país, cuatro en Canadá, y dos discos de oro en Suiza. Muchos grupos del estilo los han citado como referentes y, sobre todo se ha destacado la labor compositiva de Tom Keifer, el cerebro de la banda.
El cambio de paso les llegó en un momento en el que estaban con la guardia baja. Esperaban seguir trabajando mientras Tom intentaba recuperar su voz. Cuando lo hizo fue muy tarde. La cruel industria musical, la misma que te da la mano que te da un bofetón, les dio la espalda y dejaron que se ahogaran sin remedio.
Discografía recomendada (Top 3)
3. Night Songs (Mercury; 1986)
El debut de Cinderella es, sin duda, un gran trabajo. Fue gestado entre 1985 y 1986 en varios estudios de grabación. Gracias a él descubrimos a un talento compositivo como el vocalista, guitarrista y esporádico teclista, Tom Keifer. Night Songs incluyó unos cuantos éxitos que se vieron reflejados en las listas, pero en ningún caso ofrece la versión más madura del grupo. Sí que muestra a una serie de músicos de gran potencial, como demostrarían poco después, pero salvo los singles y algún tema más, acaba perdiendo en comparación con trabajos posteriores. Producido por Andy Johns, y con un Keifer componiéndolo absolutamente todo, lograron el puesto 3 del Billboard, varios discos de platino y éxitos como “Shake Me” y “Somebody Save Me”.
Canciones destacadas: “Night Songs”, “Shake Me”, “Nobody’s Fool” y “Somebody Save Me”.
2. Heartbreak Station (Mercury; 1990)
El grupo llevaba varios años instalado en el éxito. Para enfrentarse a la popularidad y a las expectativas, lanzaron Heartbreak Station, producido por John Jansen y el propio Tom Keifer. Era la primera vez -y la última- que el batería Fred Coury participaba íntegramente en todo el álbum. A grandes rasgos, en el álbum se plasman elementos del hard rock, el blues y el rock sureño. Es, desde luego, el más ambicioso de entre todos los publicados, si bien no contiene el número de hits del fantástico Long Cold Winter. “Shelter Me” y la homónima “Heartbreak Station” ocuparon todo el interés y figuraron en las listas de éxitos del Billboard. Lamentablemente, tras la gira del disco, Keifer tuvo que ser operado por un problema en sus cuerdas vocales.
Canciones destacadas: “The More Things Change”, “Shelter Me”, “Heartbreak Station” y “Dead Man’s Road”.
1. Long Cold Winter (Mercury; 1988)
Desde luego, el contenido musical del álbum no es tan discreto como la portada. Para nada, aquí se encuentra buena parte de lo mejor del repertorio de Cinderella. Long Cold Winter es su segundo trabajo, y tuvo que hacer de continuación de un Night Songs que vendió muy bien y tuvo una gran respuesta por parte del público y un ámplio sector de los medios especializados. Aquel hard rock/glam metal de su debut, se ve aquí potenciado por sutiles elementos heredados del blues rock. Estaban casi más cerca de bandas como Aerosmith, que de la mayoría de formaciones de hard rock de la escena estadounidense de los 80. Así, sobresalen composiciones de la talla de “Gypsy Road”, “Coming Home” o la balada “Don’t Know What You Got (Till It’s Gone)”.
Canciones destacadas: “Bad Seamstress Blues / Fallin’ Apart at the Seams”, “Gypsy Road”, “Don’t Know What You Got (Till It’s Gone)” y “Coming Home”.
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