Cuando se habla de paradigma, la definición más usual es que se posee es que es un modelo o ejemplo a seguir; pero este concepto omite el contexto histórico social en el que se desarrolla.
Esta evolución en el tiempo ha permitido un acercamiento, estudio y definiciones de las concepciones de las palabras a partir del acompañamiento de las transformaciones sociales, históricas, económicas y políticas que conforman una red de categorías.
Palabras como “conciencia”, “individuo”, “estado”, “burguesía” y “contrato”, “verdad”, “método”, “idea”, “razón”, conforman este nuevo estudio y sus implicaciones según especialistas como Silvia Rivera. Con esto se pretende explicar que cada época histórica posee un método basado en valores y legitimación propia del conocimiento científico y en su concepción de ciencia.
Esta noción se fundamenta en la construcción propia de imaginarios culturales sobre los conceptos de poder, cultura y la representación de estructuras en la sociedad, la economía, la política y otras, que han contribuido en devenir histórico y han consolidado las formas presentes en el ideario occidental.
Silvia Rivera, hace un recuento por alguno de los pensadores más importantes de la época y ubica en primer lugar a René Descartes quien expone que el pensamiento es la convicción necesaria para construir el conocimiento de las estructuras del mundo.
A su vez David Hume, basa sus estudios en la mente que la evidencia como un papel en blanco con la capacidad de registrar ideas, es decir percepciones derivadas de “impresiones” o percepciones primeras.
Pero es Immanuel Kant quien introduce el concepto de la “subjetividad” por primera vez, como parte trascendental en el orden del mundo, éste explica que es en la mente que residen las formas a priori evidenciando lo que se denomina como experiencias. Para estos autores la ciencia se estudia a sí misma como conocimiento basado a su vez en la relación estricta con el método.
Para esta evolución, el concepto y estudio de la lógica como ciencia formal, que busca abstraer las estructuras básicas del razonamiento que tiene por objeto derivar en conclusiones a partir de premisas y fundamentadas en la articulación del método.
La misma autora Silvia Rivera, cita a Reichembach que expone la “marginación del contexto de descubrimiento. No hay lugar, en el interior del naciente discurso epistemológico, para reflexiones en torno a las particulares situaciones históricas, sociales o psicológicas que acompañan al proceso de producción del conocimiento”. Éste basa su afirmación en la reducción metodológica y los procedimientos para validar las teorías.
Y por último Reichembach, centra su análisis en la relación existente entre los hechos que resultan de la observación y la teoría que se presenta para explicarlos. De manera que pone de manifiesto que la lógica no es el único método cuando se estudian las ciencias fácticas, es decir cuando el objeto de estudio se basa en hechos y su contenido es empírico.
Estos postulados se han mantenido en el transcurso del tiempo, donde las ciencias básicas consideran que las ciencias sociales carecen de cientificidad ya que estas no poseen un método rígido como ellas y de ahí derivan grandes dicotomías que se han mantenido hasta la época actual.
Estos conceptos y rupturas epistemológicas basan sus estudios en definiciones claves como: realidad, verdad, poder, sociedad, entre otras buscando respuestas a través del conocimiento científico. A su vez la ciencia ha intentado clasificar sus acepciones bajo denominaciones rígidas lo que para el positivismo le daría su carácter científico.
El autor Enrique Marí, expresa que la epistemología es una forma dominante del discurso filosófico contemporáneo; el mismo autor expresa, el juego de las fuerzas sociales de la época, advirtiendo que la palabra “expresión” indica un particular modo de relación recíproca entre prácticas y discursos, incluyendo una nueva categoría a los análisis que hasta el momento se habían realizado.
De esta manera que la forma de cómo se percibe el mundo viene implícita a través de los discursos que exponen la realidad y sus relaciones otorgándole un significado especifico.
Para poder entender todas estas categorías se debe comprender que el sujeto está localizado en un tiempo histórico que lo caracteriza, y es desde allí que produce los discursos de su conocimiento y construye lo que en la actualidad se conoce como narrativa, es decir se basa en sus propias experiencias para crear conceptos y teorías del mundo que lo rodea.
De modo que se debe ver la ciencia como una actividad de la práctica social y se debe buscar aceptar las diferentes perspectivas de la sociedad en la búsqueda de la producción del saber y este resultado es lo que se conocería como ciencia.
La severidad de los conceptos de ciencia tiene sus cimentos en un rechazo a los dominios de valores sociales y culturales en el conocimiento científico, ya que el único valor existente para la época sería la verdad en la búsqueda del conocimiento.
Los hallazgos actuales abren paso a nuevos campos de estudio como el de la axiología de la ciencia, aquello que no se ve pero se encuentra inmerso, estos conceptos permiten enriquecer otros campos que han sido opacados por excesos dogmáticos. Los conceptos y acepciones antes estudiadas hacen evidente su fuerte carácter positivista de la ciencia, que se mantiene hasta la época actual.
Entonces un paradigma crea y separa la realidad sus diferentes elementos en para poder observarla y estudiarla, y luego poder, describirla a través de un método riguroso y así dar respuestas a las diferentes interrogantes que se puedan presentar en cualquier campo de estudio.
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