Venezuela 21N: signos y cifras que alertan al chavismo
No solamente es la votación, que pasó de 5.9 millones en las regionales del 2017 a 3.7 millones en el 2021. También están la pérdida simbólica del chavismo en Barinas, y el aplastante rechazo en el Zulia.
En las ultimas elecciones no todo fue favorable para el chavismo. Si bien es cierto que sigue siendo notable que el chavismo siga ganando elecciones, después de 20 años en el poder y más de 5 de un bloqueo económico, salen a la luz cifras que denotan un evidente desgaste en la preferencia de la mayoría social de Venezuela.
No solamente es la votación, que pasó de 5.9 millones en las regionales del 2017 a 3.7 millones en las de 2021, también están la pérdida simbólica importante con la virtual derrota del chavismo en Barinas, y el aplastante rechazo en el estado Zulia, cuya votación pesa dentro del conocido “corredor electoral”.
Existen múltiples hipótesis y varios escenarios proyectados, Nicolás Maduro habló como jefe del PSUV aludiendo la posible manipulación de las elecciones primarias en algunas regiones, y anuncio “medidas ejemplares para quienes dañaron al pueblo y manipularon el hermoso proceso de las primarias”.
Por otra parte, se asoma en el horizonte el escenario del Revocatorio presidencial, una figura constitucional que queda habilitada durante el 2022, cuando se cumple la mitad del periodo presidencial que actualmente ejerce Nicolás Maduro.
La derrota simbólica en Barinas
De este hecho al prensa internacional ha dicho bastante. “Los Chávez perdieron en Barinas”, la votación contra el gobernador Argenis Chávez, hermano de Hugo, encendió los titulares de la prensa y pusieron los ojos de Venezuela sobre la región llanera, que en esta ocasión, tuvo también en Cojedes una respuesta contra la izquierda venezolana.
Luego de una breve batalla judicial, las elecciones fueron anuladas. Una nueva contienda se abrirá a principios de 2022 para establecer definitivamente quien será el gobernador del estado Barinas.
Alrededor de dicha disputa judicial se ciernen severas dudas. La candidatura de Freddy Superlano, representante de la MUD quedó anulada después que la Sala Electoral lo encontrara inhabilitado, en un proceso donde el respeto al principio preclusivo de ciertas etapas no quedó del todo claro.
A propósito de ello, Isaías Rodríguez, exfiscal general de Venezuela, precisó que el Consejo Nacional Electoral debió decidir sobre la habilitación del candidato opositor antes de las elecciones, y no después. “No lo puede decidir a posteriori después que el inhabilitado aparentemente triunfó”, afirma el jurista venezolano.
En opinión del exfiscal, la decisión de la Sala Electoral mina la confianza en el voto, que se vio fortalecida en la más reciente contienda electoral.
En el siguiente capítulo de esta historia, Barinas no contará con Argenis Chávez como candidato, quien renunció tanto a la gobernación que le correspondería dirigir todavía, como a su candidatura. Freddy Superlano tampoco podrá postularse, en virtud de su inhabilitación.
Los contendores no se definen todavía, pero se sabe que la batalla por Barinas podría incluir figuras de importante relevancia en el escenario nacional, como es el caso de Diosdado Cabello.
El caso del Zulia
Siempre ha sido una zona compleja para el chavismo. El Zulia es una región ubicada al extremo occidente de Venezuela y su dedicación a la actividad petrolera le ha dado siempre características culturales y sociales muy diferentes al resto del país.
El Zulia no sucumbió al encanto del Chávez tan fácilmente, una de las pocas ocasiones en las cuales el chavismo logró ganar en esa región fue en el 2006, cuando el hoy recién electo gobernador del Zulia, Manuel Rosales, se enfrentó en una carrera presidencial contra el propio Hugo Chávez.
No obstante, desde el año 2012, con Francisco Arias Cárdenas, el chavismo llegó al poder en el Zulia y se mantuvo hasta el 2017. La derecha en ese entonces obtuvo un triunfo que desechó, para seguir el experimento de Juan Guaidó, y así cumplir las ordenes de Washington que apostaban por la eficacia de las sanciones económicas.
Con casi 600 mil votos, y la mayor votación de todos los gobernadores electos, Manuel Rosales retorna a la escena política venezolana como gobernador.
El líder opositor siempre ha reconocido la legitimidad de Nicolás Maduro, y marcó distancia con el grupo que siguió a Juan Guaidó y el paralelismo institucional que aisló a Venezuela en algunos escenarios internacional.
Sin embargo, a Rosales se le vincula, junto a otros líderes opositores, al desfalco a la empresa estatal Monómeros, ubicada en Colombia. Este hecho se une a una larga cadena de acusaciones de corrupción que le persiguen desde sus anteriores gestiones gubernamentales.
“El despojo”
Aquella vinculación con el caso Monómeros, y el historial de corrupción de Rosales hacen presumir que los bienes peligran. Puede que a esta situación respondan algunas acciones emprendidas desde la capital venezolana.
La Gaceta Oficial 42.261 del 23 de noviembre de 2021 le transfiere la administración de los aeropuertos al gobierno central, esta polémica decisión le quita la posibilidad de recaudar ingresos al gobierno de Manuel Rosales, y puede que no sea la única fuente de ingresos de la cual se vea privado.
A pesar de que se reuniera con Nicolás Maduro en un encuentro ampliamente expuesto por la prensa nacional e internacional, el gobernador del Zulia tendrá que ingeniar con poca colaboración nacional, los mecanismos de recaudación para sostener financieramente los compromisos de su gestión.
“El despojo”, como lo ha señalado la prensa, puede convertirse en un fuerte mensaje de rechazo que toque en lo más profundo la voluntad de la mayoría social del Zulia, que no ve reflejadas sus aspiraciones en el chavismo, y que se percibe más representado y resguardado, en un proyecto de corte neoliberal.
El revocatorio
Volvemos a las cifras, con dos millones de votos menos, el chavismo podría estar en su peor momento, y al habilitarse la etapa de solicitud del revocatorio, la derecha comienza a revisar las posibilidades de sacar a Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela.
Para abrir el proceso del referéndum revocatorio, la oposición debe reunir 4.185.997 de firmas que corresponden al 20% del actual registro electoral.
En las recientes elecciones, la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática logró un poco más de 2 millones de votos, pero esta tarjeta no sumó a todas las fuerzas de la oposición.
Según la agencia Bloomberg, las oposiciones en Venezuela podrían captar más de 4.4 millones de votos, suficientes para llamar al revocatorio.
Pero la Constitución venezolana exige, para la revocatoria del mandato presidencial, la concurrencia de igual o mayor número de votos con los cuales se eligió al presidente.
Maduro fue electo en el 2018 con 6.248.864 votos, lo cual representa un reto enorme para las oposiciones aunado al hecho que todavía no alcanzan a concretar un liderazgo sólido.
Pero el chavismo sabe que no puede dormir en los laureles. Nicolás Maduro exhortó a la revisión de varios aspectos, entre otros, la indolencia y la corrupción a las cuales considera tan peligrosas como el propio bloqueo económico.