Cedatos fue la única encuestadora que erró en el exit poll de 2017
La empresa demoscópica convirtió una diferencia de 3 puntos en favor del ganador, en una de 6 puntos en favor del perdedor.
La encuestadora Cedatos está siendo protagonista de la actualidad electoral de Ecuador. No porque vaya a ser una de las dos empresas que realizarán el exit poll (sondeos a boca de urna), sino porque ha sido vinculada a una estrategia del Estado ecuatoriano para perpetrar un fraude durante las elecciones del próximo domingo.
La estrategia a seguir, trazada por el Estado ecuatoriano junto con la participación de sus aliados internos -grandes banqueros y empresarios-, y externos -la OEA y el gobierno de EEUU-, consistiría en lanzar un exit poll antes que nadie con unos resultados ya preparados previamente: habrá segunda vuelta.
Con ellos el gobierno podría retrasar esa segunda vuelta usando al COVID-19 como excusa, sin poner una fecha determinada, esperando la desmovilización del voto de izquierdas con ayuda del desgaste mediático.
La credibilidad de Cedatos está en entredicho a causa de la segunda vuelta de las anteriores elecciones, celebradas en 2017. Fue la única encuestadora de las cuatro que realizaron el sondeo a boca de urna que erró. Lo hizo por una diferencia numérica lo suficientemente alta como para superar el margen de error de estos estudios demoscópicos.
Tomando en cuenta los resultados finales, Cedatos restó 5 puntos a Lenín Moreno, y sumó otros 5 a Guilermo Lasso. Una diferencia real de 3 puntos en favor del, en ese momento, candidato del progresismo fue convertida en una diferencia de 6 puntos, el doble, en favor del banquero.
Hoy Cedatos es una de las encuestadoras que menos apoyo reconoce a Andrés Arauz, frente a la mayoría que muestran una tendencia al alza que rozaba el 40% hace varios días.
Es un peligro para la democracia ecuatoriana depender del exit poll de Cedatos para imponer una realidad electoral que podría no corresponderse con la verdad de las urnas.