Tony Boza es activista social y dirigente político que hace vida en el campo de la izquierda de Venezuela. El próximo 6 de diciembre se presentará a las elecciones legislativas que está organizando su país para disputar con la oposición un escaño en el poder legislativo.
Sobre la oposición venezolana, hoy unida en torno a la idea del regreso a los cauces democráticos, pero dividida en dos candidaturas tras superar la estrategia de Juan Guaidó, reflexiona Tony Boza, en base a unas preguntas que le hicimos para entender mejor el contexto electoral de Venezuela.
Normalmente, al tratar mediáticamente la cuestión de la oposición, se usa a la derecha venezolana como ariete contra el gobierno dirigido por Nicolás Maduro, por lo que se hurta el análisis sobre el espacio conservador, del que no se conocen líderes, propuestas ni estado actual.
¿Podría la oposición volver a ganar como en las pasadas elecciones de 2015?
Considero que no va a ganar como la vez pasada. Primero porque están divididos, segundo porque no tienen un liderazgo consensuado que los nuclee contra el chavismo, y tercero no tienen la confianza de un electorado que hoy ya vio su desempeño legislativo después de una serie de promesas que no llevaron a cabo.
Los que prometieron la insurrección para acabar con el gobierno de Nicolás Maduro tampoco lo lograron. Entonces tienen un electorado desanimado, desesperanzado. Con una visión pesimista de sus propias capacidades.
En el futuro, quizás con el sector que hoy se inscribió pudieran animar al otro sector importante de la oposición. Los que se inscribieron están están avalando el camino democrático, el camino constitucional. Sin embargo no tienen la misma fuerza que tenían en 2015, no conservan el mismo elemento motivador que era acabar con la última cola y tumbar a Maduro.
El sistema electoral de Venezuela es profundamente confiable porque puede ser auditado en todos los niveles. Ya lo dijo una vez el expresidente Jimmy Carter, “el sistema electoral venezolano es el mejor del mundo“. No es una presunción nuestra, es un hecho que se puede constatar. Tony Boza, candidato del GPP a la Asamblea Nacional de Venezuela.
Ahora se sabe que eso no es tan fácil. Se ha demostrado que era más una ilusión, un espejismo que una posibilidad real. Mientras tanto el chavismo tiene una comprensión de los errores cometidos porque además tiene la condición natural de reconectarse con el pueblo, porque el chavismo es pueblo a diferencia de estas élites.
Hoy la oposición son los hijos de los dueños de los grandes consorcios. Los Capriles Radonski, los López, los Mendoza… Todos estos señoritos son herederos de los mantuanos de la de la colonia. Por eso hoy no pueden consustanciarse con el pueblo que no son pueblos puedo pudieron haber abusado de la credulidad del pueblo como lo dijo una vez el libertador simón bolívar confundiendo agrediendo de dilapidando la fe del pueblo hoy
No tienen la capacidad de convocatoria porque, como dijo el Libertador Simón Bolívar abusaron de la credulidad del pueblo, confundiendo, agrediendo, dilapidando la fe que una parte de la sociedad puso en ellos.
No cuentan con un proyecto táctico que les permita acceder al poder de la Asamblea Nacional. Nosotros confiamos en la sabiduría del pueblo y en la calidad ética de nuestros liderazgos para acceder a la nueva asamblea, y darle un apoyo fuerte a un proceso de transformaciones que redunden en el bienestar del pueblo.
Fuera de Venezuela extrañaron las declaraciones de Henrique Capriles sobre Guaidó
En cuanto a las declaraciones que hizo Henrique Capriles sobre su compañero de lucha en muchos tiempos, conviene decir que hoy están alejados. Es un ejemplo más de tantas expresiones que hoy vemos en diversos actores de la oposición venezolana, donde no hay un consenso de proyecto.
Probablemente no hay ni siquiera un proyecto. La única idea -obsesiva- es tumbar a Nicolás Maduro. Más allá de eso no pueden hablar porque Venezuela es uno de los sistemas electorales más transparentes y más auditados del mundo entero.
Es un sistema profundamente confiable porque puede ser auditado en todos los niveles. Ya lo dijo una vez el expresidente Jimmy Carter, “el sistema electoral venezolano es el mejor del mundo“. No es una presunción nuestra, es un hecho que se puede constatar.
Tanto es así que el sistema puede ser auditado, y además no puede ser intervenido si no están todos los sectores, porque cada actor tiene una llave electrónica que permite hacer las auditorías en cada uno de los niveles.
Todo el que maneja estadística y matemáticas sabe que una pequeña muestra que se audite puede servir para validar todo un sistema. No necesita ser un gran porcentaje. Sin embargo en el sistema electoral venezolano es siempre auditado hasta el cien por ciento de las boletas electorales, porque además de electrónico es físico: cada voto tiene un voto electrónico en una expresión física que puede ser cotejada, ahí se puede determinar si hay incongruencia entre las dos plataformas.
Todos estos procesos electorales de los últimos veinte años han sido tan transparentes que nadie ha podido demostrar ningún tipo de prueba que lleve a un a determinar que hay un fraude.
Todos los fraudes que se han denunciado en este país han resultado ser falsos. Nadie ha podido demostrar nada. Por eso la expresión del señor Capriles es tumbar al gobierno y descalificar un sistema electoral de probada transparencia.
Solo queda la soledad de actores incongruentes e inconsistentes, que en un momento determinado logran captar la rabia, la frustración de algunos sectores de la oposición, aprovechándose de una situación que ha sido alimentada con una guerra psicológica.
Creemos que es fundamental que se haya entendido por parte de un sector de la oposición que la vía es constitucional, que además puede conducir a resultados felices donde la paz, la tranquilidad y la democracia salgan fortalecidas. Tony Boza, candidato del GPP a la Asamblea Nacional de Venezuela.
Han alimentado una situación psicológica por la que siempre necesitan un líder que les amplíe o les prorrogue la esperanza de tumbar al gobierno, pero esa condición nunca se ha podido dar. De tal manera que hoy tenemos los resultados de ello: una oposición dividida.
La oposición está sin proyecto, sin líder. Ahora hay un sector de esa oposición que pareciera estar entrando en razón y está evaluando su participación. De hecho ya se inscribieron muchos en el proceso electoral venezolano, y por tanto están entendiendo que la ruta es la democrática marcada por la Constitución.
¿Cómo valora la gestión de Luis Parra al frente de la AN?
Sobre la gestión del diputado Luis Parra hay que reconocer que por lo menos hizo un intento importante de reconducir este cuerpo legislativo a sus funciones naturales. Esas funciones normativas son fundamentalmente dos, legislar y controlar la administración del poder ejecutivo.
Los poderes son independientes en Venezuela, que cuenta con cinco poderes además de los tres que heredamos de la Revolución Francesa. El poder electoral es autónomo. Hoy esta nueva conducción de la Asamblea Nacional le volvió a dar el sentido constitucional que debe tener.
No voy a evaluar detalle a detalle el desempeño, pues es algo que le corresponderá al pueblo, pero evidentemente hay que reconocer que el diputado Luis Parra condujo este cuerpo legislativo al retorno de la legalidad.
Esto es fundamental valorarlo, entenderlo en el marco del proceso democrático que tiene como primera condición el respeto de los poderes, que no ha sido precisamente lo que sucedió con los otros presidentes de la Asamblea Nacional, puesto que utilizaron esa plataforma, no para hacer lo que la ley establece que se debe hacer, sino como cabecera para impulsar planes insurreccionales, de desestabilización incluso magnicidios.
Creemos que es fundamental que se haya entendido por parte de un sector de la oposición que la vía es constitucional, que además puede conducir a resultados felices donde la paz, la tranquilidad y la democracia salgan fortalecidas.