Ha llegado por fin la segunda parte del artículo. Con esta y la de la pasada semana podréis tener a simple vista un resumen de lo más granado del heavy metal de los 90 y 00. Disfrutad el artículo.
Un artículo con 10 discos de heavy metal de los 90 y 00 nos parecía escaso. Es por eso que decidimos hacer uno dividido en dos partes para reunir 20 referencias discográficas de cierta calidad. La selección que hemos llevado a cabo intenta mostrar la cara más conocida del heavy metal de esos años, pero también la que quedó relegada a movimientos de culto.
Además, todas las obras tienen en común que sus ingredientes musicales pertenecen mayoritariamente al heavy metal, dejando obras pertenecientes al thrash, power o doom para otras listas individuales.
Es posible que haya ausencias notables, por supuesto, pero siempre las habrá. La intención de darle voz a un estilo con tanta tradición es la que queríamos cumplir. Ya lo hemos hecho con la década dorada del heavy metal, la de los 80, y ahora hemos analizado concienzudamente cada una de las inclusiones en este tramo de la historia de la música.
La única intención de todo esto es llevar a vuestras casas música de diferentes estilos. Ahora mismo es nuestra máxima prioridad es fomentar la cultura musical. Esperamos al menos ayudar a su difusión. Disfrutad de la selección.
Saxon – Unleash the Beast (1999; CMC)
Tras haber despuntado como banda perteneciente a la corriente NWOBHM en la primera mitad de los 80, llegó el colapso compositivo durante mucho tiempo. Unleash the Beast rompe con una tendencia decadente e inicia una nueva época bastante fructífera que aún se extiende hasta nuestros días. En parte, potencia todos los ingredientes de su antecesor Dogs of War (1995), pero el resultado final de las composiciones es mucho más sólido y tienen más armas para poder para enganchar. Curiosamente, su primer sencillo “Absent Friends” es uno de los cortes menos pesados del mismo, aunque es verdaderamente emotivo. Obviamente, hay pildorazos rabiosos como el tema título y “Terminal Velocity”. De entre sus discos de los 90, es quizá el más apreciado dentro del sector.
Canciones destacadas: “Unleash the Beast”, “Terminal Velocity”, “Circle of Light” y “Absent Friends”.
The Lord Weird Slough Feg – Traveller (2003; Dragonheart)
La de estos estadounidenses fue una de las mejores irrupciones de los 90 dentro del heavy metal. Habían apuntado maneras con su debut homónimo, para después confirmar su propuesta tres años más tarde. En plena evolución y llegando al pico de madurez, sacan de la chistera un ambicioso trabajo titulado Traveller, en el que además de buen heavy metal incluyen algunos elementos propios del power metal. Se trata de un trabajo conceptual basado en el juego RPG de mismo nombre, el cual tuvo su popularidad en la década de los 70. A partir de ahí, la banda muestra su buen hacer gracias a composiciones poderosas, un vocalista más que solvente, guitarras de un magnífico nivel y una base rítmica a la altura de las circunstancias. A pesar de la calidad que atesoran, nunca han ingresado en la élite del heavy de los últimos treinta años.
Canciones destacadas: “High Passage/Low Passage”, “Vargr Moon”, “The Final Gambit” y “Addendum Galactus”.
Mercyful Fate – In the Shadows (1993; Metal Blade Records)
Tras varios años de inactividad, Mercyful Fate regresó en la década de los 90 para publicar In the Shadows. El álbum tuvo la difícil tarea de responder a las altas expectativas creadas debido a los dos clásicos que la formación danesa publicó en los 80. Estos son Melissa (1983) y Don’t Break the Oath (1984). Aunque no llega al nivel de ninguno de ellos, es un gran disco. De hecho, la obra contiene algún nuevo clásico del repertorio como puede ser “Egypt”. Esta canción que abre el álbum es de lo mejor que han compuesto en su época post-ochentera. King Diamond, líder junto al guitarrista Hank Shermann, siguió con su peculiar manera de interpretar, alternando falsetes con ciertas voces rasgadas, aunque no tan excesivas como en otros momentos de su carrera en solitario. Después llegaron nuevos trabajos, pero no todos despertaron el mismo interés que el que nos ocupa.
Canciones destacadas: “Egypt”, “The Bell With”, “The Old Oak” y “Is That You, Melissa?”.
In Solitude – In Solitude (2008; Pure Steel Records)
Banda sueca formada a principios de la década del 2000. Han publicado un total de tres álbumes de gran valía, pero lamentablemente se disolvieron en el año 2015. En algunos momentos recuerdan a los Mercyful Fate, si bien es cierto que el vocalista Pelle Åhman no abusa del dramatismo como sí King Diamond. Quizá se asemejen más en las estructuras, a la temática ocultista, a sus ambientaciones y a la manera de ejecutar los instrumentos. De todas formas, tienen un sello propio que los catapultó a la élite de las bandas de culto del heavy metal de los últimos años. Este álbum debut mostraba todas las cartas de los suecos y entregaban temas de gran calidad como “Kathedral”. Concentraron toda la sustancia en poco más de 40 minutos. Los ideales para no perderse por el camino.
Canciones destacadas: “Witches Sabbath”, “Kathedral”, “Faceless Mistress” y “The Monolith”.
Judas Priest – Painkiller (1990; CBS)
Los británicos Judas Priest saludaron los años 90 con Painkiller, un álbum sorprendente por su dureza, por la producción y porque en anteriores años habían sufrido un pequeño bajón a nivel compositivo, algo de lo que aquí se recuperaron con creces. Las nuevas tendencias metaleras se estaban imponiendo, mientras los clásicos que habían reinado en los 80 comenzaban a perder protagonismo. Eso era lo que la banda de Halford, Downing, Tipton y compañía querían frenar. El álbum al completo es un puñetazo en la boca del estómago de todos aquellos que quisieron destronarlos. Para muestra un botón, ya que el tema título es una bestialidad que se adentra en el speed metal, con un Rob inconmensurable a las voces, unas guitarras fascinantes y una base rítmica que corta la respiración. Además, el resto del trabajo tampoco estaba exento de buenísimas melodías.
Canciones destacadas: “Painkiller”, “Hell Patrol”, “Night Crawler” y “A Touch of Evil”.
Bruce Dickinson – The Chemical Wedding (1998; Air Raid)
Desde un punto de vista artístico y cualitativo, no le fue mal a Bruce Dickinson al margen de Iron Maiden, banda que había dejado a principios de los 90, y a la que regresaría poco después de publicar este álbum. Digo desde un punto de vista artístico, ya que en el aspecto comercial no tuvo tanta suerte como con el grupo británico. Bruce ya había realizado álbumes de gran contenido, como por ejemplo Accident of Birth (1997), pero en The Chemical Wedding confirma su dulce momento de forma. Heavy metal tamizado con una suave capa de nuevas tendencias para así aportar un toque más pesado y actual. Apoyado en su productor y co-compositor Roy Z, fue capaz de reunir una serie de canciones para uno de los mejores álbumes de su carrera y de la década de los 90.
Canciones destacadas: “King in Crimson”, “The Chemical Wedding”, “The Tower” y “Book of Thel”.
Armored Saint – Symbol of Salvation (1991; Metal Blade Records)
Magnífico exponente del heavy metal más clásico publicado en los 90. Los estadounidenses, que se habían formado a principios de los 80, fueron capaces de firmar una serie de álbumes muy tenidos en cuenta entre la parroquia metalera. A pesar de la calidad, nunca han sido especialmente populares. Symbol of Salvation confirma todo el talento que había en ellos. Su solvente vocalista, John Bush, también formó parte de una afamada banda de thrash metal como es Anthrax. A día de hoy, este trabajo suena muy vigente y no ha perdido nada de frescura. Todo ello gracias a composiciones como “Reign of Fire” y la estupenda “Last Train Home”. A día de hoy todavía siguen en activo, y no precisamente arrastrándose por los escenarios. Su último álbum, Win Hands Down, fue publicado en 2015.
Canciones destacadas: “Reign of Fire”, “Last Train Home”, “Symbol of Salvation” y “Warzone”.
Megadeth – Countdown to Extinction (1992; Capitol)
La razón por la que Megadeth parece en la lista con este trabajo, una banda que hasta ese momento había publicado álbumes de thrash metal, es precisamente su inclinación aquí hacia el heavy metal, dejando el que había sido su elemento principal en un segundo plano. A los estadounidenses simplemente les quedaba evolucionar en su sonido tras hacer uno de los mejores trabajos de thrash de la historia: Rust in Peace (1990). Álbum que por cierto aparecerá en alguna lista de dicho subgénero. La conversión no fue para nada tortuosa, de hecho, la esencia de su música sigue totalmente presente, aunque posiblemente con una mayor inclinación hacia la melodía. El tema homónimo es uno de los mejores ejemplos de ello, aunque no el único, ya que “Foreclosure Of A Dream” muestra la misma cara. Después de este llegaría Youthanasia (1994) para proseguir con la evolución total hacia el heavy metal.
Canciones destacadas: “Skin o’ My Teeth”, “Symphony of Destruction”, “Foreclosure Of A Dream” y “Countdown to Extinction”.
Axel Rudi Pell – Oceans of Time (1998; Steamhammer)
A caballo entre el heavy metal y el hard rock, el prolífico guitarrista alemán Axel Rudi Pell ha ido labrando una carrera con momentos muy brillantes y otros más repetitivos. Sin embargo, podemos decir que la década de los 90 ha sido muy exitosa para él en términos de creatividad. En 1998 publicó Oceans of Time, álbum que tenía la dificil papeleta de estar al nivel de los anteriores. No solo lo consiguió, sino que añadió nuevos temas a su lista particular de clásicos. Se rodeó de grandes músicos y de un magnífico vocalista como es el gran Johnny Gioeli y claro, eso le dio mayor libertad a la hora de componer. Incluso sobresale en temas ciertamente extensos como la homónima “Oceans of Time”, la suite “The Gates of The Seven Seals” o el hit del álbum, “Carousel”. Profesionalidad, sobriedad, melodía y grandes ejercicios de guitarra aunque sin pecar de excesivo protagonismo.
Canciones destacadas: “Pay the Prize”, “Carousel”, “Oceans of Time” y “The Gates of Seven Seals”.
Pagan Altar – Mythical & Magical (2006; Oracle Records)
A principios de los 80, y a pesar de tener una fuerte influencia del doom tradicional, Pagan Altar formó parte de la corriente NWOBHM. Sin embargo, no corrió la misma suerte que otros grupos como Iron Maiden, que sí asomaron la cabeza y trascendieron a la cultura popular. El problema de estos británicos es que la continuidad brilló por su ausencia. Tras publicar su icónico álbum en 1982, no fue hasta 2004 cuando regresaron a la actividad discográfica. En la resurrección de Pagan Altar hay que destacar una obra colosal como Mythical & Magical. En ella combinan el heavy tradicional con el folk, el doom y el hard rock. El ocultismo es el mayor rasgo diferencial de la misma, aunque las melodías están bien presentes. Sí, la atmósfera es sombría, pero dentro de la misma hay detalles muy preciosistas. Si alguien se lo perdió, recomiendo que lo escuche.
Canciones destacadas: “The Cry of the Banshee”, “The Sorcerer”, “Dance of the Druids” y “The Rising of the Dark Lord”.
*Podéis leer la primera parte del artículo pinchando aquí.