¡Cuidado! Puede que haya spoilers si no estás al día con la serie The Walking Dead.
A mi edad no me hacía a la idea de ver una serie en el ordenador, en la soledad de tu cuarto, sin compartirla con nadie. Las series se ven con la familia en el televisor y con una cadencia semanal, que sirva para ejercitar la memoria. Hacía bastante tiempo que en casa nos habíamos suscrito a una empresa de streaming, pero yo la usaba como mucho para ver algún largometraje, si acaso algún reportaje de animales o historia.
Oía hablar a los jóvenes de una serie y otra, pero no me animaba a seguir ninguna, todas me parecían diseñadas para gente de su edad. Me insistieron, dado que me parecieron muy buenas las últimas películas de terror con zombis, en que viera The Walking Dead.
Una película con zombis no está mal, pero una serie me parecía que iba a ser exprimir hasta el hartazgo el tema de los muertos vivientes. Me negaba a seguir su recomendación, “ve el primer capítulo”, me decían, “verás cómo te enganchas”, hasta que un día, para que me dejaran tranquilo, anuncié que visionaría con ojos muy críticos ese primer capítulo.
Lo dejé a los pocos minutos, justo cuando un policía que hirieron de muerte sale del coma, abandona un hospital destrozado, pasa horrorizado entre cientos de cadáveres inertes y se encuentra a una zombi sin piernas, y ya sin fuerzas, que pretende ir hacia él sin que supiera sus intenciones. Esta escena me pareció ridícula, se veía demasiado a las claras que la muerta era un muñeco. “Está basada en un cómic”, me decían mientras seguían insistiéndome, tanto que por segunda vez claudiqué, a pesar de mi experiencia negativa.
Seguí el primer capítulo por donde lo dejé. Y ya no solté la serie, la palabra cómic me iluminó, me imaginaba cada escena plasmada en papel por un dibujante. Y en los cómics ninguna situación es inverosímil, basta con que se le haya ocurrido al guionista.
Conforme pasan los minutos del primer capítulo, me voy metiendo más en el que parece que será el principal personaje de la serie, el policía Rick Grames. Un hombre con arrojo, que no se conforma con su mala suerte y no renuncia en circunstancias tan adversas a buscar a su familia.
En pocas escenas se van conociendo a bastantes personajes de la serie que formarán el núcleo principal: Morgan, quien da la primera muestra de solidaridad a Rick, un hombre que permanece aislado en la ciudad con su hijo y es incapaz de disparar a su mujer y acabar con su estado de muerta viviente; Glenn, joven valiente que lo rescata de un tanque convertido en ratonera sin escapatoria posible para Rick, que ya ha visto que los zombis se comen a todo ser vivo; el poco amistoso recibimiento de los amigos de Glenn por poner en peligro la seguridad de los demás por salvar a ese desconocido.
Así Rick descubre que no todo son acogimientos solidarios, más cuando tiene que reducir al matón de Merl Dixon y abandonarlo esposado a una tubería; con esta acción se gana la admiración del grupo explorador del campamento en el que por sorpresa se encuentra con su mujer y su hijo, lo cual le chafa el asunto amoroso a su compañero de trabajo Shane ya que, convencidos él y Lori y Carl, la mujer y el hijo de Rick respectivamente, de que este había muerto sin remedio, se juraron amor eterno.
Se transmite al espectador la pertenencia al grupo. Daryl Dixon no abandona el campamento a pesar del desagravio sufrido con el abandono de su hermano Merl. Me convierto en fan de la serie. El elenco de personajes es variopinto. Carol es presentada como una mujer débil y maltratada por su marido; Andrea, valiente pero sin saber manejar, aún, las armas; Dale, anciano valioso por sus conocimientos de la mecánica. Dejo algunos más en el tintero, aunque tan importantes para la cohesión grupal como los nombrados.
Ya nada me hará abandonar la suerte del grupo. Me considero uno de ellos. Sufro con la llegada de los caminantes al campamento, que acaban con la vida de varios miembros y son conscientes de que ya no es lugar seguro. Es el momento en el que Rick es considerado tácitamente como líder del grupo, a pesar de que a Shane no le hace ninguna gracia, era el más fuerte antes de que llegara Rick.
Comienza el deambular del grupo. Me siento inseguro como ellos. Los vehículos están medio averiados y los repuestos se van acabando. Alguno se sacrifica por el grupo para no entorpecer la marcha hacia el destino fijado por Rick, el espíritu solidario forjado en la terrible vivencia del mundo apocalíptico sobrevenido lleva a ofrecer la vida para asegurar la pervivencia del grupo.
Los mimbres en los que se va a basar la serie ya están trazados, y me identifico plenamente con ellos. Devoro capítulo tras capítulo sin encontrar el momento de dar un descanso a mis ojos. Los caminantes no paran de acosar a mi grupo. Desaparece Sophia, la hija de Carol, y se nos presenta un hilo conductor de toda la serie, no se abandona a un miembro perdido bajo ningún concepto.
Tienen encuentros con otros supervivientes y se van dando cuenta de que no todos son gente amistosa, con lo que la lucha lógica contra los caminantes se torna encarnizada contra los vivos, más peligrosos por no conocer las intenciones primeras del acercamiento o el encuentro fortuito.
Hallan lugares de reposo efímeros, devastados por los zombis. Uno de estos lugares es la granja del anciano Hershel Greene, un veterinario exalcohólico que tiene encerrados a decenas de caminantes con la esperanza de que la medicina encuentre el remedio a lo que él cree una enfermedad.
Es en esta granja donde se nos presenta con crudeza las dos formas de entender el nuevo mundo caótico y peligroso, el cautelosamente integrador de Rick y el despiadado de Shane, ávido por recuperar a Lori y dirigir al grupo.
Como ningún personaje tiene patente de supervivencia, me temía que los guionistas dieran un golpe de efecto y acabaran con Rick, pero no, el elegido fue el psicópata de Shane. Por ahora me lo han salvado, pensé, pero, ¿hasta cuándo? Hershel sale cruelmente de su error cuando, tras acabar nuestros héroes con los caminantes que mantenía con “vida” en el pajar, Rick también dispara a un miembro de su grupo convertida en zombi, Sophia. Se forma el núcleo principal definitivo del grupo con la incorporación de las hijas del granjero, Maggie y Beth.
A partir de aquí, unos personajes que yo estaba convencido que me acompañarían hasta el final van muriendo por los caminantes o los vivos. Se incorporan otros que se adhieren inquebrantablemente al grupo.
Los jóvenes que me recomendaron la serie se quejan de alguna temporada floja, pero para mí el interés no decae porque estoy viendo un cómic, palabra mágica, animado. Aparecerán villanos sanguinarios como el Gobernador o Negan, caníbales, traidores a la palabra, pero mi grupo y yo no vacilaremos en defendernos hasta la muerte, nos comande Rick o Daryl.
Grupo, cohesión, comprensión, solidaridad, justicia son las palabras que nos definen, ¿te animas a unirte?