Rubén Cela: “El cobijo a Leopoldo López, evidencia que la política exterior española está alineada con la norteamericana”
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) es una de las organizaciones políticas que votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez, permitiendo al líder del PSOE seguir siendo presidente de España en coalición con Unidas Podemos.
Rubén Cela es uno de sus principales dirigentes, habiendo sido concejal y portavoz del BNG en Santiago de Compostela. Lo entrevistamos en elestado.net para conocer la opinión del político de izquierdas sobre la actual posición del PSOE sobre Venezuela, marcada en las últimas horas por la reunión entre Pedro Sánchez con el político preso fugado Leopoldo López.
¿Cómo valora las declaraciones de la ministra de exteriores de España, Arancha González Laya, por las que expresó que su gobierno no reconocerá los próximos comicios que se celebrarán en Venezuela?
Creo que son una grave irresponsabilidad, que van en la línea en la que vienen actuando los diferentes gobiernos españoles: primero con el PP, después con el PSOE y ahora también, lamentablemente, en un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Del reconocimiento de Guaidó como legítimo presidente de Venezuela, al indisimulado apoyo a Capriles o el amparo y cobijo a Leopoldo López, es evidente que la política exterior española para con Venezuela está perfectamente alineada con la norteamericana, lo que supone una aberración en términos democráticos, pero también, en términos estratégicos una oportunidad perdida para el estado español de jugar otro papel en América Latina.
¿Considera que existen suficientes garantías como para reconocer las elecciones legislativas que se celebrarán en Venezuela el próximo 6 de diciembre?
Si. Venezuela tiene unos de los estándares de verificación electoral más serios y seguros del mundo. Jimmy Carter -no precisamente simpatizante del chavismo- afirmaba que, tras monitorizar varias elecciones en Venezuela, su sistema era el mejor del mundo.
Sinceramente, desconozco si es “el mejor del mundo” o no. Lo que tengo claro es que Venezuela es un país donde los estándares de garantías electorales son muy superiores a la media (y muy superiores a los de muchos de los países más críticos con estas elecciones) se vota de manera directa, secreta y universal, se verifica la identidad de elector o electora a través de huella digital lo que impide que se vote más de una vez y que tiene implementado en todos los centros de votación el voto electrónico (que una doble garantía entre el escrutinio del ordenador y el recuento de las papeletas).
Saben que el pueblo venezolano respaldará mayoritariamente la continuidad del proceso iniciado con Chávez y continuado con Maduro. Algo así, iría a la línea de flotación del relato del sistema acerca de Venezuela y, por lo tanto, la única opción que tienen es la deslegitimación de este proceso electoral. Rubén Cela.
A todo ello hay que sumar el ofrecimiento del gobierno venezolano a que diferentes instancias supranacionales (desde la UE a la ONU) pudieran designar observadores y observadoras internacionales.
El problema no es la limpieza del proceso electoral, que saben que está garantizada. El problema, al igual que pasó en Brasil, Ecuador o Bolivia (afortunadamente reconducido por la voluntad popular) no son las “urnas”, sino el resultado que sale de ellas. Eso es lo que no gusta y tratan de deslegitimar por cualquier medio.
No deja de ser “curioso” los problemas que el estado español tiene con las elecciones en Venezuela y los pocos problemas que tiene con determinadas dictaduras con las que mantiene unas espléndidas relaciones diplomáticas y, por supuesto, comerciales que, entre otras cosas, financiaron corruptamente al jefe del estado español durante muchos años y engordaron sus cuentas opacas en Suiza y otros paraísos fiscales.
¿A qué intereses responde no reconocer las elecciones que se están llevando a cabo en el marco de los diálogos entre el gobierno y la oposición?
Creo la motivación es clara. El gobierno español no deja de ser el muñeco de un ventrílocuo (EE.UU y la UE). Sólo mueve los labios. Quien emite sonido representa la antítesis de los valores y logros de la revolución Bolivariarina: el derecho de autodeterminación y defensa de la soberanía y dignidad de los pueblos y la construcción de una sociedad justa.
Saben que el pueblo venezolano respaldará mayoritariamente la continuidad del proceso iniciado con Chávez y continuado con Maduro. Algo así, iría a la línea de flotación del relato del sistema acerca de Venezuela y, por lo tanto, una vez que no las consiguieron evitar ni con invasiones militares, intentonas de golpe de estado ni campañas internacionales de desprestigio y no reconocimiento del actual gobierno elegido democráticamente por el pueblo de Venezuela, la única opción que tienen es la deslegitimación de este proceso electoral.