The news is by your side.

Editorial: ¿Unidad como protección?

Unidad ¿entre qué o quiénes? Protección ¿frente a qué o quiénes? Unidad entre los medios de comunicación que nos posicionamos en contra del neoliberalismo. Protección frente a los ataques del sistema capitalista.

Puede parecer una retórica pasada de moda, el viejo y manido “ellos” los malos, la oligarquía, vienen a por “nosotros” los buenos, el pueblo cuando “decimos lo que no conviene“. Recuerdo que a finales del pasado mes de julio del presente año que ya envejece, el gobierno de Ecuador, mediante la testaferro de Lenín Moreno, María Auxiliadora Patiño Herdoiza, miembro de la oligarquía de Ecuador, nos atacó y consiguió tumbar nuestra web durante seis días.

No me da miedo confesar que temí en varios momentos por no poder volver en un plazo de tiempo que permitiera sostener a ElEstado.Net, por su juventud, en la memoria de los que nos habían conocido en ese momento. Nunca valoramos en serio un posible ataque de esa magnitud, calculado y destinado a acabar con nosotros. Quizá esperábamos un aviso moderado cuando estuviéramos molestando a alguien importante.

Sin embargo ni esperábamos conseguirlo tan pronto, ni mucho menos que consiguieran que nuestro anterior servicio de Hosting se saltase todas sus normas para banearnos definitivamente sin pruebas y sin darnos la copia de seguridad. Quisieron quitarnos todo. Obtuvimos algún apoyo de varios medios alternativos de Ecuador y de Uruguay, a los que les estaremos eternamente agradecidos.

Nada más. No recrimino nada, no nos lo merecíamos en el sentido de que no nos habíamos molestado en forjar alianzas con otros medios de comunicación, algo que por lo visto, sucede las mismas veces que la humanidad es capaz de encontrarse a sí misma en el sistema capitalista.

Considero que es un error que tengamos la unidad como una herramienta útil para protegernos frente a estos ataques, y la estemos dejando en un oscuro cajón dentro de un mueble desvencijado, ubicado en la zona más oscura de un taller que quebró hace lustros, cuando el pueblo en el que se encuentra pasó a ser fantasma.

¿Qué hubiera pasado si cuando nos atacó la oligarquía aliada del gobierno de Lenín Moreno, los medios de comunicación alternativa hubieran cerrado filas con nosotros? No es posible saberlo, pero con un análisis tomando en cuenta el archivo histórico, el contexto actual y la realidad que embarga nuestras vidas, podemos hallar una respuesta que se quede cerca de revelar los hechos más posibles de materializarse, de la línea hipotética que hemos abierto.

Un cierre de filas con la publicación de la misma nota de prensa, podría haber puesto la situación en el candelero mediático, haciendo que la siguiente oligarquía que pensase atacar a otro medio de comunicación, lo reflexionase previamente. Una publicación constante con las novedades del caso, un apoyo en las Redes Sociales, lograría despertar una ola de solidaridad que beneficiaría a todos los medios participantes en la iniciativa, con visitas e interacciones.

Si hubiéramos sido capaces de posicionar el nombre de nuestra atacante, no solo habríamos hecho retroceder varios pasos a las élites económicas que buscan nuestra desaparición para poder imponer su relato sin ningún tipo de resistencia -nadie querría ser el atacante si luego se revela su identidad mediáticamente-, sino que también habríamos conseguido comenzar a cambiar el miedo de bando. Pero también habríamos clavado un puñal en el corazón del aparato mediático del neoliberalismo, ya que la visibilidad que hubiera alcanzado la corrupción de Lenín Moreno podría haber abierto escenarios favorables a las fuerzas progresistas.

Una vez que ElEstado.Net logre estabilizarse y cumplir con lo acordado en sus documentos internos, nos lanzaremos a hablar con el resto de medios de comunicación alternativos para conversar sobre posibles dinámicas de unidad que nos permitan responder unidos, y con más fuerza, a posibles ataques que puedan llegar.

Pero no solo debemos quedarnos en la unidad cuando se trate de la defensa. Cerrar un acuerdo para sostener una línea editorial sobre cinco puntos principales, haría que nuestras voces, ahora mismo pequeñas y tapándose unas a otras llegando cada uno a su pequeña audiencia, podrían convertirse en un grito mediático que haría retumbar las cavernas desde donde se forjan las perversas manipulaciones de las que son víctimas millones de alienados, que recorren la vida de espaldas a sus intereses de clase.