Ni el Banco Mundial ni el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomiendan pagar deuda externa en plena pandemia del COVID-19, pero Ecuador con su ministro de Finanzas, Richard Martínez, decidió hacer lo contrario a todo sentido común.
El expresidente Rafael Correa expuso que su país ha pagado más de USD 700 millones entre el 2019 y 2020 con una tasa de interés que se aproxima al 20% con una relación de 2,5 a 1. O sea, si al Ecuador le prestan USD1000 millones el país debe pagar USD2500 millones.
En términos del economista “han hecho operaciones desastrosas”. El Observatorio de la Dolarización reveló que en marzo de 2020, el Ministro de Finanzas pagó un total de USD 1297 millones vinculados a conceptos de deuda externa: USD 791 millones en servicio de la deuda externa más USD 506 millones a Goldman Sachs y Credit Suisse por ‘margin calls’.
Solo en febrero se pagaron USD 256 millones por este mismo concepto, según las estimaciones del Observatorio que, también, afirma que las cifras exactas de febrero y marzo no están disponibles, pues el Ministerio de Finanzas no las ha transparentado, pero las cifras reportadas por el Banco Central exponen algo similar.
Lo lógico para Correa era no pagar deuda. “Tenemos un motivo de fuerza mayor. Eso lo consideran los códigos civiles de todos los países. Si usted tiene un motivo de fuerza mayor, no puede sacrificar a sus hijos” afirmó el líder de la Revolución Ciudadana y agregó que cuando una empresa cae en banca rota, nadie lo obliga a pagar la deuda.
Antecedentes como estos se lo pueden encontrar en la Alemania de 1953 que estaba totalmente destruida. No pudo pagar deuda externa y todo el mundo lo apoyó. Martínez en Ecuador se fue contra toda lógica que prioriza la vida.